Montero evita concretar las cifras de la financiación singular catalana y acusa al PP de frenar una reforma del sistema

María Jesús Montero no ha dado pista alguna sobre cómo será el sistema de financiación singular para Cataluña. Durante más de media hora, la vicepresidenta y ministra de Hacienda ha defendido la "solidaridad" del acuerdo alcanzado entre el PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa, pero no ha ofrecido cifra alguna de lo que supondrá, ni de cómo se aprobará. Además, ha dedicado gran parte de su intervención a criticar al PP, al que ha acusado de usar la financiación autonómica para enfrentar a los territorios, llevando a las comunidades a sus comunidades a unas posiciones de máximos que "paralizan" cualquier negociación para reformar el sistema actual, caducado desde 2014.

"El acuerdo incluye que la Generalitat debe contribuir a la solidaridad con las comunidades autónomas", ha sentenciado Montero, durante una comparecencia en el Senado, antes de explicar que el pacto establece que la Generalitat recaudará todos los impuestos y, después, aportará al Estado el coste total de los servicios que este presta en Cataluña y una cuota solidaria con el resto de territorios.

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La cuantía de esta última, ha dicho, será aquella que "permita que los servicios prestados por los distintos gobiernos autonómicos a sus ciudadanos puedan alcanzar niveles similares, siempre que lleven a cabo también un esfuerzo fiscal similar". Un dardo directo a los territorios gobernados por el PP que rebajan los impuestos y exigen más dinero al Gobierno central, a los que ha acusado de "populismo fiscal y deslealtad institucional".

Montero ha asegurado que la financiación singular -a la que no se ha referido en ningún momento como ''cupo catalán", como hace ERC- permite abordar en Cataluña el debate de "cómo desarrollar de manera efectiva el autogobierno en el marco de la Constitución, del Estatut y de la Ley Órgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA)". En este sentido, ha reiterado que no incumple la solidaridad interterritorial que establece la Carta Magna. "Es un acuerdo solidario que profundiza en el federalismo", ha sentenciado.

Posiciones de máximos

Más allá de estos breves apuntes sobre el acuerdo firmado a finales de julio, Montero se ha entregado a un duro ataque contra las filas del PP, a los que ha acusado de convertir el debate sobre la financiación es un "campo totalmente impracticable haciendo de la mentira y el insulto el eje de sus actuaciones". "Están en una estrategia de tierra quemada que demuestran que han perdido el norte como partido que espera gobernar algún día este país", ha apuntado. Además, les ha acusado de no querer negociar con el Ejecutivo la reforma del sistema de financiación, caducado hace 10 años.

Montero ha afirmado que ha habido negociaciones con los territorios para buscar un nuevo sistema, pero que "los intereses que se aúnan en una parte del territorio tienen dificultades para conciliarse en otro". A este respecto, ha dicho que el PP está creando un ambiente de confrontación entre territorios que obliga a las comunidades a instalarse en "una posición de máximos". Todo ello, ha recalcado, conduce a una "parálisis" en las conversaciones para reformar el actual sistema, por lo que ha pedido una negociación "sin luz ni taquígrafos" que permita avances.

La réplica del PP

El senador del PP Gerardo Camps, portavoz de la comisión de Presupuestos y ‘conseller’ de Economia en la Generalitat valenciana entre 2003 y 2011, ha sido el encargado de defender la posición del principal partido de la oposición. Camps ha lamentado que Montero no haya dado detalles del acuerdo con ERC y siga instalada en la "vaguedad" y el "misterio". El senador ha repetido el argumentario que el PP ha ido exponiendo este verano, desde que los independentistas llegaron al pacto con los socialistas: consideran que el "concierto" económico es la "enésima cesión de Pedro Sánchez" a los soberanistas en un intento de no perder la Moncloa y denuncian que rompe la igualdad entre los ciudadanos de toda España. 

Camps ha calificado al Gobierno central de "zombi" y "okupa" y lo ve en la "cuerda floja" por la fragilidad parlamentaria en el Congreso de los Diputados, donde Junts ya le ha dejado a la deriva en varias votaciones importantes. El portavoz de los populares ha reclamado a la ministra de Hacienda que no les tome por "ignorantes ni ingenuos" y no les hagan creer que lo acordado con ERC se parece más "al régimen fiscal de Canarias que al concierto del País Vasco".