TELECOMUNICACIONES

Telefónica y Vodafone cierran el acuerdo para crear una filial conjunta de fibra y buscarán sumar otro socio

La nueva ‘joint venture’ de redes de ambas telecos llegará a 3,6 millones de hogares, y estará controlada de momento en un 63% por Telefónica y un 37% para Vodafone, a la espera de otro accionista que tomará un 40%.

Las dos compañías también renuevan para los próximos cinco años su acuerdo de alquiler mayorista de la red de fibra

El consejero delegado de Vodafone España, José Miguel García. / DigitalES

David Page

Las grandes telecos confirman la tendencia de búsqueda de nuevas alianzas para ahorrar costes y maximizar inversiones en el despliegue de red en España, el país con mayor extensión de fibra óptica de Europa. Telefónica y Vodafone España han cerrado, tras meses de negociación de los detalles, el acuerdo vinculante para la creación de una sociedad conjunta para compartir parte de sus redes de fibra. Una alianza similar a la anunciada por la propia Vodafone para unir la mayor parte de su red de banda ancha con la de Masorange.

Telefónica y la nueva Vodafone, controlada desde hace unos meses por el grupo británico Zegona, crearán una nueva sociedad de fibra (fibreco, según la jerga del sector de las telecomunicaciones) una vez obtengan las autorizaciones preceptivas. El reparto accionarial pactado de momento contempla que Telefónica se quede con un 63% del capital, frente al 37% restante en manos de Vodafone. Pero la intención de ambas telecos es sumar un tercer socio financiero a la nueva ‘joint venture’ que reconfigurará el accionariado, que acabará controlando cerca de un 40%.

La futura filial conjunta Telefónica-Vodafone cubrirá aproximadamente 3,6 millones de unidades inmobiliarias, con activos que actualmente forman parte de la fibra de Telefónica de España y que representan aproximadamente un 12% de su red nacional. Las compañías estiman que la alianza tendrá inicialmente alrededor de 1,4 millones de clientes, lo que implica un nivel de penetración de aproximadamente el 40%. La nueva filial prestará servicio de fibra óptica a Telefónica España y Vodafone España, tanto para sus servicios minoristas como mayoristas.

Un tercer socio

Telefónica y Vodafone buscan ahorros y eficiencias, pero también conseguirán hacer caja. Y es que los planes de ambas compañías pasan por incorporar a un tercer socio financiero a la nueva sociedad, vendiéndole una participación minoritaria de la compañía. “Tras el cierre e inicio de operaciones, ambas partes tienen la intención de incorporar un tercer inversor en el capital de la nueva entidad de fibra, donde Telefónica mantendrá la mayoría accionarial”, apuntan ambas empresas. La intención pasa por que el nuevo accionista se haga con cerca de un 40% de la sociedad, para que Telefónica mantenga una posición de control con algo más del 50% y que Vodafone España se quede con un 10% en la estructura final.

 “Tras la firma del acuerdo de intenciones del mes de julio, avanzamos con el acuerdo de los contratos definitivos para la creación de esta FibreCo que pone en valor la red de Telefónica, con la captura de eficiencias y la contribución al desarrollo de la digitalización en beneficio de consumidores y empresas”, ha destacado Emilio Gayo, presidente de Telefónica España. “Seguimos dando pasos en nuestra estrategia para transformar a Vodafone España en una empresa más competitiva, eficiente y en crecimiento. Este acuerdo es un hito relevante en nuestro plan, ya que garantizará a nuestros clientes el acceso a las redes de fibra óptica y a un mejor servicio”, ha indicado José Miguel García, principal ejecutivo de Vodafone España.

El espejo de la alianza Masorange-Vodafone

El acuerdo con Telefónica-Vodfone para crear una filial de fibra compartida será similar al suscrito recientemente entre la propia Vodafone España y Masorange, encaminado a la creación de una 'joint venture' de red de fibra, aunque el volumen de hogares gestionados en este caso es bastante superior, con cerca 11,5 millones de unidades inmobiliarias. Masorange y Vodafone España anunciaron el pasado julio la firma de una carta de intenciones no vinculante con los principales términos de un acuerdo de uso compartido de redes en España, lo cual se prevé que se concretará en la creación de una sociedad conjunta de red de fibra, para la cual buscan un tercer inversor.

En caso de concretarse, la nueva sociedad de red compartida dará cobertura a aproximadamente 11,5 millones de instalaciones en el país y proporcionará acceso a servicios de fibra óptica a Masorange y Vodafone España en esa huella. El plan es que Masorange controle el 50% de la sociedad, que Vodafone España tenga el 10% y que el tercer inversor que se está buscando ostente el 40% restante de la 'fiberco'. Además, se espera que el cierre de la operación se produzca en el primer semestre de 2025.

Nuevo contrato de alquiler de red

Además de la alianza para conformar una sociedad conjunta, Vodafone España y Telefónica también han cerrado el acuerdo para renovar el contrato mayorista que les une desde hace siete años y que estaba a punto de expirar, y que permite a Vodafone utilizar parte de la red de fibra óptica de Movistar para completar su cobertura en el mercado nacional. El nuevo contrato, en el que también participa Bluevia Fiber (la filial de fibra de Telefónica para las zonas rurales) entrará en vigor el próximo 1 de enero y se extenderá para los próximos cinco años

Zegona Communications, el nuevo dueño de Vodafone España, saca pecho por escrito de que el futuro contrato con Telefónica incluirá una gran rebaja de los precios del actual acuerdo que firmó en 2017 el Grupo Vodafone, la antigua matriz de la operadora. “Los términos del nuevo acuerdo suponen importantes beneficios económicos para Vodafone España en comparación con sus acuerdos mayoristas actuales”, apunta el grupo británico en una información registrada en la Bolsa de Londres.

La nueva Vodafone España concreta por la vía de los hechos la nueva estrategia con la que reflotar su negocio, volver a la rentabilidad y poder competir en un mercado de agresividad comercial disparada. Una estrategia que busca cortar la sangría comercial y elevar los ingresos, y también aplicar ajustes para reducir costes. La compañía ha emprendido un ERE para recortar casi 900 empleos y ha armado una nueva política comercial con rebajas de precios, con nuevas tarifas más simples y que pueden modularse por el cliente y con una mayor oferta de televisión de pago que incluye parte del fútbol que había abandonado hace años.

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Y Vodafone también trata de asentar el futuro de sus operaciones con una red de alianzas y de contratos mayoristas con sus grandes rivales en el mercado español para poder crecer en clientes de fibra óptica y ampliar su alcance comercial sin tener que ejecutar en solitario inversiones milmillonarias en nueva red de banda ancha. Además del nuevo contrato mayorista con Telefónica, Vodafone trata de renegociar sus contratos con el proveedor de torres de telecomunicaciones Vantage Towers (participado por Grupo Vodafone y los fondos GIP y KKR) para reducir costes.  

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