Poco periodismo, mucho espectáculo

El infoentretenimiento, por supuesto, no es nada nuevo, sólo un fenómeno tremendamente ampliado gracias al avance tecnológico que se traduce en hiperinformación y en prosumidores

12 jul 2020 / 05:00 h - Actualizado: 12 jul 2020 / 05:00 h.
"Crónicas empresariales"
  • Poco periodismo, mucho espectáculo

Las estrategias empresariales han conducido a que, poco a poco, el periodismo, sobre todo en TV, gire hacia una especie de espectáculo donde el periodista es el protagonista. Así surge la información como entretenimiento.

El infoentretenimiento, por supuesto, no es nada nuevo, sólo un fenómeno tremendamente ampliado gracias al avance tecnológico que se traduce en hiperinformación y en prosumidores. Hace tiempo que el profesor Mariano Cebrián Herreros comenzó a hablar de vedettización del periodismo. La información se empezaba a mezclar con excesivo protagonismo del presentador de informativos y otros periodistas, hasta el punto de que comenzó poco a poco a prevalecer la forma sobre el fondo, al tiempo que los temas eran tratados con mayor ligereza. El periodista empezaba a ser noticia por sí mismo, algo que ha ido en aumento, contraviniendo una máxima clásica de la profesión: el periodista no es noticia sino intermediario entre ella y los públicos.

Periodismo y empresa

Hoy, el presentador es a menudo clave en un informativo de televisión, lo vemos deambulando por el amplio set, en diálogo con su compañero o compañera, a veces en una especie de coqueteos mutuos e incluso, fuera del estudio del informativo, en otros estudios pero esta vez anunciando productos con lo cual se están vulnerando los códigos deontológicos que prohíben mezclar periodismo con publicidad. Sin embargo, como los colegios de periodistas no tienen poderes ejecutivos tal y como son los casos de los colegios de médicos o de abogados, ahí está, ante nuestros ojos, una falta total de profesionalidad por parte del periodista y una teatralización del periodismo. Y es que periodismo, empresa y poder entrecruzan demasiado sus caminos y los mezclan.

En España, un informativo audiovisual se compone, básicamente, de estas partes:

· Trazos sobre la batalla política nacional. Abundante periodismo de declaraciones con reiterada repetición de las mismas caras. El periodista apenas desarrolla trabajo propio original, está sometido a fuentes oficiales de todo tipo que le marcan la agenda del día de su trabajo.

· Visión de la información internacional con especial incidencia en aspectos muy llamativos y fáciles de entender, sucesos o catástrofes.

· Abundante sección de información de sucesos a nivel nacional.

· Deportes, con un espacio temporal especial dedicado al fútbol y, dentro de él, a Real Madrid y Barcelona.

· Curiosidades o “información ligera” como colofón.

· Climatología.

Hace años el espacio El tiempo formaba parte del informativo, pero ahora se separa de él para tener patrocinio propio, es la sección más seguida por los públicos y en él de nuevo el vedetismo se unifica con la infografía en una puesta en escena cuasi espectacular. De la tiza y el semblante triste de Mariano Medina en los años 60, a quien se le solía enfocar sólo medio cuerpo mientras en plan profesor de colegio nos mostraba en una pizarra las isobaras y las borrascas, hemos pasado a unas señoras y señores jóvenes, sonrientes, vestidos por marcas de moda, que se pasean de un lado a otro del plató, señalando lo que los minuciosos programas informáticos hacen posible a base de colorido y movimiento.

Inquietud y miedo

Al margen de la información meteorológica, el informativo se convierte pues en un entretenimiento que logra sembrar en los receptores no conocimiento de lo que pasa sino inquietud y miedo por lo que pasa, puesto que la narración de la actualidad no contextualiza, aquello que proyecta ni apela por lo general a la razón, a racionalizar lo que ocurre y así combatir el principio psicológico de la incertidumbre, sino que se dirige a las emociones con el objetivo de lograr audiencia. El domingo pasado, en esta misma sección, se indicó la importancia de las emociones en el humano y, dada su importancia, volveré sobre el tema en otra ocasión.

Naturalmente, se trata de un modelo importado sobre todo de Estados Unidos, que se ha vuelto internacional. A su vez, gran parte del resto de la programación audiovisual se dedica a la evasión y al ocio, es decir, al entretenimiento que con frecuencia es útil para pasar el tiempo, simplemente, sirviéndose el mensaje de la comodidad a la que tiende el cerebro, de la que también hablé ya.

La deriva hacia el entretenimiento televisual

En el libro editado por Carme Ferré Pavia Infoentretenimiento. El formato imparable de la era del espectáculo, se lleva a cabo un rápido repaso del infoentretenimiento desde lo no digital hasta lo digital que demuestra varios casos y momentos de entretenimiento antes y durante la era digital. En el libro, el infoentretenimiento, se estima que es el resultado de un cambio estructural en la comunicación así como una respuesta a la necesidad de atraer la atención del público, debido a la competencia que genera la irrupción de Internet y la convergencia de medios. Las consecuencias de este proceso son la manipulación de las informaciones, la banalización de los hechos y los cambios en el lenguaje, dando como resultado una nueva forma de contar e interpretar los hechos.

