GUERRA EN GAZA
Israel defiende el uso de “munición de precisión” en la matanza de Jan Yunis: un cráter de varios metros y 19 muertos
“Cuando Israel quiere matar a alguien con precisión, lo hace, como con Haniyeh en Irán”, Jesús Fernández Villaverde
“Usan bombas de 227, 454 y 903 kilos”, apunta Jesús Manuel Pérez Triana
Las imágenes y los testigos citados por las agencias de noticias o televisiones como Al Jazeera retratan una escena de auténtico horror: cuerpos sin vida, algunos desmembrados, de niños, mujeres y hombres. Los equipos de rescate tratan de sacar muertos sepultados bajo toneladas de arena de playa.
Las Fuerzas de Defensa de Israel han lanzado en la medianoche de este martes un ataque con misiles contra la “zona segura” del campo de refugiados improvisado de al-Mawasi, cerca de la ciudad de Jan Yunis, en el centro de la Franja. Un mar de tiendas de campaña improvisadas donde se refugia de los combates más de un tercio de la población de Gaza. Al menos 19 gazatíes han muerto y unas 65 personas ya han sido rescatadas de entre los escombros. Algunas de ellas salieron envueltas en el plástico de las tiendas bajo las que se cobijaban, informa Andrea López-Tomás.
En el comunicado posterior, el Ejército israelí ha asegurado que el objetivo eran varios milicianos de Hamás que presuntamente operaban “un centro de mando” en esa zona humanitaria. Entre otros, dicen, Samer Ismail Khadr Abu Daqqa, líder de la unidad aérea de la Franja de Gaza.
No han aportado por el momento indicios sobre la presencia de esos objetivos en las tiendas atacadas, aunque aseguran que, antes del lanzar a sus aviones de combate contra el objetivo, “se llevó a cabo un extenso trabajo de recopilación de inteligencia y de vigilancia aérea en las horas que precedieron al ataque”. El Tsahal opera una extensa red de mini drones con capacidad de observar constantemente cada zona de Gaza.
"Munición de precisión"
Consideran que el ataque ha sido “preciso”. Rechazan el número de víctimas a las que apuntan fuentes gazatíes, de hasta 100 personas heridas, muertas o desaparecidas. Las bombas empleadas, apuntan, no pueden causar ese daño. “No se corresponden con la información que tienen las Fuerzas de Defensa de Israel, las municiones utilizadas y la precisión del ataque”.
Sin embargo, las imágenes muestran que el ataque ha dejado un enorme cráter de varios metros de ancho y varios de profundidad. La munición utilizada ha sido necesariamente de enorme potencia. Los testigos aseguran que la implosión del terreno ha succionado las alrededor de 10 tiendas que allí se encontraban.
“Israel usa bombas estadounidenses de la serie mk, que pueden ser de 227, 454 y 903 kilos [las bombas de una tonelada]”, explica Jesús Manuel Pérez Triana, analista de seguridad y defensa. “A esas se les pueden añadir módulos de guiado GPS para crear una bomba llamada JDAM, o un módulo de guiado láser para crear una bomba Paveway”.
Bombas de alta potencia en zonas densamente pobladas
Israel está usando de forma preeminente, en su ofensiva contra Gaza, bombas de cerca de una tonelada, nunca antes usadas en zonas tan densamente pobladas por Estados Unidos, que se las manda. Está dejando un reguero de destrucción comparable con los bombardeos indiscriminados de Bashar al Assad y las Fuerzas Aéreas rusas en Siria o, anteriormente, a la destrucción de Hiroshima y Nagasaki con la bomba atómica. Más del 60% de las viviendas o infraestructuras de Gaza están dañado o destruidas, según los datos del satélite europeo Copernicus. Los médicos o trabajadores humanitarios que entran y vuelven a salir de Gaza lo describen con un infierno y una distopía.
¿Por qué usa esa munición en sus ataques contra presuntos miembros de Hamás? ¿Es proporcional, tal y como exige el derecho internacional?
“Cuando Israel quiere matar a alguien con precisión, lo mata con precisión: cuando mató en Beirut a Salé al Aruri [el número dos de Hamás] ni siquiera derribó el edificio donde estaba; y a Ismael Haniye [jefe político de Hamás] lo mataron en Teherán sin llevarse por delante un barrio entero”, apunta Jesús A. Núñez Villaverde, comandante en la reserva y codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH). “Las armas pueden ser precisas, porque atinan donde se quiere, pero a la vez brutales, porque arrasan con todo”.
Un reguero de muerte y destrucción
Israel respondió a la masacre de Hamás del 7 de octubre (al menos 1.139 muertos) con una guerra que ha dejado un número incontable de nuevas matanzas durante casi un año. En un solo ataque en junio a un campo de refugiados de Nuseirat, por ejemplo, mataron a 210 personas. En mayo, un bombardeo contra un campo de refugiados en Rafah provocó la muerte de decenas de personas. Cuerpos decapitados por la explosión, carbonizados por las llamas. Al principio de la guerra, cada día dejaba centenares de muertos en Ciudad de Gaza.
Al menos 16.500 niños han muerto y más de 10.000 han desaparecido. En total, la cifra asciende a más de 41.000 personas, según la cifra del ministerio de salud palestino, respaldada con listas de nombres y comúnmente aceptada por Naciones Unidas y el grueso de la comunidad internacional.
Según los artículos de los medios independientes israelíes como Haaretz o 972, el Ejército hebreo conoce estimaciones del número de bajas civiles que provocará un ataque antes de aprobarlo. Usan inteligencia artificial para generar los objetivos a atacar de forma casi industrial. Y los máximos responsables han decidido elevar el nivel de bajas civiles colaterales aceptables a niveles nunca antes vistos en las guerras libradas por países avanzados.
Números de víctimas civiles
El Ejército de Estados Unidos, por ejemplo, tiende a suspender ataques de dron si supera un número inaceptable de bajas civiles, normalmente en el orden de pocas decenas. En 2013 la administración de Barack Obama fue duramente criticada por bombardear con misiles Hellfire una comitiva de coches en Yemen en la que murieron 12 personas que, luego se supo, eran todas civiles celebrando una boda.
El Ejército israelí, sin embargo, ha aprobado ataques que causan hasta un centenar de fallecidos civiles, según las investigaciones de los citados medios. Los muertos son, en su mayoría, mujeres y niños.
La densidad de población en Gaza es propensa a ese elevado número de bajas. En el campamento bombardeado este martes hay 30.000 personas por kilómetro cuadrado, según el Centro Noruego para los Refugiados (NRC), que ha condenado el ataque. “Imágenes de cráteres de varios metros de profundidad enterrando docenas de tiendas donde niños y sus familias estaban durmiendo en esos momentos. Es horrible”, ha afirmado su secretario general, Jan Egeland.
- Huelga de Tussam: estos son los dos días de la semana con servicios mínimos
- Alerta amarilla en Sevilla este lunes por lluvias: este es el tiempo por horas según Aemet
- Cupón de la ONCE: Resultado del sorteo de este lunes 25 de noviembre de 2024
- La primera iglesia de Sevilla sigue a puerta cerrada ante el abandono de la administración
- Primeras previsiones del tiempo para el puente de diciembre: esto es lo que dice Aemet, Meteored, eltiempo.es y Jorge Rey
- Rescatan a tres personas de un vehículo inundado en Brenes
- Cuál es el Plan B si llueve en la Magna: estas son las opciones que maneja la organización
- Nuevos cortes de tráfico en Pino Montano por la obra del Metro de Sevilla: desvíos y calles afectadas