Los pescadores del Mediterráneo podrán salir a faenar “casi los mismos días” a cambio de medidas de sostenibilidad

Los pescadores del Mediterráneo podrán salir a faenar “casi los mismos días que este año”, siempre y cuando pongan en marcha medidas para hacer su actividad más sostenible, anunció el comisario de Pesca y Océanos, Costa Kadis, la madrugada del miércoles tras cerrar un acuerdo para las cuotas pesqueras de 2025.

“Si se adaptan e implementan las medidas que hemos acordado, [los pescadores en el Mediterráneo] podrá pescar los mismos días, o casi los mismos días, que han pescado este año”, dijo Kadis. El comisario insistió en que el mensaje es que se podrán pescar los mismos días, habrá las mismas oportunidades “pero de forma mucho más sostenible”. 

La propuesta inicial de la Comisión, que el Gobierno español había calificado de “inaceptable”, suponía una reducción de los días de faena del 79%, lo que se traducía en apenas 27 días en el mar. Para el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, esto hacía “inviable” económicamente la pesca de arrastre en el Mediterráneo. 

El ministro celebró es miércoles “un buen resultado después unas difíciles negociaciones”. Según Planas, las medidas compensatorias permiten “neutralizar” la reducción de días de trabajo que planteaba la Comisión. “En términos prácticos, nuestros pescadores van a poder disponer en el año 2025 en el Mediterráneo de los mismos días de trabajo que tenían en el año 2024”, explicó el ministro. 

Planas reconoció que las negociaciones fueron las más difíciles de su carrera. También confirmó el cisma con Francia, que se descolgó de la posición común que habían adoptado junto con España e Italia, que unieron fuerzas hasta el final. 

En todo caso el ministro considera que el resultado es “una magnífica noticia” porque permitiría la actividad pesquera en el Mediterráneo. El futuro, insistió Planas, pasa por avanzar en medidas técnicas que permitan una mayor selectividad en la captura, garantizando “el equilibrio entre la rentabilidad y la sostenibilidad”. 

El ministro insistió en la importancia de preservar la actividad pesquera en el Mediterráneo, que va mucho más allá de lo puramente comercial. 

Una pesca más sostenible

Para la Comisión, dijo Kadis, era importante lograr un acuerdo que fuera “equilibrado y responsable”, que respetara al mismo tiempo la legislación vigente y las recomendaciones científicas. Para eso, se han aplicado los mecanismos de compensación que permitirían ampliar el número de días de faena, al tiempo que “se protege a los juveniles e incentiva la selectividad”. 

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“Los pescadores se podrán beneficiar de un incremento sustancioso de días de pesca”, explicó Kadis, si cumplen con prácticas más selectivas, ampliar las zonas cerradas a la pesca, y utilizan herramientas más innovadoras. En total existen doce medidas de este tipo. Si los buques las aplican todas, pueden alcanzar “una reducción cero” de días de faena, confirmó el Comisario. 

Esto ya ha ocurrido en el pasado. Este año, España logró una mayor asignación de días de trabajo para la flota pesquera de arrastre, a cambio de tomar medidas. En particular, se estableció una parada de cuatro semanas en el litoral para la protección de los juveniles de merluza, y una veda a más de 800 metros de profundidad. Los armadores podían optar también por usar una malla más selectiva o puertas voladoras, que no tocan el fondo marino. 

Según Planas, solo cambiando con el uso de mallas de 45 milímetros para la pesca costera y de 50 milímetros para el conjunto de la flota de pesca de profundidad, se compensaría la reducción de días de trabajo. Pero además, existen otras medidas como la posibilidad de ampliar las vedas. 

Consciente de que esto supone una inversión, la Comisión anunció que podrá a disposición de los pescadores ayudas en el marco del Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura. Planas confirmó que el gobierno ya ha consultado al ejecutivo comunitario la posibilidad de hacer uso de fondos europeos para hacer frente a los costes. “Vamos a buscar mecanismos de apoyo público para hacer lo más liviana posible la implementación de estas medidas”, explicó el ministro. 

Primeras reacciones

Representantes del sector siguieron muy de cerca la negociación, desde un hotel a apenas seiscientos metros del edificio Europa donde se reunían los ministros. Tras concluir la negociación, Planas se reunió con ellos para contarles los resultados. Su postura es mucho menos optimista. 

”Nos encontramos con un nuevo giro de tuerca al sector pesquero del Mediterráneo”, dijo Javier Garat secretario general de la Confederación Española de Pesca, "para poder mantener los días de pesca habrá que hacer un esfuerzo adicional, que no todos podrán cumplir". Además, Garat lamentó que se reduzca las posibilidades de pesca de gamba roja en un 10%. 

Garat añadió que se trata de "un reglamento complejo que requiere un estudio sosegado" y quedan flecos por negociar con la Comisión, en particular en lo referente a las ayudas para finnaciar las nuveas redes o el uso de puertas voladoras. "En definitiva, tendrá consecuencias sociales y económicas en el sector pesquero del Mediterráneo. Veremos cuántos logran sobrevivir", lamentó. 

Planas dijo que el Gobierno se sentará ahora con las comunidades autónomas y representantes del sector para analizar en qué se traduce técnicamente el acuerdo político del Consejo y cómo implementarlo. También reconoció que el coste de poner marcha estas medidas dependerá de las necesidades de cada buque y que ahora, y que, si fuera necesario, se podrían estudiar otras formas de apoyo.

Durante la rueda de prensa posterior al Consejo, Kadis tuvo unas palabras para los pescadores a los que agradeció los esfuerzos de los últimos cinco años. “Sé que no es fácil, y dado que la mortalidad sigue siendo muy alta en algunas especies, seguimos pidiendo a los pescadores que hagan esfuerzos. Pero las soluciones acordadas hoy, combinadas con los fondos europeos, contribuyen a limitar al máximo posible el impacto socio-económico”, dijo el Comisario. 

Planas reiteró su convicción de que la propuesta de la Comisión era “desenfocada e inaceptable” y alegó que, en retrospectiva, el ejecutivo comunitario “cometió claramente un error haciendo una propuesta de carácter tan radical”. El ministro invitó al Comisario de Pesca a hacer una reflexión y abrir un proceso de diálogo sobre el futuro del sector. “Una de las cuestiones fundamentales es que no podemos cambiar las reglas de juego de un año para otro”, dijo el ministro. 

El acuerdo se logró al filo de la media noche, tras una larguísima jornada de contactos, y consiguió el respaldo unánime del Consejo. Para el ministro húngaro, István Nagy, que capitaneó las negociaciones, el texto refleja el equilibrio entre permitir que los pescadores continúen con su actividad y que se preservan los ecosistemas marinos. La incógnita, tras días de huelgas y protestas, es cómo reaccionará el sector.