Cuando hablamos de los estudios sobre infoentretenimiento en España hay una figura que destaca: Salomé Berrocal Gonzalo. Junto con Marta Redondo García y Eva Campos Domínguez –las tres de la Universidad de Valladolid- publicó “Una aproximación al estudio del infoentretenimiento en Internet: origen, desarrollo y perspectivas futuras”, donde podemos leer: “Desde los años 80 distintos estudios, tanto internacionales como nacionales, han dado cuenta de una variación en la naturaleza de la información televisiva consistente en combinar la información con el entretenimiento. Para referirse a este proceso comenzó a utilizarse el término anglosajón infotainment y su traducción castellana infoentretenimiento, un vocablo que pone de manifiesto la tendencia en el periodismo –principalmente televisivo–, a difuminar las fronteras entre aspiraciones tradicionalmente distantes e incluso divergentes. La expresión deja clara la evolución hacia la hibridación que vive el mensaje audiovisual donde información y diversión aparecen unidas”.

Las autoras coinciden con el antes citado Mariano Cebrián, y otros, cuando analizan las distintas indagaciones que se han producido sobre el hecho: “Las investigaciones consultadas identifican los motivos de la aparición del infoentretenimiento en las televisiones occidentales coincidente con la expansión de la televisión privada frente a la pública y, derivado de ello, la necesidad de desarrollar estrategias para atraer a una audiencia masiva en un mercado altamente competitivo. El condicionante económico, pues, se sitúa en el origen del fenómeno. Un medio como la televisión generalista con altos costes de producción y dependiente casi por completo de la publicidad para financiarse necesita ser masivo para resultar rentable, por tanto, debe rebajar las aspiraciones en cuanto a la temática y complejidad de su mensaje puesto que una elevación excesiva podría resultar disuasoria para el gran público”.

El mundo de Internet

Tras detenerse en el estudio del infoentretenimiento televisual, trasladan sus observaciones al mundo de Internet, sobre el que aportan como ideas esenciales:

· Internet se constituye como un poderoso espacio de albergar información.

· Se alimenta de forma constante de todo tipo de informaciones y opiniones sobre asuntos del debate público, pero también de anécdotas, frivolidades, hechos triviales o historias que apelan al morbo o al voyerismo de los internautas, de forma que podríamos considerar que la red se convierte, además de en un medio informativo, en un medio para la socialización, la diversión y el entretenimiento.

· Desde los estudios de periodística, las investigaciones sobre la red parecen centradas en este momento en explorar las posibilidades tecnológicas para la edición, elaboración y difusión de información; la participación política de los ciudadanos a través de lo que se ha dado en llamar ciberdemocracia, el papel de los periodistas como catalizadores de la información o la convergencia de los distintos medios y soportes, afrontando en menor medida análisis de contenido más tradicionales y también difíciles de abarcar dada la ingente cantidad de información y datos que la red facilita.

· En cuanto a la presencia de infoentretenimiento en la red, la mayoría de las investigaciones —tanto dentro como fuera de España— se han concentrado en estudiar esta tendencia en los contenidos políticos difundidos en Internet, analizando, por ejemplo, los vídeos del portal YouTube, la comunidad de vídeos online más popular del mundo.

· En España, algunos de los últimos trabajos han analizado la presencia de los principales líderes políticos tanto occidentales como españoles en los vídeos más reproducidos en YouTube, concluyendo que los vídeos más vistos de estos protagonistas corresponden precisamente al género del infoentretenimiento, como género transferido del medio televisivo a la red.

Los investigadores han venido estudiando la interactividad que favorece las relaciones entre los distintos actores de la comunicación tanto de forma vertical —en una doble dirección: de emisor a receptor y de receptor a emisor—, como horizontal —entre los mismos receptores—. Los trabajos sobre el tema suponen un goteo incesante que, por lo general, suelen centrarse en programas concretos de televisión y en el mundo deportivo, que velozmente se han ido extendiendo a las redes sociales, con investigadores destacados en este terreno como pioneros en España: en 2008 Francisco Campo Freire publicó “Las redes sociales trastocan los modelos de comunicación tradicionales” y en 2011 Sara Ortells Badenes “Infoentretenimiento y Redes Sociales: nuevas herramientas para captar a la audiencia” que concluía entonces con estas palabras: “La fuerza comunicativa de las redes sociales aún está por explorar, de momento, solo se ha visto la punta del iceberg, lo que esconde debajo aún está por descubrir, y puede que cuando los medios de comunicación descubran cómo aprovechar el potencial de estas nuevas relaciones sociales, cambie por completo el concepto de comunicación tal y como lo conocemos ahora”.

Así ha sido. Toda esta dinámica de entretenimiento cibernético en redes sociales viene precedida por la llegada del ciberperiodismo que ahora le sirve de contexto mediático en el seno de la sociedad y la cultura digital. En el ámbito de los estudios sobre ciberperiodismo, han destacado en España en los últimos años especialistas como Javier Díaz-Noci. Este autor, junto con Masip, Domingo, Micó-Sanz y Salaverría, ya nos ofrecieron en 2011 un texto decisivo llamado Investigación internacional sobre ciberperiodismo: hipertexto, interactividad, multimedia y convergencia, donde se colocaron las bases académicas de un nuevo periodismo que en nuestros días se mezcla –en mi opinión a veces peligrosamente para el rigor periodístico- con los contenidos de las propias redes sociales.

En una próxima entrega sobre este fenómeno actualísimo me detendré en las relaciones entre este tipo de producto empresarial -el mensaje- y la psicología del receptor.