La superficie invernada de Andalucía oriental supera las 34.900 hectáreas, un 10 por ciento más que en el año 2001, según la Cartografía de invernaderos en Almería, Granada y Málaga, realizado a partir de imágenes de satélite y que presentó el consejero de Agricultura, Rodrigo Sánchez Haro, en el marco de la feria celebrada la semana pasada en Ifema, Fruit Attraction. Asimismo, la producción de las hectáreas protegidas andaluzas asciende a cuatro millones de toneladas de alimentos, que comprenden el 80 por ciento del pepino, el calabacín y la berenjena de España, y más del 70 por ciento del tomate de invernadero y del 60 por ciento del pimiento que se cultiva en todo el país.

El cultivo protegido en Andalucía es un referente a nivel europeo. Sin embargo, no goza del reconocimiento que merece. Por eso, desde la Interprofesional Española de Frutas y Hortalizas (HortiEspaña) se aprovechó también el marco de Fruit Attraction para presentar la campaña Cultivos de invernadero, con la intención de «poner en valor los cultivos de invernadero».

Esta acción se lanzó en julio con el lema Lo natural es proteger lo que más importa, «con la pretensión de llegar al consumidor y transmitirles las bondades y cualidades de las frutas y hortalizas, que se cultivan bajo invernadero en el sureste español, y el valor del modelo de producción de este sector que es referencia a nivel mundial», apuntó el presidente de HortiEspaña, Francisco Góngora.

Para Andalucía, sobre todo para la parte oriental, este tipo de cultivos ha sido una salvación económica. Así, lo aseguró el exembajador de España Inocencio Arias, quien recordó que no hace mucho tiempo no podía hablar de su tierra «más allá de las uvas o las películas del Oeste». Sin embargo, en la actualidad aseguró que presume «de la huerta de Europa, y de un sistema de producción que es modelo de trabajo eficiente, respetuoso con el medio ambiente y comprometido con la sostenibilidad». Un modelo del que dan buena cuenta el esfuerzo de 20.000 agricultores, señaló.

La mala fama del cultivo protegido viene dada, según el presidente de AGR, Mateo Blay, por el desconocimiento, que ha creado «falsas creencias» y ha provocado que los consumidores no aprecien los aspecto inherentes al cultivo bajo invernaderos.

Por eso, este tipo de campañas, junto a un showcooking que se celebró en la feria, pretenden «desmitificar y descubrir una realidad» de este sistema de cultivo «para contrarrestar esas erróneas percepciones sobre nuestro modelo de producción con argumentos objetivos, certificables y avalados por informes científicos, y autoridades académicas, que demuestran todo un abanico de bondades y efectos diferenciadores que debemos poner en valor», recalcó Góngora.