El exlíder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha descartado este lunes volver a la política en activo, ha querido dejar claro que no pretende ser un expresidente que tutela, "ni un jarrón chino", y no se ha pronunciado sobre las primarias que enfrentan a Inés Arrimadas y Francisco Igea si bien ha apuntado que su voto es "un secreto a voces".

Así lo ha señalado durante la rueda de prensa que ha ofrecido para anunciar su fichaje por el bufete de abogados Martínez Echevarría, del que será a partir de ahora su presidente ejecutivo para España y Portugal.

Se trata de la primera comparecencia pública de Rivera después de que el 11 de noviembre dimitiera como líder de la formación naranja tras el batacazo electoral que dejó a Ciudadanos con tan sólo 10 diputados.

Pese a la insistencia de los periodistas por que hablara del proceso de primarias en que se encuentra inmerso su partido y, en concreto, sobre si cree que Arrimadas es lo mejor para el Ciudadanos, Rivera ha preferido mantenerse "prudente" aunque ha apuntado que tampoco hace falta ser un "lince" para saber lo que piensa de la formación y de la actual portavoz parlamentaria.

Ha recordado que su voto, como militante de base, es "secreto" aunque ha apuntado que es "un secreto a voces", insinuando su previsible respaldo a Arrimadas. No ha querido, no obstante, ir más allá porque cree que tiene que ser "respetuoso" con el proceso de primarias. "No pretendo ser un presidente que tutela, ni un jarrón chino", ha proclamado.

"Tres meses y 20 días" después de decir adiós a la vida política, Rivera ha dicho que ahora abre una nueva vida en el mundo del derecho con un proyecto que le ilusiona "muchísimo" --tanto como el de su nueva paternidad con la cantante Malú-- y que supone una apuesta "a largo plazo".

"Me he comprometido a dedicar los próximos años de mi vida a esta tarea en cuerpo y alma", ha señalado Rivera, quien compaginará esta tarea con la docencia y con su participación en diversos foros de debate y conferencias a nivel nacional e internacional.

De esta forma, y frente a las voces que como el presidente del PP, Pablo Casado, desean que vuelva al ruedo político, Rivera ha descartado su regreso. Aunque ha reconocido, como ya hiciera el día de su salida, que Ciudadanos ha sido "lo mejor" que ha hecho hasta la fecha, ha reiterado que "la política es un capítulo pasado".

Con todo, Rivera ha aprovechado para desear "lo mejor" a un partido que lo ha sido "todo" para él durante 13 años porque cree que si le va bien a Ciudadanos le irá bien también a España. "España es mejor con posiciones moderadas que con extremas y por eso es necesario un proyecto como Ciudadanos", ha indicado.

Pero ha evitado en todo momento pronunciarse sobre quién debe o no dirigir el partido porque considera que debe mantenerse "al margen" y porque cree que no sería "justo" ni "correcto" hacer un papel que no le corresponde. "Siempre he visto con recelo las tutelas", ha insistido, para añadir que todos los compañeros de Cs tienen su respeto.

Durante este tiempo en el que ha estado alejado de los focos, Rivera ha comentado que se ha dedicado a "cargar pilas" pero también a escribir el libro 'Un ciudadano libre' que tiene previsto publicar el próximo 15 de abril.

Preguntado en este punto sobre si en estos meses ha tenido tiempo de pensar en lo que falló tras los comicios del pasado noviembre, donde su partido pasó de 57 a 10 escaños en el Congreso, el expresidente de Cs tan sólo ha respondido que "no hay nadie que no se equivoque".

"La gracia es determinar cuál es el error y cuál el acierto", ha manifestado el catalán, quien ha admitido, a renglón seguido, que en estos meses ha conseguido dormir "a pierna suelta" cuando se le ha preguntado si le ha quitado el sueño el pensar que pudo haber sido vicepresidente de un Gobierno con Pedro Sánchez para que éste no dependiera de los independentistas.

Por último, y en relación con la polémica en torno al catedrático Andrés Betancor que estuvo a sueldo de Ciudadanos cuando él era presidente del partido siendo vocal de la Junta Electoral Central (JEC), Rivera ha respondido que "lo que es legal es legal".

"Estamos en un asunto absolutamente legal que otros proyectos políticos hacen de la misma manera", ha zanjado, argumentando que no tenía mucho más que añadir a lo que dice la ley y ya han explicado sus compañeros.