Sánchez mete presión al PP y anuncia una financiación que “atienda” a las “singularidades” de las autonomías

Tras el pacto entre el PSC y ERC que recoge la capacidad de Catalunya para recaudar todos los impuestos que se generen en su territorio, una iniciativa muy polémica, llega el turno del resto de comunidades. Pedro Sánchez ha anunciado este miércoles, durante un discurso que ha servido para inaugurar el curso político, que el Gobierno impulsará un nuevo modelo de financiación que recoja las “singularidades” de las distintas autonomías y mejore sus recursos. 

“Vamos a impulsar la creación de un sistema de financiación autonómica más justo, que atienda a las singularidades y exija la corresponsabilidad de los gobiernos autonómicos. La descentralización es perfectamente compatible con la solidaridad y la equidad, y también con garantizar la suficiencia de recursos”, ha señalado el jefe del Ejecutivo en la sede del Instituto Cervantes en Madrid. Pero esa “suficiencia” de los distintos territorios, ha dicho, solo se hará realidad si las comunidades no hacen ‘dumping’ fiscal, bajando sus impuestos para beneficiar a “los de arriba”, como en el caso de Madrid, una autonomía a la que Sánchez ha dedicado numerosos ataques durante su intervención, casi como si su rival directo fuese Isabel Díaz Ayuso y no Alberto Núñez Feijóo. Los recursos del fondo de compensación territorial, en este sentido, se verán “duplicados” si sale adelante su propuesta, se ha comprometido el presidente.

El Gobierno rebate el relato de ERC y anima a las autonomías a sumarse al modelo de financiación de Cataluña

El anuncio viene a meter presión al PP, cuyos presidentes autonómicos defienden fórmulas distintas de financiación y se verán ahora en la difícil tesitura de mantener su oposición dura o sentarse a negociar un nuevo sistema que, en teoría, les va a beneficiar. “Me comprometo que con la fórmula que vamos a proponer todas las autonomías recibirán más recursos de los que recibían mientras gobernaba el PP”, ha insistido Sánchez, que en ningún momento ha hecho referencia al controvertido pacto con ERC para investir a Salvador Illa como president de la Generalitat, que ha provocado un enorme malestar entre numerosos líderes territoriales del PSOE y la salida en tromba del PP.

El compromiso del presidente aún tiene que ser concretado a través de una propuesta. Fuentes del Gobierno señalan que aún no se ha definido cómo se sustanciará la iniciativa, y abren la puerta a la posibilidad de que se lleve a cabo a través de una propuesta de los grupos parlamentarios. Ahora mismo no está nada claro, más allá de la intención del Ejecutivo de "impulsar" el sistema, en un anuncio con el que Sánchez busca también rebajar el “ruido” generado alrededor de la financiación catalana. De momento, el líder del PSOE convocará en la Moncloa a los distintos mandatarios autonómicos, con los que se reunirá uno a uno, y después, en una fecha cercana pero aún por determinar, tendrá lugar en Cantabria una Conferencia de Presidentes. Pero esta cita estará centrada en la vivienda.

“Algunos dicen que no damos recursos a las autonomías. Es una gran mentira. En siete años, el Gobierno ha transferido 935.000 millones euros, 300.000 millones más que el PP en el mismo periodo de tiempo. Pero las derechas han dedicado los recursos a financiar regalos fiscales a los de arriba. En Madrid, el Gobierno ha dado 100.000 millones de euros, un 21% más que con Mariano Rajoy. Pero los recortes en impuestos para beneficiar a los de arriba redujeron los ingresos en 31.000 millones. De cada diez euros que da el Gobierno, Madrid ha usado tres para regalos fiscales. ¿Y qué ha hecho para cuadrar cuentas? Situarse en la cola del gasto en educación y sanidad”, ha argumentado Sánchez durante una intervención en la que ha situado la vivienda como prioridad de la legislatura y ha anunciado que aprobará más impuestos a las “élites”.  

Sánchez fija como prioridad reducir la jornada laboral, la vivienda y más impuestos a las “élites”

Presupuestos y techo de gasto

La economía ha centrado buena parte del discurso de Sánchez, diseñado para transmitir el mensaje de que, pese a la enorme complejidad de la coyuntura política, con un Gobierno en minoría que por el momento apenas ha logrado sacar adelante sus proyectos, hay legislatura para rato. Tras detenerse en datos como la creación de empleo, el crecimiento y el control de la inflación, el líder del PSOE también ha anunciado la presentación inminente de los Presupuestos Generales del Estado para el año que viene. El próximo Consejo de Ministros, que tendrá lugar el martes de la semana que viene, volverá a aprobar el techo de gasto, antesala de las cuentas públicas. Se trata de un esfuerzo que el Ejecutivo ya ha llevado a cabo, pero el pasado julio, Junts unió sus votos en el Congreso a los del PP y Vox y tumbó la iniciativa, devolviéndola a la casilla de salida. 

Ahora tampoco está garantizado, ni mucho menos, que la senda de deuda y déficit vaya a ser aprobada en la Cámara baja. Fuentes del Gobierno señalan que en principio el techo de gasto volverá a ser el mismo, sin ningún nuevo esfuerzo para convencer al partido de Carles Puigdemont, que hace poco más de un mes justificó su veto en la "baja ejecución presupuestaria" en Catalunya. Si vuelve a decaer la iniciativa, por segunda vez consecutiva, el Gobierno no tendrá más remedio que trabajar con los objetivos de estabilidad actualmente en vigor. Pero Sánchez no ha dejado ningún espacio al pesimismo, a pesar de que la mayoría que propició su investidura se tambalea debido a la distancia con los posconvergentes. “Nos quedan tres años hasta las próximas elecciones generales -ha concluido el presidente-. Se abre un tiempo de avances”.