«No podemos basar nuestra estrategia de competitividad única y exclusivamente en los precios»

Antonio Gallego Jurado es consejero y Director General de MIGASA, una de las empresas productoras de aceite más importantes de toda Europa. Repasa algunos aspectos esenciales de la actualidad económica

22 mar 2022 / 15:11 h - Actualizado: 24 mar 2022 / 15:28 h.
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  • Antonio Gallego Jurado. / Fotografía cortesía del señor Gallego Jurado
    Antonio Gallego Jurado. / Fotografía cortesía del señor Gallego Jurado

Parece que ha pasado lo peor de la pandemia, pero tenemos en marcha un conflicto bélico que podría resultar desastroso, el cambio climático sigue dejando señales preocupantes y la inflación sigue manteniéndose intacta con tendencia al alza. ¿Es esto el cuento de nunca acabar? ¿Es la incertidumbre una constante en la ecuación cada día más importante?

‘En las empresas siempre hay incertidumbres, de una clase u otra, y los empresarios somos personas acostumbradas a vivir con ello, aunque sin duda nos está tocando vivir ahora tiempos que podríamos calificar como “interesantes”, cuanto menos. Pero insisto, la incertidumbre siempre ha sido un factor constante en la vida empresarial que se ha hecho muy patente en el escenario actual.

El inicio de la pandemia en 2020 supuso un parón del consumo en sectores como el HORECA y toda la incertidumbre que se generó frenó el crecimiento de la economía mundial y como consecuencia el de casi todas las empresas y casi todos los sectores. Era algo desconocido para todos. No obstante, creo que, en general, las empresas y la sociedad hemos reaccionado bien, nos hemos adaptado y estamos saliendo, porque no hay más remedio que trabajar más cuando las cosas se ponen difíciles y tirar de ingenio y de innovación. Yo soy una persona optimista y me gusta transmitirlo.

Las empresas como la nuestra, empresas familiares tan pegadas a la tierra y al trabajo de los agricultores, tenemos en el ADN la capacidad de adaptación, la cultura del esfuerzo y una visión a largo plazo que nos permite tener perspectiva y saber que para perdurar hay que saber evolucionar Cuando centramos la visión en una pequeña parte, solo en el “ahora”, los cambios parecen abruptos, pero en MIGASA no solo miramos el “ahora”, tenemos una visión más amplia que incluye el pasado y el futuro, que nos permite tener una perspectiva más amplia y desde la tranquilidad entender que la vida y la empresa están en evolución constante’.

Los costes de la energía son demoledores ¿hasta qué punto puede influir esto en las empresas y en los precios? ¿Puede ser la razón para que la pescadilla se muerda la cola y la inflación se convierta en un mal crónico?

‘No cabe duda que los costes energéticos y otros que, en definitiva, afectan a la actividad empresarial, necesariamente acaban repercutiendo en los precios, en los mercados y en las empresas. Aunque no es fácil ni rápido que esto suceda.

Sin embargo, tenemos que empezar a pensar que el precio no es lo único que incide en la decisión de compra de nuestros clientes y consumidores.

En MIGASA, pese a la escalada de los costes en la que parece que estamos inmersos, somos optimistas ya que hay un hecho destacable, aplicable a nuestro sector y a otros tantos, y es que los productos de calidad, como es el caso del aceite español, cada vez se venden más y mejor aquí y en el mundo. Lo que hay que hacer es seguir promocionando e impulsando el consumo de aceite de oliva, tanto a nivel nacional como internacional, ya que tenemos el mejor aceite de oliva del mundo. Quiero decir con esto que es importante que pongamos de verdad en valor los productos de nuestra tierra, solo haciéndolo conseguiremos minimizar el impacto de los vaivenes de precios e inflación. No podemos basar nuestra estrategia de competitividad única y exclusivamente en los precios: tenemos empresas y productos de alto valor añadido y hay que creer en ello y aprender a transmitirlo’.

Se escuchan cifras astronómicas sobre fondos que llegan desde la UE ¿es la burocracia tan abrumadora como parece para poder acceder a esos fondos?

‘Parece razonable que las administraciones públicas encuentren ese equilibrio entre garantizar la mejor aplicación posible de estos fondos públicos para la recuperación económica y la modernización y la accesibilidad a los mismos por parte de las empresas. No obstante, todas las empresas no disponen de los mismos recursos para optar a estos fondos, y mientras más sencillo sea mejor y tengo que decir que, en cuanto a agilidad en la forma de solicitarlas, afortunadamente, son muchas las instituciones y administraciones que están trabajando para facilitar el acceso.

Hay algo que me gusta seguir solicitando y es que, dentro de este asunto de las ayudas, no todas las empresas tienen la misma clasificación o baremo a la hora de solicitarlas. Por ejemplo, en una gran empresa el máximo de ayuda que se puede solicitar es de un 25 por ciento del total de lo invertido, en una pyme, ese baremo sube al 30 por ciento, y si es una cooperativa sube hasta el 50 por ciento aproximadamente. Bueno, yo personalmente tengo una idea sobre esto que me hace hablar y tratar de convencer a las administraciones para que se equilibre algo más entre los diferentes grupos ese porcentaje de ayuda.

Creo que existe la opinión compartida por administraciones, empresas y ciudadanía en general de que se trata de una oportunidad de impulso que nuestro país y nuestra región no deberían desaprovechar’.

¿Se puede ser optimista, hoy, siendo empresario? ¿2022 será un buen año?

‘Para ser empresario hay que ser un gran optimista y trabajar para que no haya motivos para pensar lo contrario. Me considero una persona de espíritu positivo, joven y emprendedor y hoy formo parte de un proyecto ilusionante y vivo, sigo apasionado de mi trabajo, del campo y también de las personas.

MIGASA es una empresa familiar que está formada por más de 1200 personas y en la que confían más de 80.000 familias de agricultores. Trabajamos con un producto de alta calidad y un equipo comprometido, profesional y que siente verdadera pasión por el campo, que es flexible y que dan lo mejor de sí mismos cada día.

Si a esto sumamos nuestra apuesta por la innovación enfocada a obtener productos que mejoren la calidad de vida y salud de las personas, siendo sostenibles y favoreciendo la economía circular, pienso que tenemos los ingredientes para que este 2022 sea un buen año’.