Bombones de higo: el fruto de agudizar el ingenio contra la sequía que llegó a la Armada Española

De la agricultura a la repostería sin salir del campo. La sequía ha agudizado el ingenio de muchos agricultores andaluces que durante varios años han visto cómo sus cultivos no salían adelante por la falta de agua. En el Bajo Guadalquivir, esta situación fue el germen del nacimiento de una nueva empresa: 'Lágrimas de Nebrija', un obrador impulsado por Raúl Sánchez que se nutre de lo que dan sus cuatro hectáreas de higueras y que ahora ofrece bombones, mermeladas, lágrimas y pan elaborados a base de higos.

"Fue en verano de 2020 cuando comenzó todo, después de que unos amigos en la playa nos hablaran a mi pareja -Loli Leal- y a mí de las higueras que tenían en Badajoz; entonces vimos la posibilidad de plantarlas como cultivo alternativo, ya que no requiere mucha agua y la sequía ya venía acechando", explica Sánchez.

Cuando empezó la cosecha del algodón, a mediados de septiembre, decidió desplazarse a Extremadura para ver si le seducía el cultivo y decidió comprar las higueras. A partir de ahí, todo fue investigar sobre posibles usos de los higos.

"En plena campaña del algodón y sin siquiera tener higos aún, ya me metía en internet para ver qué podía hacer con ellos. Lo que comenzó siendo una alternativa por la sequía se ha convertido en un negocio y una afición a la que dedico mucho tiempo y que está saliendo adelante con un gran esfuerzo", subraya el promotor de la empresa, que recuerda que en aquella época se dedicaba a comprar productos de distintos supermercados para probar con ellos. "Comencé bañándolos en chocolate y a partir de ahí ya seguí probando cosas", añade.

Sin conocimiento previo en repostería

De hecho, se trata de una actividad a la que dedica su tiempo libre después de pasar "12 o 14 horas en el campo". Y es que la repostería ha llegado a su vida hace apenas unos años, porque su día a día es entre cultivos de algodón, pimientos, maíz dulce o zanahoria. En estos momentos, el obrador permanece cerrado porque el calor perjudica a sus elaboraciones, pero abrirá sus puertas de cara a la Navidad, el momento de mayor auge del negocio.

"No había hecho un pastel en mi vida ni había trabajado jamás el chocolate", asegura Sánchez. De hecho, montó el obrador en la cochera de su casa y no tiene ninguna herencia familiar en el negocio. "He tirado muchísimos bombones en el proceso de aprendizaje, porque he sido autodidacta, pero así he llegado a lo que quería", destaca.

Cosecha concluida

Con la cosecha de higos concluida, lo que queda ahora es hacer los productos ya desarrollados "y seguir inventando". "Al final me ha enganchado esto", reconoce. Ya, además de las elaboraciones a base de higos y chocolate -de la variedad callebout, de origen belga y de primera calidad- se ha lanzado a producir bombones de chocolate de praliné de colores y también pasos de Semana Santa hechos con cacao, entre ellos el de la Macarena.

Y es que la innovación está en la base del negocio. "En Lágrimas de Nebrija, fusionamos la tradición artesanal con la innovación tecnológica, utilizando la última tecnología italiana para crear dulces que cautivan con su textura y sabores únicos. Cada pieza es elaborada con cuidado y atención a los detalles, garantizando que cada bocado sea una experiencia inolvidable", reza en su página web.

La mayor parte de su producción se vende en el propio obrador, si bien la apertura de la tienda on line le ha facilitado llegar a otros lugares. Uno de los más curiosos es el buque anfibio 'Juan Carlos I', icono de la Armada Española. "Nos pidieron varias el año pasado y este año otra vez". A través de Prodetur -entidad dedicada a la Promoción del Desarrollo Económico y del Turismo dependiente de la Diputación de Sevilla, sus productos ha llegado también a Portugal.