Estilo de vida

Matosinhos, esperándote junto al mar

Esta ciudad costera situada al norte de Portugal, se encuentra a pies del Atlántico. Con sus inmensas playas, parajes naturales, gastronomía y patrimonio, se convierte en destino perfecto para aquellos que buscan tranquilidad, descanso y un sinfín de experiencias únicas

Playa de Matosinhos. Vista de la Terminal de Cruzeros.

Playa de Matosinhos. Vista de la Terminal de Cruzeros. / CMM

Tere Gradín

Cada vez es más complicado encontrar un destino costero no masificado que te de todas las posibilidades que te ofrece Matosinhos. Playas de calidad de más de quince kilómetros, con un bienestar reconocido por las más de catorce banderas azules que ondean diariamente en los arenales con el sello internacional Quality Coast Gold Award. Además, toda la red de playas de Matosinhos está comprometida con el medioambiente. Gracias a una red de pasarelas que protegen las grandes dunas de la ciudad, permiten que los visitantes puedan disfrutar del entorno sin perjudicar la naturaleza.

Pero esta ciudad portuguesa no solo adquiere valor por sus playas, sino que también ofrece

un patrimonio diverso, gastronomía, ocio, cultura y proyectos innovadores y apasionantes que merece la pena descubrir. Matosinhos lo tiene todo para ofrecer experiencias únicas y desear volver.

World’s Best Fish

 Siendo un municipio costero, es imposible hablar de Matosinhos sin mencionar el pescado y marisco recién salidos del Atlántico que recogen diariamente los percadores locales. Oficios de tradición familiar, a quien les corre el mar por las venas y transmiten sus saberes de generación en generación. Hablar Matosinhos es también hacerlo del World’s Best Fish

Pescaderas en el Mercado de Matosinhos

Pescaderas en el Mercado de Matosinhos / CMM

Con aguas muy ricas en nutrientes, la costa de Matosinhos posee una relevante biodiversidad asegurada por la abundancia de algas y sargazo. Lo mismo ocurre con los pescados y mariscos, que presentan sabor y aromas únicos y que no han pasado desapercibidos a destacados chefs de cocina y a los amantes de la buena gastronomía de mar, consolidando la marca MWBF - Matosinhos World’s Best Fish.

La restauración de Matosinhos es famosa por su pescado y marisco

La restauración de Matosinhos es famosa por su pescado y marisco / CMM

Gracias a su tradición gastronómica, la Matosinhos es a día de hoy una de las grandes “salas de jantar” del país con más de 450 espacios de restauración y gran concentración de restaurantes y marisquerías en las inmediaciones del puerto y de la lonja. Pero el MWBF tiene otro secreto: la calidad de la materia prima se une al arte del “saber hacer”, posible por la colaboración de viejos pescadores en estos espacios de restauración. En sus terrazas, nada mejor que apreciar el maravilloso sabor de un pescado “acabadinho de grelhar” … 

Los restaurantes ofrecen los mejores manjares del Atlántico

Los restaurantes ofrecen los mejores manjares del Atlántico / CMM

Entre los mejores destinos del mundo para la iniciación al surf

 Las playas de Matosinhos son perfectas para la iniciación al surf y así lo reafirman innumerables medios de comunicación y asociaciones internacionales día a día. Incluso reputados periódicos españoles consideran los arenales urbanos matosinhenses como los mejores del mundo para la práctica de la modalidad. Las olas de Matosinhos son un punto de parada obligado para surfistas locales y extranjeros, siendo escenario habitual de competiciones nacionales e internacionales de distintas especialidades.

Matosinhos está considerado uno de los mejores destinos del mundo para la iniciación al surf.

Matosinhos está considerado uno de los mejores destinos del mundo para la iniciación al surf. / CMM

Capital del jazz

Una vez más Matosinhos demuestra lo versátil que pueden ser todas las posibilidades que ofrece en sus calles. Si el mar por sí solo ya sería un motivo más que suficiente para visitar esta tierra, muchas otras razones hacen de Matosinhos un verdadero tesoro. En esta ciudad se celebra una de las mayores y más antiguas romerías de todo el país, el popular Senhor de Matosinhos, que lleva a las calles a millones de personas. La cultura local está viva, es intensa y variada. La misma tierra donde se hacen “bailaricos” populares es también la capital portuguesa del jazz y el hogar de la prestigiosa Orquestra Jazz de Matosinhos, así como del Quarteto de Cordas de Matosinhos.

Piscina das Marés.

Piscina das Marés. / CMM

Tierra de peregrinos: el Caminho Português y el Caminho da Costa

 Y como no podía ser de otra forma, como la tierra rica en tradiciones que representa Matosinhos, es imposible no hablar del Camino de Santiago. Recorrido por el Caminho Português y por el Caminho da Costa, es un punto de parada obligado para los peregrinos que enfilan sus pasos hacia Compostela. Muchos aprovechan las buenas condiciones que ofrece el verano para hacer el trayecto, de ahí la expresión “Buen Camino” que forma parte de lo cotidiano. Además, en el mar de Matosinhos nació la vieira, símbolo de la ruta jacobea que cada año recorren miles de peregrinos.

