Sequía y reducción de la superficie cultivada disparan el precio del chocolate en Canarias

Los productores del sector calculan un encarecimiento inmediato de las tabletas y el resto de productos derivados del cacao

Un agricultor sostiene un puñado de granos de cacao. / FERLEY OSPINA / BLOOMBERG

Julio Gutiérrez

La sequía y una drástica reducción de la superficie cultivada han provocado un incremento de precios del cacao que aún no se ha traslado en su totalidad a los lineales de los supermercados canarios. Ocurrirá, y cuando lo haga, el coste de una tableta de chocolate para el cliente final se disparará entre el 30% y el 50%, en función de la cantidad de materia prima que requiera su elaboración, según varios productores isleños.

Las próximas navidades regalar chocolate de La Isleña, Tirma o La Candelaria, por ejemplo, tendrá un poco menos de recurso socorrido y estará más cerca del lujo. Además, el primer día del año próximo entrará en vigor la exigencia de la Unión Europea (UE) de certificar que todo el cacao importado –también se aplica al café y otras materias primas– procede de plantaciones que están operativas desde al menos el año 2020.

La UE exigirá desde el año próximo un certificado antideforestación para todos los insumos

Esa lucha contra la deforestación puesta en marcha por Bruselas «agobia» un poco más al sector. Las comunicaciones remitidas a la Comisión Europea (CE) en busca de una moratoria de un año más para la exigencia del EUDR –nombre dado al certificado– para dar tiempo a que la situación en los mercados internacionales vuelva a cauces más parecidos a los habituales han caído por el momento en saco roto.

No se discute la conveniencia de la medida, pero dados los problemas que están teniendo los flujos de comercialización del cacao, se teme un colapso. La demostración de la inocuidad para la masa forestal del producto importado se garantiza a través de ortofotos que habrán de cargarse en unas plataformas que cuando restan cuatro meses y diez días para la entrada en vigor aún ni existen.

El origen del problema

El de cumplir con la normativa europea será un problema a futuro, en caso de concretarse. Lo del presente es más complicado de revertir. Evitar es imposible dado que ya se ha producido. En el origen están los dos grandes productores mundiales de cacao: Ghana y Costa de Marfil. El 65% de la oferta mundial crece en suelo de estos dos países de África Occidental. El tercio restante se lo reparten otros estados como Brasil, Perú o República Dominicana entre otros. 

El director general de La Isleña, Pedro Ortega, señala la «falta de planificación» como una de las grandes causas para el abandono de las explotaciones agrícolas. El dinero que ghaneses y marfileños reciben por trabajar en las plantaciones no les garantiza el sostenimiento del más modesto proyecto de vida. El resultado es que tienen que buscar otras salidas que les proporcionen mayores ingresos.

Los agricultores locales no perciben los suficiente como para seguir

¿Existen esas alternativas? Otras fuentes del sector apuntan a la entrega de las fincas a los modernos buscadores de oro. El cacao se mantiene en el perímetro con el fin de que las herramientas necesarias para la búsqueda del preciado metal queden a salvo de miradas ajenas. Este trasvase, unido a los efectos cada vez más visibles del cambio climático, es capaz de generar la tormenta perfecta que se está viviendo.

La continua emisión de gases nocivos a la atmósfera ha traído las prolongadas sequías que los expertos anunciaron durante al menos las tres última décadas. Pero hay más. El pasado abril un artículo publicado en la revista científica Plos One alertó sobre la aparición de nuevas y más dañinas cepas del virus que causa la enfermedad de los brotes hinchados del cacao.

De noviembre a enero

La principal cosecha del año va de noviembre a enero. El mercado no había descontado en toda su dimensión la caída de la producción, que finalmente fue del 30% con respecto a la gran recogida de grano 2022-2023. Si un contenedor de pasta de cacao tiene un coste aproximado de 40.000 euros, el último diciembre ya había alcanzado los 100.000 euros; en abril, el tamaño del disparate se pagaba a 300.000 euros.

El IPC señala que el chocolate está en España un 14% más caro que en julio del pasado año

Todas las previsiones de las fábricas de elaboración de chocolate, incluidos los precios finales, estaban trazadas sobre un escenario de dificultad, pero alejadas del drama que finalmente se ha concretado. El precio del chocolate sube más de dos dígitos en lo que va de año. En concreto, según los últimos datos del IPC de julio publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el precio del chocolate se ha disparado un 14,1% en lo que va de año, informa Europa Press.

Sin embargo, todavía está por llegar el arreón final que hará recaer sobre las tabletas de chocolate en toda su dimensión –cacao en polvo, ambrosías o cualquier otra referencia– la subida que ha experimentado la materia prima. También, y es un factor que añade Ortega, porque cada vez son más los países consumidores. «China se ha incorporado recientemente y el tamaño del mercado no se amplía», cita como ejemplo el también presidente de la patronal de Las Palmas, CCE.

El recorte de la producción hace temer retrasos en la llegada de los contenedores

Los productores canarios califican este 2024 como «muy malo» para sus intereses. También lo será para el bolsillo de los ciudadanos más golosos. Lo peor es que todos sin excepción dan por descontado que el próximo será aún peor. Eso en el caso de que los contenedores lleguen, porque la caída de la producción amenaza con recortar la entrada de cacao en los puertos del Archipiélago.

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Se adelantaron las compras para intentar frenar la escalada de precios. Ya en ese momento la subida era más que considerable. El problema añadido es que esa práctica ya no cabe porque la oferta se ha recortado tanto que existen dudas hasta sobre si llegará en tiempo lo ya negociado.

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