EDMUNDO GONZÁLEZ

Venezuela escala el choque diplomático tras las palabras de Robles: convoca al embajador español y llama a consultas a su representante

El ministro de Exteriores venezolano critica las "insolentes" declaraciones de la ministra de Defensa calificando de "dictadura" a Venezuela

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro / Milagros Nunez/Prensa Miraflores / DPA - Archivo

Mario Saavedra

Mario Saavedra

El Gobierno de Nicolás Maduro ha decidido escalar el choque diplomático con España. Después de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, calificara de "dictadura" al Gobierno chavista, el ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil, ha anunciado su decisión de convocar al embajador español en Caracas, Ramón Santos Martínez, y de llamar a consultas (hacer que regrese temporalmente) a su representante diplomática en España, Gladys Gutiérrez.

El jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, ha evitado en todo momento calificar al Gobierno bolivariano de dictadura. Este mismo viernes ha rechazado hacerlo porque como ministro debe, dice, acercar posturas: "no soy un politólogo ni un catedrático de Derecho constitucional", ha afirmado. Trata de mantener un equilibrio dialéctico en todo momento desde las controvertidas elecciones del pasado 28 de julio, que han terminado con el líder de la candidatura opositora, Edmundo González, refugiado en España. El Gobierno no ha querido declararle aún como presidente electo de Venezuela, a pesar de que la oposición ha publicado las actas que demostrarían su victoria en las urnas. Tampoco ha proclamado su triunfo, como sí han hecho otros países como Estados Unidos.

Desde el Ministerio de Exteriores eluden la pregunta de si las declaraciones de Margarita Robles, que han provocado el choque, estaban coordinadas o si han pillado por sorpresa al Gobierno. "Es una decisión soberana de Venezuela que no comentamos. Trabajamos por mantener la relación entre el pueblo hermano de Venezuela y el pueblo español", se limitan a decir fuentes oficiales a preguntas de este diario.

"Insolentes, injerencistas y groseras"

El ministro Yván Gil ha calificado de "insolentes, injerencistas y groseras" las declaraciones de la ministra de Defensa española."El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, ante las insolentes, injerencistas y groseras declaraciones de la ministra española Margarita Robles, que apuntan a un deterioro de las relaciones entre ambos países, ha decidido llamar a consultas a la embajadora venezolana acreditada ante el Reino de España, Gladys Gutiérrez", reza un comunicado de Gil publicado en su cuenta de la red social Facebook.

Archivo - El ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil

Archivo - El ministro de Exteriores de Venezuela, Yván Gil / GOBIERNO DE VENEZUELA - Archivo

Gil también ha indicado que el embajador español deberá comparecer este viernes en la sede del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores.

Robles ha realizado estas declaraciones durante su intervención durante el acto de presentación de la novela de Julia Navarro 'El niño que perdió la guerra', donde además ha recordado a todos los hombres y mujeres venezolanos que "han tenido que salir de su país".

Llamar a consultas a un embajador propio en un país (hacer que regrese temporalmente) y convocar al extranjero es un paso muy frecuente en las relaciones diplomáticas entre los países que sirve para mostrar enfado, pero que no tiene por qué suponer medidas que permanezcan en el tiempo.

Otros choques diplomáticos

El choque diplomático con Venezuela recuerda al que se inició en mayo de este año con Argentina tras la primera visita de su presidente, Javier Milei. Entonces fueron también unas palabras de otro ministro, en este caso el de Transportes, las que le provocaron a la diplomacia española un dolor de cabeza. Óscar Puente bromeó con las supuestas sustancias que tomaba Milei para explicar su extraño comportamiento.

Argentina reaccionó aquella vez con ataques verbales por boca de su presidente, Milei, que cargó contra Pedro Sánchez, contra su mujer, Begoña Gómez y contra el PSOE. Pero no escaló llamando a consultas ni retirando embajadores. Fue España quien lo hizo, hasta que el ministro José Manuel Albares dio un paso más y retiró "definitivamente" a la embajadora de España en Buenos Aires, María Jesús Alonso, tras la segunda visita de Milei a España.

A la inversa, España ha sufrido de la escalada diplomática de Israel, pero sin tomar medidas de represalia. En medio de las críticas de Pedro Sánchez y sus ministros por lo que calificaron de genocidio en Gaza (más de 40.000 muertos, en su mayoría, niños), Tel Aviv respondió con llamadas a consultas y convocatorias de la jefa de misión española "para una dura reprimenda" hasta que, finalmente, retiraron a su embajadora.

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