Hoy martes 17 de noviembre se celebra el Día Mundial del Pan Casero, una fecha muy especial para ponernos con las manos en la masa y hacer nuestro propio pan en casa. Y es que el pan casero es una de las alternativas más recomendadas por los nutricionistas si queremos mejorar nuestra alimentación y consumir ingredientes de mayor calidad.
Realizar pan en nuestras cocinas cuenta con multitud de beneficios, empezando por nuestro bolsillo, ya que esta opción es muy barata debido a que los ingredientes más habituales utilizados para su elaboración son agua, harina, levadura y sal. Pero, además, es altamente recomendable para nuestra salud ya que es una gran fuente de fibra, nos ayuda a reducir el colesterol y los triglicéridos y favorece el tránsito intestinal.
Una de las mejores ventajas de elaborar el pan en casa es que podemos controlar los ingredientes que queremos utilizar en la receta, evitando los conservantes y endulzantes artificiales y los acidulantes, que pueden resultar dañinos para el organismo. Podemos optar por utilizar harinas más saludables y verdaderamente integrales, o incluir linaza, chía, sésamo, frutos secos, orégano, tomillo, aceitunas, ajo, cebolla, etc... Ingredientes que aumentan el valor nutricional de nuestro pan.
Además, si padeces intolerancia al gluten o algún problema de salud relacionado con los alimentos, puedes adaptar la receta en función de tus necesidades nutricionales. Por ejemplo, si tienes problemas con la tensión, el riñón o problemas gástricos, puedes controlar la cantidad de sal que añades a la masa y elaborar un pan con mucha menos cantidad de sodio que los que adquirimos en el supermercado.
De igual forma, el pan realizado en casa nos proporciona mayor duración si utilizamos, por ejemplo, masa madre para su elaboración, lo que además nos ayudaría a conservarlo con una mejor textura y sabor incluso si optamos por congelarlo.
No obstante, no te olvides de que para poder elaborar pan artesanal con nuestro propio toque hay que tener tiempo y paciencia, ya que la masa necesita tiempo para poder fermentar, hornearse y reposar. Si respetamos todo este proceso, nuestro pan contará con mayor sabor, volumen y esponjosidad.