No del Gobierno al último órdago de Junts

El Gobierno no ve en riesgo la legislatura tras votar Junts contra la ley de amnistía

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), y los ministros María Jesús Montero y Félix Bolaños (dcha) en el pleno del Congreso de este martes. EFE/ Borja Sánchez-Trillo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), y los ministros María Jesús Montero y Félix Bolaños (dcha) en el pleno del Congreso de este martes. EFE/ Borja Sánchez-Trillo

El Gobierno ha asegurado este martes que la legislatura no está en riesgo después de que Junts haya votado en contra de la ley de amnistía para que se siga negociando en el Congreso.

Fuentes del Ejecutivo han señalado que no van a cambiar su posición sobre la ley de amnistía y han confiado en que la formación que lidera Carles Puigdemont sí lo haga para poder sacar adelante la proposición de ley presentada el pasado noviembre por el PSOE.

Tras la decisión de Junts de paralizar la norma y votar en contra de la ley y sobre cómo afecta a las relaciones de cara a otras negociaciones importantes, desde ERC han recordado que los presupuestos generales del Estado se pueden prorrogar y han advertido a los posconvergentes de que se han metido en un callejón sin salida.

Fuentes de ERC confían en que Junts cambie su postura cuando vuelva la ley a la Comisión de Justicia porque no se pueden permitir que la norma decaiga y avisan de que se pueden quedar sin ley pero no sin legislatura porque Pedro Sánchez aguantará.

La amenaza esta vez sí se cumplió y Junts paralizó en seco la tramitación de la ley de amnistía al no conseguir arrancarle al PSOE los cambios que buscaba, mientras que el Gobierno ha dejado claro que hasta aquí han llegado y que no están dispuestos a tocar más una ley que consideran impecable, sean cual sean sus consecuencias.

Mientras la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, justificaba en el pleno del Congreso su no a la ley porque no podían dejar a todo el independentismo catalán expuesto a las «arbitrariedades de la cúpula judicial», el Gobierno entonaba un rotundo de aquí no nos vamos mover.

Junts se aferra con uñas y dientes a unos cambios que pasan por que todos los delitos de terrorismo sean amnistiables y arriesga en una jugada con la que deja caer de momento la ley y la devuelve a la casilla de salida, directa a la Comisión de Justicia.

Por su parte, el Gobierno se asoma, una vez más aunque ahora en un nuevo escalón, al abismo de una legislatura sin el apoyo de Junts a sus iniciativas. Su respuesta ha sido que el timón de la legislatura lo tiene Pedro Sánchez, que es quien decide cuándo finaliza.

Quedan por delante tres años y medio de derechos, empleo y convivencia, ha dicho el ministro de Justicia, Félix Bolaños, un mensaje con el que el Gobierno ha querido zanjar especulaciones sobre si la legislatura está en riesgo y con el que intentan aplacar el golpe sobre la mesa que hoy ha dado la formación liderada por Carles Puigdemont.

El resto de formaciones que apoyan la amnistía no ven la jugada de los de Junts. Sin hacer reproches públicos ante esta decisión, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha lamentado que la proposición de ley de amnistía no haya sido aprobada, ya que en su opinión era «buena», «robusta» y daba cobertura y garantía jurídica a los encausados por el procés.

En lo que sí han coincidido todos los socios del Gobierno es en las críticas a los jueces implicados en las causas del ‘procés’, a lo que Bolaños ha respondido con una cerrada defensa de la profesionalidad de la judicatura.

Después de este debate, el ministro de Justicia se enfrenta a otra difícil negociación, esta vez en Bruselas y con la mediación del comisario Didier Reynders, para renovar, junto al PP, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).