En el sector de las energías renovables no hay una oportunidad laboral, sino muchas. España se ha puesto el objetivo de reducir la emisión de gases de efecto invernadero en un 23 por ciento para 2030 y, para ello, es vital el papel de las renovables, ya que se espera lograr un 42 por ciento de su presencia sobre el uso final de la energía. Además, en cuanto a la electricidad, el 74 por ciento deberá provenir de fuentes renovables (un 100 por cien en 2050), por lo que las salidas profesionales en este ámbito tienen un futuro prometedor. Más aún si tenemos en cuenta el potencial renovable que hay en nuestro país, sobre todo, en el caso de la energía solar y eólica.
De hecho, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) detalla que las inversiones en renovables generarán entre 107.000 y 135.000 empleos durante la década, que beneficiará a la industria manufacturera, a la construcción y a los servicios asociados al sector renovable. Asimismo, favorecerá la disminución de la dependencia de unas importaciones de combustibles fósiles que suponen una elevada factura económica.
Desarrollo rural y empleo
El empleo que va a generar este sector también será una oportunidad para las zonas rurales y la España vaciada, ya que, según el informe «La electricidad: palanca de desarrollo para la España vaciada» de Harbour Energy, este sector pretende priorizar los proyectos que acrediten la generación de empleo local e incluya compromisos de formación para capacitar a trabajadores locales en acciones de mantenimiento y limpieza de las instalaciones. Además, pretenden que los proyectos apuesten por incorporar socios locales para su desarrollo y gestión.
Una de las causas de la despoblación en zonas rurales se debe a la falta de oportunidades laborales, por lo que las energías renovables pueden ser una importante palanca de desarrollo. Al final, la implantación de este tipo de instalaciones no solo genera empleo, sino nuevas salidas profesionales alternativas a las que tradicionalmente han existido en los municipios rurales.
Los perfiles más demandados
La formación más demandada para trabajar en el sector de las renovables es la carrera de Ingeniería, pero también los grados superiores de Formación Profesional como Energías Renovables, Electricidad y Electrónica o Mantenimiento de Instalaciones Térmicas y de Fluidos.
En este sentido, un estudio de la consultora Robert Walters señala que los cuatro perfiles más demandados para el sector de las energías renovables este año son: desarrollador de proyectos (para evaluar la viabilidad técnica, financiera y legal de los proyectos), ingeniero de diseño expertos en líneas de alta tensión y subestaciones (para gestionar la evacuación de la energía generada), comerciales de venta de productos (para aumentar las ventas e inversiones) y perfiles técnicos enfocados a la investigación de soluciones para el almacenamiento de energías renovables, como las baterías. Entre estos expertos en renovables, el estudio afirma que el 34 por ciento espera recibir un incremento salarial este año y un 20 por ciento espera recibir un bonus.