Comparecencia en el Senado

Montero evita respaldar a Lobato y pone el "foco" en el fraude a Hacienda del novio de Ayuso

La vicepresidenta elude la pregunta de si el líder de los socialistas madrileños debería dimitir tras acudir a un notario para dejar constancia de unas conversaciones privadas sobre Ayuso con un alto cargo de Moncloa

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero / Diego Radamés - Europa Press

El Gobierno y el PSOE no ocultan su enorme incomodidad con la situación del líder de los socialistas madrileños, Juan Lobato. La vicepresidenta primera, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del partido, María Jesús Montero, no ha querido respaldar a Lobato este martes, eludiendo en un par de ocasiones contestar a la pregunta de si debería dimitir, como le piden muchos dirigentes de su federación, y poniendo el foco en el fraude a Hacienda de Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. 

La decisión del líder del PSM de acudir en noviembre en solitario a una notaría, sin consultarlo con otros miembros de su federación, para dejar constancia de una conversación por Whatsapp que mantuvo en marzo con Pilar Sánchez Acera, entonces jefa de gabinete de Óscar López, a su vez jefe de gabinete de Pedro Sánchez, ha hecho saltar todas las alarmas en la dirección del PSOE. El asunto amenaza con empañar el congreso que los socialistas celebrarán este fin de semana en Sevilla y coloca en una situación muy delicada a Lobato, que este martes ha dejado claro que no piensa dar un paso atrás. Desde Ferraz se interpreta su decisión de acudir al notario y registrar unas conversaciones sobre González Amador como una clara muestra de desconfianza hacia la cúpula del partido.  

López, ahora ministro de Transformación Digital, suena como posible relevo del todavía secretario general de los socialistas madrileños, que está citado a declarar como testigo ante el Tribunal Supremo este viernes, primer día del cónclave de su partido, dentro de una causa por presunta revelación de secretos.  

La filtración

Justo antes de comparecer en la comisión del Senado que investiga los fraudes en la compraventa de mascarillas durante la pandemia del coronavirus, Montero ha hecho unas breves declaraciones en las que ha eludido en todo momento aclarar si Lobato debería dimitir, pese a que se le ha preguntado directamente dos veces. En su lugar, la vicepresidenta y número dos del PSOE ha dirigido la atención hacia Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Ayuso, que filtró que la Fiscalía había ofrecido un acuerdo al novio de la presidenta madrileña, cuando en realidad fue su abogado quien reconoció los delitos y pidió un pacto. El ministerio público aclaró después estos extremos, dentro de un movimiento que ha supuesto la imputación del fiscal general, Álvaro García Ortiz, por presunta revelación de secretos. 

“Uno no puede desviarse de lo importante de este tema: aquí hubo una presidenta de la Comunidad de Madrid y su jefe de Gabinete que mintieron acerca de su situación procesal de su pareja. No hay que desviar el foco. Eso es lo fundamental y lo importante”, ha señalado Montero, en unas tibias declaraciones que colocan al secretario general del PSM en una situación aún más delicada. El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, se ha expresado en la misma línea, cargando contra Ayuso y sus "bulos" y negándose posicionarse sobre la continuidad del barón socialista. "Ya he dicho lo que tenía que decir sobre esto", ha contestado ante las insistentes preguntas.

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La cuestión ahora es si Lobato continuará en su puesto el próximo viernes, día en el que declarará ante el Supremo mientras su partido inaugura el congreso de Sevilla.

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