La 'startup' que dota de inteligencia artificial a drones para la inspección subacuática de los barcos

“Desde mi niñez en La Línea quise dedicarme a la tecnología. Siempre me gustaba dedicar tiempo a desmontar cualquier aparato, descubrir cómo eran y cómo funcionaban sus componentes, y volverlo a montar. Me he enfocado en la robótica porque percibía que iba a tener un gran impacto positivo en la sociedad. Esa es mi mayor motivación a diario, pensar qué mejoras aportar con utilidad social”. Así se define David Pinto Fernández, de 29 años de edad. Cofundador y director de la startup EONsea, que, con sus modelos de inteligencia artificial y de análisis de imágenes con un software avanzado, contribuye a perfeccionar, acelerar y abaratar mucho la inspección subacuática de las estructuras de cualquier buque, embarcación o plataforma flotante.

EONsea es una aventura de emprendimiento en la que se han embarcado por partida doble David Pinto y su pareja Camila Rodrigues de Carvalho, cofundadora y responsable tecnológica. Camila, nacida en Brasil hace 33 años, ha sido nominada a los WomenTech Network, en la categoría de liderazgo en ciencia de datos e inteligencia artificial. Son premios internacionales que se dilucidarán el próximo día 4 de diciembre.

Ambos se conocieron en Madrid cuando llegaron como jóvenes investigadores de electrónica y robótica al Instituto Cajal, centro internacional especializado en neurociencias, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Así se define ella: “Si hay algo que me caracteriza es mi determinación y mi inconformismo. Mi personalidad inquieta siempre me empuja a salir de mi zona de confort, buscando constantemente la superación y nuevos retos. Creo firmememente en la importancia de inspirar a más mujeres a hacer carreras en tecnología, superando las barreras tradicionales y aportando diversidad a un campo que necesita más voces femeninas”.

Exoesqueletos de robótica para pacientes

David Pinto cursó la carrera de Ingeniería Electrónica, Robótica y Mecatrónica en la Universidad de Málaga, “comencé en el año 2012, soy de la segunda promoción de esa titulación novedosa alentada desde el programa Andalucía Tech, articulado conjuntamente por las universidades de Sevilla y Málaga. Y en 2017 comencé a hacer prácticas en Madrid en el Instituto Cajal, donde me asenté seis años y con el que sigo colaborando para mi tesis doctoral sobre la interacción entre los pacientes y los exoesqueletos robóticos, y cómo mejorarla utilizando realidad aumentada”.

“Estábamos en el Cajal dentro del grupo de neurorehabilitación, con el cometido de tecnología aplicada a la neurorehabilitación. Trabajamos en proyectos nacionales e internacionales en robótica para salud: robótica para rehabilitación, proyectos de sensores aplicados a la lectura del movimiento de los músculos”, explica David. “En paralelo, en 2019 empecé a impartir clases de software para realidad virtual y realidad aumentada, en el Centro Universitario de Arte y Tecnología Digital (U-Tad), en Madrid. Y fue creciendo en mí el interés por esas tecnologías y combinarlas con inteligencia artificial”.

“Los dos teníamos ganas de emprender, y desde dentro de la Administración Pública es muy difícil emprender, aunque está mejorando. Hay mecanismos para transferir las innovaciones creadas, deben potenciarse más. Porque en muchos proyectos europeos de investigación tecnológica de alto impacto los resultados se quedan en un cajón en los laboratorios”.

Algoritmos para imágenes subacuáticas

Confiesa David Pinto que “yo tenía ganas de regresar a Andalucía, mis padres viven en Sevilla, y decidimos emprender desde Sevilla aplicando la inteligencia artificial y la robótica a un ámbito distinto al médico. Me gusta mucho la náutica, y el submarinismo, y en procesamiento de imágenes subacuáticas captadas por drones hay en el mundo pocas empresas especializadas. En España no hay otra con los modelos de análisis que hemos desarrollado sustentados en algoritmos de inteligencia artificial. Y pueden ser usados por el creciente número de equipos de buzos que utilizan drones subacuáticos”.

El nombre de EONsea evoca la dimensión de inmensidad e infinitud que tienen los oceános y mares para el ser humano desde tiempo inmemorial. Asegura que “durante un año hemos estado trabajando en desarrollar y proteger la tecnología. Nuestra gran fortaleza es la capacidad de procesamiento de la imagen. Tenemos modelos de visión para procesar las imágenes, sabiendo que no siempre las aguas en un puerto tienen la misma claridad o turbidez. Se clasifican las imágenes por zonas del barco, y se identifican posibles problemas, como, por ejemplo, la corrosión en acero, o grietas y fisuras, o daños mecánicos, o el desgaste de pintura y revestimientos, o la ósmosis en fibra óptica, o la putrefacción en la madera, o qué tipos de algas y mejillones están incrustados”.

Los clientes pueden ser tanto fabricantes como propietarios, astilleros de mantenimiento o reparación, puertos mercantes o deportivos, navieras,... “Nuestra innovación ayuda a hacer un análisis más en profundidad de la parte sumergida de los barcos, estando amarrados en puerto, para detectar y prevenir averías o incidencias graves. Y la gran ventaja es que todo el proceso de la inspección se simplifica mucho en tiempo y en costes. Por ejemplo, en un barco deportivo la revisión se puede hacer en una hora. Sin necesidad de sacarlo fuera del agua, que es lo habitual. Con nuestro modelo el coste es diez veces más barato”.

Para los grandes buques de la actividad marítima mercante o de pasajeros (portacontenedores, metaneros, graneleros, ferrys, cruceros, etc.), en EONsea han calculado que el porcentaje de ahorro en tiempo y dinero para el análisis y elaboración de los informes es aún más superior que en el caso de los pequeños barcos. “Estamos percibiendo interés tanto en las empresas propietarias de barcos como en los gestores de puertos deportivos o mercantes, y en los equipos de buzos, por incorporar nuestra tecnología a los servicios que ofrecen a sus respectivos clientes, e integrarla en los drones que ya tienen”.

Útil también para instalaciones flotantes

Cuando idearon inicialmente su proyecto, solo pensaban en embarcaciones. Pero ya están también trabajando en cómo aplicar sus modelos de inspección y análisis a las plataformas de piscifactorías, de aerogeneradores flotantes, de placas solares flotantes en embalses, etc. “También podemos cubrir las necesidades de esas empresas”.

El desarrollo de EONsea se está acelerando desde El Cubo, la sede en Sevilla del programa Andalucía Open Future para mentorizar y ayudar a los primeros pasos de startups andaluzas de base tecnológica. “Estamos desde abril de este año, alojados durante ocho meses. En los cuatro primeros se ha mejorado la idea de producto y de modelo de negocio, y ya estamos en la fase de búsqueda de clientes. Hemos crecido, con la incorporación de Juan Suárez Domínguez y Carmen Fornet para ventas y para marketing digital”.