Ferraz minimiza la amenaza de Ábalos en el Congreso y confía en que seguirá "alineado con el Gobierno"

El exministro de Transportes, José Luis Ábalos, arrancó el curso político desmarcándose del sentido del voto de los socialistas en el Congreso. El ahora diputado del grupo mixto tras su expulsión del grupo socialista por su responsabilidad política en el caso Koldo, apoyó la iniciativa del PP para reconocer a Edmundo González como presidente electo de Venezuela. Por otra parte, se abstuvo en la moción de los populares en contra del pacto fiscal con ERC para hacer president de la Generalitat a Salvador Illa. En la cúpula del PSOE apelan a la “madurez” política de su exsecretario de Organización para mostrarse confiados en que seguirá “alineado con el Gobierno”.

La lectura en Ferraz es que Ábalos no se desmarcará de la hoja de ruta progresista y que su posición en el pleno de esta semana es puntual. Respecto a Venezuela entienden que su voto responde a una posición propia sobre un asunto en el que viene trabajando antes incluso de ser diputado en el Congreso. Los socialistas votaron en contra de la iniciativa de reconocer el candidato de la oposición como presidente electo.

El juez descarta que Ábalos sea perjudicado en el caso Koldo mientras valora imputarle por las mascarillas

Este jueves elevaron el tono contra el PP por promover una iniciativa al margen de la marcada por la UE y que, lejos de tener efectos positivos por un reconocimiento en solitario, podría poner en riesgo los intereses comerciales de las empresas presentes en Venezuela. El presidente de la Asamblea Nacional (AN) venezolana, Jorge Rodríguez, ya propuso este miércoles romper "de inmediato" todas las "relaciones diplomáticas, comerciales y consulares" con España. El Gobierno busca ejercer un papel de mediación y este jueves Pedro Sánchez recibió en el Palacio de La Moncloa a Edmundo González. Al mismo tiempo, se apuesta por “trabajar para mantener las mejores relaciones con el pueblo venezolano”.

La debilidad parlamentaria del Gobierno se vería acrecentada por un giro de Ábalos, que ha elevado el tono contra el Ejecutivo tras la auditoría de Transportes sobre el caso Koldo. Según recriminó, estaría dirigida a incriminarlo y a “intoxicar y contaminar la acción penal”. En la dirección socialista explican sus críticas debido a su compleja situación por la investigación judicial, habida cuenta de que el juez valora la posibilidad de instar al Supremo su imputación.

Voto en conciencia

Desde que Ábalos se integró en el grupo mixto el pasado 27 febrero se había plegado al Gobierno en las votaciones. Para no perjudicar al Ejecutivo incluso mantenía contactos puntuales con la secretaria general del grupo socialista para agendar las votaciones clave y evitar dejar al PSOE con un voto menos.

La relación ha acabado por quebrarse. Durante una entrevista el pasado lunes en Onda Cero, el exministro aseguró que el Gobierno podría seguir contando con su voto por se le eligió “bajo un programa electoral”. Algo a lo que ahora se agarran en la dirección del PSOE, así como a su trayectoria orgánica, para confiar en que no dejará de apoyar las políticas del Gobierno. Sin embargo, Ábalos dejó ya un mensaje de aviso que materializó este jueves en el pleno del Congreso.

Entonces advirtió que “lo que no voy a hacer es seguidismo”. Según argumentó, "muchas de las votaciones que realizamos son más de oportunidad política que por convicción”. Ahora, ha querido dejar claro que votará por conciencia.

Choque con el Gobierno

El exdirigente socialista ya recibió la negativa de la Mesa del Congreso, con mayoría de PSOE y Sumar, a aceptar una serie de preguntas que dirigió al Gobierno sobre “un posible rastreo sin aval judicial” por parte de la Policía y sin tener en cuenta su condición de aforado. Algo que calificó de “revelación de secretos” por los correos filtrados de la presunta trama investigada. Se rechazó así dar respuesta a si el Gobierno tenía conocimiento de la existencia de algún tipo de investigación a su persona a o familiares desde enero de 2020 hasta la fecha o de consultas en las bases de datos a las que pueden acceder las fuerzas y cuerpos de seguridad sobre sus datos personales, desplazamientos, control de hospedería, Registro de la Propiedad, Catastro o DGT.

Después de su abrupta expulsión del PSOE, Ábalos contraatacó con una denuncia interna al número tres del partido, Santos Cerdán, por infringir la ley de protección de datos. Por ello solicitó la apertura de un expediente al secretario de Organización de los socialistas, “con independencia de las acciones administrativas, civiles y/o penales que por esta parte se puedan interponer".