La empresa de telefonía móvil The Phone House emitió ayer un comunicado en el que informó a sus trabajadores del primer despido colectivo en la historia de la compañía. El escrito comienza así: “En el día de ayer, 30 de septiembre de 2020, finalizó el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de fuerza mayor, derivado del Covid-19 que nuestra Compañía implantó desde el pasado 14 de marzo de 2020”.
En dicho comunicado, la empresa asegura que “el referido ERTE de fuerza mayor no ha sido una medida suficiente para paliar la grave situación económica y productiva en la que se encuentra actualmente nuestra compañía, con motivo de la excepcional situación económica negativa que está atravesando la empresa, no solo por la situación generada por el COVID-19 sino por la que ya se venía arrastrando con anterioridad”
En esta línea, y en aplicación de lo previsto en los artículos 51 del Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores (en adelante ‘ET’), “la Dirección de The Phone House Spain SLU les notifica la intención de la Empresa de proceder a un DESPIDO COLECTIVO, por causas económicas y productivas”.
El total de centros afectados por este despido es de 148. Entre estos, quedan comprendidos un centro de trabajo en el que existe representación legal de los trabajadores (centro de Coslada) y 147 centros de trabajo (146 tiendas y un centro de soporte en Madrid), en los que no existe dicha representación, ni comité de empresa ni delegados de personal.
A este respecto, la empresa ha comunicado a sus empleados que “es necesario que todos los trabajadores procedan a elegir a sus propios representantes de conformidad con las reglas establecidas en el art. 41.4 del ET”. De momento, no es concreto el número de trabajadores que formarán parte de este despido ni que las tiendas afectadas echen el cierre.
The Phone House es propiedad del grupo vasco Dominion. Según ha podido saber este periódico, tras dar por finalizado su periodo de ERTE por Fuerza Mayor COVI, la compañía ha decidido no acogerse a la prórroga ofrecida por el Gobierno de España, tomando así esta drástica decisión contra sus trabajadores. Desde el seno de este colectivo han asegurado que la intención de realizar un ERE era “una idea que se llevaba palpando desde hacía tiempo y creemos que se ha aprovechado esta coyuntura para presentarlo”.
Por su parte, a finales del pasado mes de julio, Dominion, dedicada a prestar servicios tecnológicos y de ingeniería avanzada, hizo oficial el logro de haber cerrado el primer semestre con un moderado beneficio, cercano al millón de euros, pese al significativo impacto que ha tenido en su operativa la pandemia provocada por el COVID-19.
El cierre de muchas instalaciones industriales y de servicios para los que trabaja Dominion en 35 países del mundo durante varios meses originó un descenso del 12% en sus ingresos totales, situándolos en una cifra de 464 millones de euros.