BLOQUEO PARLAMENTARIO

El revés de Junts lleva al Gobierno a enfriar los plazos para presentar los Presupuestos

Los socialistas están a la espera de señales de Junts para marcar los tiempos. En Moncloa consideran que no será hasta su congreso cuando decidan "qué papel quieren tener los próximos tres años”

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Monetero, este jueves en el Congreso.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Monetero, este jueves en el Congreso. / Jesús Hellín / Europa Press

El Congreso votará el próximo jueves por segunda vez la senda de estabilidad, paso previo a los Presupuestos, y nada garantiza en estos momentos los apoyos al Gobierno para sacarla adelante. Junts, que ya sumó sus votos a PP y Vox para tumbarla el pasado mes de julio, “no ha cambiado de posición”, según reconocen desde el Ejecutivo. Pese a ello, el Gobierno está determinado a presentar las cuentas públicas, aun teniendo que hacerlo con la senda actual. Lo que no están claros son los plazos, según trasladan en Moncloa. Estas mismas fuentes enfrían la posibilidad de llevar los Presupuestos de 2025 al Congreso “en tiempo y forma”. Esto es, antes de octubre, pues la Constitución marca que deben presentarse al menos tres meses antes de que expiren los actuales.

“No hay plazos, lo importante es tenerlos”, remarcan como parte de la estrategia de “dejarse la piel” en las negociaciones con los grupos parlamentarios, tal y como pidió Pedro Sánchez en la reunión interparlamentaria del PSOE el pasado lunes. Los socialistas están a la espera de señales de Junts para marcar los tiempos. Tanto en el Gobierno como en Ferraz consideran que no será hasta su congreso, a finales de octubre, cuando fije estrategia.

“Tienen que redefinir qué papel quieren tener los próximos tres años”, explica un ministro del círculo más cercano a Pedro Sánchez respecto a su cónclave. “Si votar con la derecha y la ultraderecha” o negociar con el Ejecutivo. Su lectura es que los posconvergentes tienen que “digerir” todavía la investidura del socialista Salvador Illa como president de la Generalitat. “Están condicionados desde la investidura hasta su congreso”, concluye.

Otro ministro socialista apunta que antes del congreso de Junts no sería el mejor momento para sometar la votación de las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos. En lo que coinciden en el Ejecutivo es que si Junts muestra una "actitud favorable" a su aprobación se presentarán lo antes posible, pero también si fija posición en contra. La intención del Ejecutivo pasa así por asumir la foto de una derrota en la ley más importante que puede presentar y seguir estirando la legislatura con una segunda prórroga de los Presupuestos.

Junts volvió a hacer descarrilar la mayoría de Sánchez en el Congreso esta semana al cambiar su voto en el último momento para rechazar la admisión a trámite de la ley de alquiler temporal. Otro aviso más y una exhibición de fuerza que en la parte socialista del Ejecutivo intentan disociar sobre la negociación de los Presupuestos. Aunque reconocen un ánimo de debilitar al Gobierno, ven una ventana para que “se imponga el diálogo porque no pueden estar así durante tres años”. Eso sí, el último revés de Junts ha hecho que aumente la incertidumbre en la que lleva instalado el Gobierno prácticamente desde el arranque de la legislatura.

Diferencias dentro del Gobierno

El expresident Carles Puigdemont hacía gala este miércoles de la fuerza de sus siete votos en el Congreso con una clara advertencia a Sánchez: “Un gobierno en minoría no puede actuar como si tuviera mayoría absoluta”. A través de la red social X, avisaba que “perder el respeto a quien tiene los votos que necesitas, y no sudar la camiseta intentando ganártelos en cada votación, es el camino más directo al fracaso”.

Si no se negocia, concluía, “entonces nuestro voto no pueden darlo por supuesto”. El distanciamiento entre Junts y el Gobierno llega al punto de que difieren incluso sobre si se están produciendo negociaciones o no. Lo que para los socialistas sí lo son, aun sin avances, los posconvergentes dicen no entenderlas como tal.

“Gobierno progresista sin mayoría progresista”

En cualquier caso, las conversaciones no se centran en el detalle porque ni siquiera han aterrizado un acuerdo para el proyecto de Presupuestos los socios de coalición. En estos momentos, Hacienda todavía está cerrando las partidas con los ministerios de Sumar. A partir de ahí se abrirá la negociación para consensuar los Presupuestos en el seno del Gobierno, con diferencias notables en lo que respecta a fiscalidad. Una vez pactado el proyecto, se abrirán la ronda de negociaciones formales con el resto de grupos parlamentarios.

Si las muestras de debilidad parlamentaria del Gobierno son cada vez más evidentes, a la espera de la prueba de fuego de los Presupuestos, los socialistas entienden que no hay alternativa. Descartan de plano la posibilidad de una moción de censura de Alberto Núñez Feijóo con el concurso de Vox y Junts porque lo ven “un suicidio político” para los de Carles Puigdemont. Entre los socios parlamentarios del arco progresista, sin embargo, hay cada vez más dudas. “Hay un Gobierno progresista, pero sin una mayoría progresista en el Congreso”, trasladan desde uno de los grupos que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez para señalar las posiciones más conservadoras de PNV y, sobre todo, Junts.