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Josep González (Fundación Pimec): "Montar una empresa actualmente es como hacer una gincana"

El presidente de la Fundación Pimec fue durante más de dos décadas presidente de la patronal Pimec, que fundó en 1974. A sus 79 años sigue volcado en el activismo empresarial, ahora desde proyectos sociales. Reclama menos burocracia, más comprensión y más eficiencia en el día a día para seguir creando riqueza

Josep González i Sala, presidente de la Fundación Pimec.

Josep González i Sala, presidente de la Fundación Pimec.

Martí Saballs Pons

Martí Saballs Pons

¿Se puede ser emprendedor con 60 años?

Es demasiado ambicioso. A medida que vas sumando años, el espíritu emprendedor va disminuyendo. El que lo tiene siempre lo tendrá, pero de aquí a que pueda montar una empresa va un mundo. Hace años se podía montar una empresa con voluntad, trabajo y horas. Ahora necesitas capital e incluso con una compañía que funciona bien puedes morir de éxito.

¿Es más difícil ahora que antes? ¿Hay más burocracia?

Por supuesto. Montar una empresa actualmente es como hacer una gincana. La Administración complica mucho la constitución de empresas. En los últimos años no se ha simplificado nada y es un contrasentido teniendo en cuenta la implementación de la informática que hemos tenido en nuestro día a día. Y en Cataluña más que en otros sitios. Un ejemplo de ello es que muchas empresas de Lleida optan por instalarse en Aragón, donde les ponen las cosas más fáciles. Es un goteo constante desde hace años. 

¿Hay cifras de este goteo?

Un estudio realizado por Pimec del periodo 2005-2020, por ejemplo, indica que el número de empresas en Huesca creció el 8% en ese tiempo, mientras que en Lleida, solo el 2%. Casos concretos de compañías he conocido unos cuantos.

Hay más burocracia, es más difícil ser empresario y las patronales no han conseguido convencer a los políticos para que faciliten las cosas, ¿no?

Sí, hemos fracasado. Y no porque no hayamos insistido. La Administración se impone y no facilita la creación de nuevas compañías. Hace falta acceso a la financiación, simplificación administrativa y entender los problemas que surgen en el mundo empresarial. En lugar de trabajar en eso, estamos instalados en una lentitud y una burocracia que desincentivan a los empresarios. Si se crean empresas es porque hay espíritu emprendedor, un proyecto, una idea, una ilusión... y contra viento y marea tiras hacia adelante.

¿Estos contratiempos han reducido el espíritu emprendedor?

No. El espíritu emprendedor no ha caído. En la Fundación Pimec hemos atendido a cerca de 3.000 empresarios en quiebra y con casuísticas de todo tipo, cuando se recuperan, vuelven a emprender. El espíritu no se pierde. Por eso hemos trabajado mucho en la segunda oportunidad. En este país, tal y como ha estado redactada durante muchos años, la ley de la segunda oportunidad te impedía remontar el negocio. Entrabas en un pozo del que era difícil salir. En EEUU miran si el empresario se ha portado bien, y si es así, lo vuelven a ayudar a fondo perdido. Hemos visto empresas que han remontado, el negocio iba bien, pero todo lo que ganaban se lo quedaba Hacienda por la deuda anterior. Así no se puede tirar hacia adelante. Una ley de segunda oportunidad debe ser generosa o, como mínimo, tiene que posibilitar rehacer el negocio. En estos años la ley ha mejorado pero queda mucho por hacer. Hay que aceptar que una empresa se ha ido al traste, con las penalizaciones que sea, y si remonta no podemos recordarle toda la carga anterior constantemente y que se le imposibilite volver a ser efectiva. 

Casi un millón y medio de personas faltan al trabajo cada día en España, según los últimos datos. ¿Cuáles son las causas? 

El incremento del absentismo laboral público y privado es muy preocupante. Y decir que todo son enfermedades no sería cierto. Hay razones de salud física y psíquica, pero también de hastío con el trabajo y de cambio social. Antes se vivía para trabajar y esto está cambiando. Los jóvenes valoran más vivir que su puesto de trabajo.

Una ley de segunda oportunidad debe ser generosa o, como mínimo, tiene que posibilitar rehacer el negocio

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¿Qué hay que hacer para que no siga aumentando? 

Analizar cada causa. Si están desmotivados, habrá que ver cómo motivarlos. Y si se abusa del absentismo, encontrar fórmulas que lo impidan. Estoy convencido de que es un problema que hay que afrontar ya. Los empresarios están preocupados y se ha pedido al Gobierno que tome cartas en el asunto.

¿Qué es lo mejor que se ha hecho en el mundo empresarial en los últimos años?

A pesar de todo lo que hemos dicho, el número de empresas no ha bajado. Tenemos capacidad para ser potentes y debemos serlo porque al final es riqueza, economía y puestos de trabajo. 

¿Qué objetivo tiene la Fundación Pimec?

Nació en 2007 con el objetivo de ordenar lo que ya hacíamos en temas sociales en la patronal sin proponérnoslo. Decidimos canalizarlo todo hacia el mundo de la empresa. Nuestro foco es la persona empresaria o autónoma que pasa dificultades. Nos dirigimos a empresarios y directivos porque no tenemos capacidad para abarcarlo todo y porque ayudando al capitán del barco también ayudamos a toda la tripulación.

Y en la práctica, ¿cómo se concreta?

En cuatro áreas de actuación. La primera y más antigua, EmpPersona, donde ya hemos ayudado a casi 3.000 personas con negocios que pasaban por un mal momento. También está Talento Sénior. El 58,4% de los parados son mayores de 45 años, según cifras del SEPE. Muchas empresas necesitan personal cualificado y no piensan en las personas de más de 45 años. No tienen nada en contra, solo que no caen en ello. Una persona de más de 45 años tiene que hacer el doble o el triple de comunicaciones que una de 24 años para encontrar trabajo. Es una incongruencia. Otra división es la de Salud, donde colaboramos con el Hospital del Mar en temas de salud mental. Y, finalmente, la Nueva Ruralidad, donde trabajamos para impulsar a mujeres empresarias del entorno rural.

¿Qué presupuesto tiene la fundación? 

Unos 400.000 euros. Una parte es donación de Pimec, y otra parte, subvenciones y patrocinadores como la fundación de Mútua General de Catalunya. Espero poder hacerlo crecer porque temas sociales donde actuar en la empresa no faltan.

¿Qué le pediría al actual Gobierno de Cataluña?

Aunque parezca elemental, que gobierne bien y tranquilice la situación en Cataluña. Necesitamos entrar en una dinámica de más dedicación al día a día. Los partidos políticos deben entender que llevamos bastantes años de alteración y que hay que dedicarse a la prosperidad de las personas, a la economía, a la industria y a todos los aspectos sociales propios del gobierno. En cuanto a los impuestos, es difícil hallar una justificación para pagar más. Otra cosa es que se discutan las balanzas fiscales y se entienda que Cataluña debe recibir más o menos, eso es otro tema. Quizá lo que hace falta es más eficiencia en el pago de impuestos, que lo decida el ministerio o la consejería de turno.