Elecciones europeas

Vox dobla sus escaños en Europa en plena ola de expansión de la ultraderecha

Consigue duplicar su representación con 6 escaños y un 9,62% del voto

Los de Abascal culminan un ciclo electoral que parecía a la baja con el apoyo de un electorado que crece en paralelo al PP

Santiago Abascal junto al candidato de Vox al parlamento europeo, Jorge Buxadé.

Santiago Abascal junto al candidato de Vox al parlamento europeo, Jorge Buxadé. / A. Pérez Meca

Elena Marín

Vox ha logrado doblar sus resultados y colocarse con 6 escaños en el Parlamento europeo en plena ola de expansión de la ultraderecha en Europa. Con este resultado culmina un largo proceso electoral en España que para los de Santiago Abascal comenzó con pocas expectativas y una posible debacle a la vista, sin embargo, finaliza con la extrema derecha española haciéndose fuerte. Con 3 escaños más que en 2019, Vox confirma este 9J que tiene un electorado sólido que no depende, al menos de momento, de lo que consiga su rival directo, el PP.

Con estos escaños Vox duplica su representación en el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, formación euroescéptica que aglutina también a los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni y otros partidos de ultra derecha de otros países comunitarios. Pero su peso en el continente sigue siendo aún inferior a la de otros líderes europeos de esta órbita como la propia Meloni, Marie Le Pen - que ha arrasado en Francia- o Víktor Orban, asociados de momento a otros grupos ultra en el Parlamento Europeo.

Con 1.670,092 votos frente a los 1.393.684 conseguidos en 2019, un 9,62% del total esta noche y un 6,21% en la última cita, Vox se sitúa como tercera fuerza española en el Parlamento Europeo, por delante de Sumar. En 2019 obtuvo 3 escaños, pero con el nuevo reparto que se hizo tras la salida de Reino Unido por el Brexit, ganaron uno más, de manera que al final de esta legislatura tenía ya cuatro.

Hace cinco años, Vox competía con Ciudadanos, entonces pujante, y PP. Los resultados de esta jornada muestran que aunque el PP ha atraído a los votantes naranjas, Vox mantiene la tendencia de las vascas y catalanas, donde conservó su representación a pesar de las dudas iniciales, y se nutre de nuevos votantes sin que el crecimiento del PP interfiera en la resistencia de los de Abascal. La entrada de Se acabó la fiesta, la formación antisistema de la ultraderecha de Alvise Pérez, que ha logrado tres escaños, tampoco ha impedido este crecimiento en Vox, aunque no es posible saber de momento si ha puesto techo a esa subida de la candidatura de Buxadé.

Elecciones a Sánchez y oposición a Von der Leyen

"El certificado de defunción de Vox con el que sueñan muchos poderosos (...) no coincide con los deseos de los españoles" ha ironizado Abascal en la sede de Bambú poco antes de las doce de la noche. Unos minutos antes, un exultante Jorge Buxadé apuntaba que "Europa Viva 2024 - el foro internacional en el que Vox reunió a varios líderes de la ultraderecha europea- ha ganado las elecciones". "Europa está cambiando", esto es "una derrota de la Europa vieja y decrépita" frente a otra "nueva" que en opinión de ambos líderes representan esas fuerzas de la extrema derecha que ha mostrado su avance en estas elecciones.

Con estos resultados, Abascal ha hecho lo que el PP no ha querido verbalizar esta noche. Ha pedido a Pedro Sánchez "que haga como Francia" , "disuelva" las cortes y "convoque de nuevo a los españoles" a las urnas para decidir el Gobierno de España. Con poca esperanza en que Sánchez le escuche, en cualquier caso, el líder de Vox ha mostrado cómo hará oposición: "Nos tendrán enfrente, cada día más fuertes".

Otra de las cosas que ha quedado de manifiesto esta noche en la sede de Vox es la actitud que esta formación va a mantener con la conservadora Ursula Von der Leyen, que durante la campaña había abierto la puerta a futuros acuerdos con Giogia Meloni diferenciándola de otras formaciones de extrema derecha. Buxadé, que será quien se vea las caras con ella en Bruselas, ha censurado que la alemana haya dado a conocer los resultados "40 minutos antes de las once de la noche" (hora prevista para que todos los países avanzaran el escrutinio), anunciando que "va a seguir en coalición con el PSOE y toda la extrema izquierda" del parlamento. Esto da muestra de cómo es "el personaje" y su "forma de hacer política", ha apuntado en tono crítico augurando una difícil relación futura con ella.

Contexto internacional y campaña a favor

A Vox le ha acompañado el contexto europeo, donde toda la extrema derecha jugaba con las percepciones a favor y un auge general previsto en todos los países de la Unión que las urnas finalmente han confirmado, pero el partido de Abascal, con Jorge Buxadé al frente de la candidatura, ha sabido también sacar provecho de la campaña.

Todo en ella ha jugado a su favor. Primero, un encuentro de los líderes mundiales de la ultraderecha aclamando a Abascal en Vistalegre. Un punto de inflexión por las consecuencias que tuvo aquel acto para la diplomacia española, con el argentino Javier Milei pidiendo a gritos la confrontación directa con Pedro Sánchez y un presidente del Gobierno que devolvió el golpe con una crisis diplomática sin precedentes. En medio, Vox, que se frotó las manos viendo cómo el epicentro de este capítulo de la política nacional era el acto de inicio de su campaña electoral y lograba un impacto superior al calculado.

Pero además, Abascal logró concitar en este encuentro a los grandes popes de la ultraderecha, con más poder que él en sus respectivos países, consiguiendo con eso mostrarse ante su electorado como algo más grande de lo que realmente es en España. Precisamente, eso es lo que tendrá que dilucidarse ahora con los resultados ya en la mano, si los dos grandes partidos de la ultraderecha en el parlamento europeo son capaces de unir sus fuerzas y representar esa unidad que Vox intentó dibujar en Vistalegre.

El portavoz de Vox, José Antonio Fuster, ha asegurado en la sede del partido que la ola de la extrema derecha en Europa significa que "el avance de las fuerzas patrióticas es indudable", y ha insistido en que la formación española ha ejercido de “pegamento” entre las fuerzas de homólogas europeas, que durante años han trabajado de forma "deslabazada". Esta labor entre bambalinas que se arroga Vox, les permite presentarse con un peso en ese entorno de la derecha más nacionalista de Europa que las urnas aún no les dan.

A ese foro internacional siguieron un viaje para darse la mano con el israelí Benjamin Netanyahu el mismo día en que el Congreso de los diputados aprobaba el reconocimiento del estado de Palestina, un acto puramente político que muestra las alianzas internacionales que busca Vox, y la luz verde definitiva a la ley de amnistía, que para la izquierda culmina con un conflicto político en Cataluña que fue, precisamente, lo que provocó hace 11 años la fundación del partido de Abascal.

Estas dos últimas cuestiones han servido a Vox en esta campaña para repetir con otras palabras lo de la “derechita cobarde” que tantas veces le ha dedicado al PP, mientras desde la sede de Génova se ha buscado aunar en torno a sus siglas el voto útil contra Sánchez.

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