SECTOR INMOBILIARIO

El Gobierno paraliza la 'macroventa' de la promotora de Sareb, con capacidad para construir 16.000 viviendas

Sumar asegura que Economía ha trasladado su compromiso de renunciar a vender a inversores privados una de las grandes joyas del 'banco malo' días después del anuncio de Sánchez de crear una empresa pública de vivienda

Anuncio de una promoción de viviendas de obra nueva de Árqura Homes, la promotora de Sareb

Anuncio de una promoción de viviendas de obra nueva de Árqura Homes, la promotora de Sareb / Idealista

El Gobierno ha renunciado a vender la promotora de Sareb, propietaria de terrenos con capacidad para levantar hasta 16.000 nuevas viviendas sobre terrenos propiedad de la empresa pública. Sumar asegura haber conseguido el plácet del PSOE para frenar el traspaso de una participación relevante de la sociedad Árqura Homes, la compañía en la que el 'banco malo' aglutinó una parte de sus mejores terrenos para construir casas de obra nueva. Esto se produce en un contexto político muy marcado por la vivienda, especialmente tras el anuncio de Pedro Sánchez de la creación de una empresa pública de vivienda capaz de construir y alquilar inmuebles.

El Ministerio de Economía puso en marcha la venta de la promotora pública, pero se encontró con el rechazo frontal del socio minoritario del Gobierno, que el pasado noviembre registró una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados que pedía “suspender de manera inmediata” esa transacción; la iniciativa se ha votado este jueves en la Comisión de Vivienda del Congreso, y en las últimas horas se han producido intensas negociaciones entre PSOE y Sumar.

Los socios de coalición querían evitar un nuevo varapalo parlamentario al Ejecutivo, más aún después del traspiés de esta semana, cuando PP y Junts aprobaron una enmienda para eliminar el impuesto a la producción energética que suponía 1.500 millones de ingresos. Finalmente, los partidos de Gobierno han llegado a un acuerdo y han aprobado "reconsiderar" la venta de los activos públicos, en lugar de paralizarla de forma inmediata.

Sin embargo, desde el Grupo Parlamentario Sumar aseguran que en el marco de estas negociaciones tanto el Ministerio de Vivienda como el de Economía, del que depende de la Sareb a través del FROB, han trasladado su compromiso de paralizar la venta de Árqura Homes, una operación que ya se había puesto en marcha. Desde el ala socialista del Gobierno rebajan este compromiso y se limitan a lo aprobado, "reconsiderar" esta operación.

El compromiso del Gobierno, en caos de cumplirse, va mucho más allá de la iniciativa aprobada este lunes, que no es vinculante y que ha salido gracias al apoyo de PSOE, Podemos y Sumar, frente al rechazo de PP y Junts, que han vuelto a unir sus votos contra los partidos del Gobierno. ERC, PNV y Bildu se han abstenido.

La iniciativa que se ha aprobado justifica la paralización de activos de la Sareb en la "inminente creación de una empresa pública que pueda promover vivienda pública a precios asequibles, y la necesidad de suelo público", haciendo así referencia a la promesa que lanzó Pedro Sánchez en el Congreso del PSOE en noviembre. En los últimos días, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha señalado que el diseño de esta empresa está casi "terminado", y la renuncia a la venta de activos podría ir encaminada a engrosar este nuevo organismo anunciado por el presidente.

Sareb constituyó Árqura Homes en junio 2019, con la intención de promover a medio y largo plazo hasta 17.000 viviendas de obra nueva sobre terrenos propiedad del 'banco malo'. En su constitución, la empresa pública (entonces su mayoría accionarial era privada) traspasó a esta sociedad activos por valor de 811 millones de euros. Tras su creación, cedió el 10% de la sociedad al fondo Värde Partners, al que se le encomendó la gestión y puesto en marcha de la compañía. Sin embargo, en 2023, después de que el Frob alcanzase la mayoría accionarial en Sareb, la entidad recompró este 10% el vehículo norteamericano.

Tras alcanzar este hito, la empresa presidida por Javier Torres inició un proceso formal para desprenderse de una participación mayoritaria en Árqura, que fue encargado a Deloitte y Garrigues, como asesores técnicos y legales, respectivamente. Sin embargo, a pesar de estar todo encaminado, la venta necesitaba el visto bueno definitivo del consejo de administración de Sareb, algo que hasta el momento aún no había ocurrido.

El mandato de Sareb, en duda

La venta de la promotora de Árqura Homes era un paso más dentro del mandato dentro de la creación de Sareb: la desinversión ordenada de sus activos para recuperar el máximo capital posible del rescate a las quebradas cajas de ahorros tras el estallido de la burbuja financiera e inmobiliaria de 2007. Aunque su razón social fue modificada parcialmente tras convertirse en una compañía de mayoría accionarial pública, incluyendo un fin social en su actividad, el día a día de la empresa sigue siendo la misma, vender antes de 2027 todos sus inmuebles y préstamos.

Ahora, con la futura constitución de una promotora y arrendadora pública, de la cual aún no se conocen muchos datos, aunque será una evolución de la actual entidad empresarial de suelo Sepes, se abre la incógnita de qué pasará con algunos de sus activos del 'banco malo'. La entidad no puede traspasarlos de forma gratuita, sino que debe venderlos a precios de mercado, sea a una administración pública o a un ente privado. Es decir, si el Ministerio de Vivienda quiere promover sobre suelos de Sareb, primero deberá primero comprarlos.

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