Gastronomía

Bar Jota: una tasca de 1936 en pleno corazón de Nervión

"El barrio va de la mano con el Jota y el Jota con el barrio. Es más, el Jota, yo creo que es de los pocos bares en Sevilla que tú te vas en el aeropuerto y a cualquier taxista le dices que te lleva el bar Jota y te lleva"

Bar Jota

Álex Mérida

Álex Mérida

Álex Mérida

En el número 52 de la calle Luis Montoto, situada en pleno corazón del barrio sevillano de Nervión, se encuentra uno de los establecimientos más emblemáticos de la capital andaluza, el bar Jota, una tasca casi centenaria que abrió sus puertas en 1936.

Al hablar con uno de sus actuales propietarios rememora que hace 88 años era una zona industrial de Sevilla, un polígono donde se montó el primer bar: "Ahí están las facturas y las fotos que lo recuerdan".

Una especie de almacén de vino que ya empezaba a servir las primeras botellas, nunca de barril, aunque virando la conversación hacia la cerveza, bebida santo y seña de la actual Sevilla, hace hincapié en que "el Jota fue el primero en servir cerveza de barril en tanque y tirado a la idea tradicional".

Una escuela de la que beben muchos negocios actuales

"El sistema del Jota lo han transmitido a sus negocios, es una forma y un sabor distinto en la manera de servir la cerveza y tirarla, y sobre todo de cuidar el proceso", comenta su propietario, que habla con añoranza de una Sevilla inmersa en cambios típicos del avance de la vida pero siempre sin renunciar a su idiosincrasia, algo que debe mantenerse.

"No es sencillo en 100 años casi tener constancia en el bar. Como todo en la vida ha tenido altibajos y ahora ha recuperado salud y vigor aunque los tiempos hayan cambiado y no se pueda disfrutar tanto de la calle como antes, cuando no había control. La tendencia de la gente está cambiando, todos quieren sentarse y ser atendidos, pero hay que conservar la idiosincrasia de la ciudad y el espíritu que ha tenido siempre de disfrutar en la calle, de la alegría, de tomar una cerveza con los amigos...".

"El barrio va de la mano con el Jota y el Jota con el barrio. Es más, el Jota, yo creo que es de los pocos bares en Sevilla que tú te vas en el aeropuerto y a cualquier taxista le dices que te lleva el bar Jota y te lleva"

Interior del bar Jota

Interior del bar Jota / Álex Mérida

"Hay que echar una mano a los lugares emblemáticos"

"Este tipo de negocios, que tienen una serie de imperfecciones por el tiempo, es verdad que el ayuntamiento y las personas que están al cargo de mantener Sevilla deben de echarnos una mano, porque no es lo mismo montar un negocio con una licencia nueva que tener que mantener una serie de requisitos que muchas veces son imposibles".

"Hay que echar una mano a los lugares emblemáticos. El escalón, los baños, todo son cosas incómodas, pero que nos lo cargamos: nos cargamos los peldaños de una iglesia, nos cargamos los peldaños de... hay cosas que hay que mantener, que los políticos son los que tienen que darle forma para que se pueda trabajar".

"Por supuesto nosotros cumplimos con las normas de la actualidad: no puedes dejar las colillas en las aceras, no puedes interrumpir pasos, no puedes dejar esto sin barrer".

Una cerveza especial que guarda su secreto y que ahora reside en Alejandro, su maestro cervecero

"Hay un plus de calidad, bajo mi humilde punto de vista, que no tienen otros sitios. Se mantienen unos cánones que se han enseñado de unos a otros, también la dimensión del recipiente del tanque donde pasa la cerveza hasta que se sirve en el vaso es tan largo que requiere de un sistema de cuantificar el tipo de carbónico y la forma de expresión a la vez del tirador, que es lateral. También influye el tipo de materiales con los que se trabajan, y aquí sigue estando el motor antiguo, ya reparado, pero es de los primeros motores que hubo en Sevilla. El tanque igual, el grifo igual, que no sale nunca de aquí, viene la fábrica a repararlo porque es una tradición del negocio y así se sigue haciendo", confiesa su propietario.

Sin duda, la mística sobre la forma de conservar el líquido y verterlo en el vaso es una tradición en cada local. En el Jota, su responsable y maestro cervecero ahora es Alejandro, a quien vemos detrás la barra y cuyo abuelo fue el fundador del bar. En este periodo de más de tres décadas, 35 años como "profesional del grifo" tirando cerveza, ha sido cuando apoyado en los actuales propietarios sigue con el trabajo de tres generaciones que han regentado un mítico establecimiento que aún perdura 88 años después en el barrio de Nervión.