Peregrinos haciendo el Camino de Santiago.

Peregrinos haciendo el Camino de Santiago. / CMM

Destino galardonado por su compromiso con la sostenibilidad

La ciudad ofrece todo lo necesario para que se pueda disfrutar de sus arenas doradas sin necesidad de preocuparte por otra cosa que no sea llevar el protector solar. Las condiciones únicas que ofrece Matosinhos lo convierten en un territorio de elección certificado con el galardón de oro de destino sostenible, apreciado por todos los que buscan actividades de ocio y deportes náuticos, especialmente los practicantes de surf, bodyboard, kitesurf, vela o buceo. 

Vista aérea de Matosinhos.

Vista aérea de Matosinhos. / CMM

La arquitectura de Siza

Pero el mar no es el único atractivo de esta insólita ciudad, sino que la belleza de su urbe esconde encantos con los que la naturaleza la adornó. Matosinhos es desde hace mucho tiempo la tierra de elección de Álvaro Siza Vieira, el mayor nombre de la arquitectura portuguesa galardonado con el Premio Pritzker, conocido como el Nobel de la Arquitectura.

De entre todos los trabajos que dejó el autor durante toda su carrera en la ciudad, hay que destacar la Piscina de Marés, un lugar mágico diseñado en las rocas donde se puede nadar libremente, también la casa de Chá de Boa Nova, hoy un restaurante premiado en la Guía Michelín con dos estrellas, o la “marginal” de Leça da Palmeira, donde se puede disfrutar de lo mejor que produce esta costa. De Siza habla igualmente la Casa da Arquitetura (con su Centro Português de Arquitetura) y la Casa do Design, a los que se juntan muchos otros museos que narran la historia de este concello.

Casa de Chá da Boa Nova.

Casa de Chá da Boa Nova. / CMM

Turismo industrial

Durante años la industria conservera fue el motor de la economía local. La tradición no se pierde y aún hoy es posible conocer este pasado y sumergirse en el proceso, desde la preparación hasta la degustación. Las conserveras supieron acompañar la evolución de los mercados y produjeron auténticas “delicatessen” en conserva, desde caballa a calamar relleno, sin olvidar las sardinas de la costa, muy procuradas por quienes visitan el territorio.

 Además de las industrias de conservas, en su gran mayoría de pescasdo, las cuales se desarrollaron mayoritariamente en el siglo XIX con el puerto de pesca de Leixões, muchas otras fábricas se instalaron en esos recién creados emplazamientos. Como curiosidad, la primera unidad que se ubicó en la zona fue la fábrica de conservas de pescado Lopes Coelho e Dias en 1899. Hoy, más de un siglo después, existen en Matosinhos alguna de estas instalaciones fabriles que ahora oferecen visitas al público y que forman parte de la ruta del turismo industrial del municipio. 

La historia de Matosinhos está ligada a la industria conservera.

La historia de Matosinhos está ligada a la industria conservera. / CMM

Persisten también en la ciudad y en el concello vestigios de arqueología industrial que vienen desde la época romana como los tanques de salazón en Angeiras, pasando por diversos edificios, fachadas y chimeneas, máquinas y equipamientos preservados de las numerosas fábricas existentes a lo largo de este tiempo. De este pasado también es testigo el “quarteirão” de la Real Vinícola, donde se sitúa la Casa da Arquitetura, local que acoge la gestión del Centro de Documentação Álvaro Siza (CDAS) y la de los legados de arquitectos de renombre mundial.

Se puede encontrar también el Titán del Puerto de Leixões, que sirvió de palanca para el desarrollo industrial y potenció la instalación de todo tipo de unidades fabriles, convirtiendo Matosinhos en un emblema de producción no solo de conservas de pescado, también de cerveza, formando un círculo que une todas estas instalaciones y unidades del Turismo Industrial.

Oir nuestra historia narrada por la industria presente en el concello es conocer, comprender y valorar nuestra identidad y autenticidad. Y Matosinhos es cien por cien auténtico.

Esta ciudad destaca por tener una geografía de un atractivo inigualable que pone al alcance de sus visitantes una serie de servicios y opciones únicas. Pero sin duda el valor añadido de Matosinhos es su gente. Personas trabajadoras, simpáticas y acogedoras. Que gustan de su tierra y están siempre dispuestas a ayudar a quien la visita, poniendo todo de su parte para que quien venga a Matosinhos se vaya con una experiencia inmejorable.

Muchas formas de llegar y motivos de sobra para visitarla

 Llegar es fácil. Conectada por autopistas de calidad desde todos los puntos y latitudes, la ciudad cuenta también con tren, metro y transporte público por carretera. A esto hay que añadir el aeropuerto, situado a pocos kilómetros del centro de Matosinhos y la hermosísima e imponente terminal de cruceros. Muchas formas de llegar y motivos de sobra para visitar.

Venga de donde venga, Matosinhos es un destino obligado.