La segunda en los escasos tres días que llevamos de año 2009. La Policía Local ha clausurado una discoteca en San Jerónimo que carecía de licencia, de seguro obligatorio y que tomaba la corriente eléctrica de un taller cercano, utilizando para ello un cable sin las más elementales normas de seguridad. Idénticas circunstancias concurrieron en la clausura de otra discoteca (Amanecer Latino) en el mismo barrio en la Nochevieja. 400 personas se quedaron sin cotillón.
La operación de la noche del viernes se llevó a cabo en la discoteca Coco Bongo II, donde la Policía Local ya ha realizado varias redadas por trata de personas. Según un comunicado remitido por el Ayuntamiento de sevilla, el precintado de este local se ha producido dentro del operativo especial de Navidad que se mantiene activo en estas fechas.
El local "presentaba una precaria instalación e incumplía las condiciones técnicas del proyecto inicial", por lo que la Policía Local lo desalojó por el grave peligro que representaba para la integridad del público, afirma el comunicado. En los tres primeros días del año, la Policía Local de Sevilla ha inspeccionado mas de una veintena de locales dedicados a espectáculos y establecimientos públicos, que en algunos de los casos fueron denunciados por carecer de la correspondiente licencia de apertura, otros por el funcionamiento de elementos musicales sin limitador de volumen y algunos por no presentar el correspondiente Seguro de Responsabilidad Civil Obligatorio.
Esta actividad de inspección, notificación y precinto la lleva a cabo la Línea Verde, unidad especializada de la Policía Local de Sevilla y que se coordina con la Delegación de Medio Ambiente, y cuyo objetivo es la actividad inspectora de espectáculos públicos y actividades recreativas conforme a las normas establecidas.
Fiestas 'tranquilas'. Hasta la fecha, no se han registrado graves incidentes en Sevilla con motivo de las fiestas navideñas. En la Nochevieja, la jornada más complicada para la Policía Local, se atendieron 300 casos, todos ellos menores. Lo más llamativo fue la puesta a disposición judicial de dos personas tras dar positivo en controles de alcoholemia y que unos vándalos se ensañaron con una de las esculturas de Dalí que lucen en la Plaza del Salvador. En esta ocasión, los vándalos tiraron al suelo la estatua de La Bailarina. Sin embargo, y en contraposición con la del Tritón -que también fue tirada al suelo-, La Bailarina no sufrió daños.
