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Comercialización e intermediación (II)

El domingo pasado planteábamos el problema, agudizado en los últimos tiempos, de la exagerada diferencia de precios de los productos agrícolas para el productor y para el consumidor. Y señalábamos como una de las soluciones la concentración de productores. Decíamos que es en la revisión...

el 15 sep 2009 / 22:17 h.

El domingo pasado planteábamos el problema, agudizado en los últimos tiempos, de la exagerada diferencia de precios de los productos agrícolas para el productor y para el consumidor. Y señalábamos como una de las soluciones la concentración de productores. Decíamos que es en la revisión y planteamiento de los canales de distribución donde pueden alcanzarse, a más corto plazo, resultados tangibles.

Para ello, es requisito previo y fundamental que los consumidores sepan que están siendo víctimas de un abuso. ¿Cómo? Facilitándoles el conocimiento de los mercados y el de la formación de los precios de los alimentos y promoviendo y alentando nuevos canales de distribución. En este sentido, la actividad reguladora de las diversas Administraciones Públicas tendría el viento a su favor porque, quizás, la única consecuencia favorable de la tremenda crisis económica que estamos padeciendo es que la época dorada del capitalismo salvaje ha concluido.

Así, ahí van unas propuestas: La implantación del doble etiquetado (precios origen / destino); la revitalización de los mercadillos locales semanales de productos agropecuarios en barriadas y pueblos, atendidos por agricultores, de tanta tradición popular y buenos resultados como gozan en casi toda Europa y ya con notable expansión y acogida en el País Vasco y Canarias; el impulso administrativo y fiscal en la creación de canales cortos.

Es decir, la apertura por agricultores y ganaderos de puntos de venta estables de los que ya existen referentes, entre otros lugares, en Granada capital (cinco), Los Palacios y Conil. La promoción de la venta online por agricultores y ganaderos a los consumidores finales. Hay que tener en cuenta que, en 2008, el comercio electrónico generó en nuestro país un volumen de negocio de 4.700 millones de euros. Los españoles están aprendiendo a utilizar este medio de compra que, por cierto, las grandes superficies ya han puesto en marcha también para frutas, hortalizas, carnes, pescados, huevos y aceite con resultados muy positivos.

Colectivo de profesionales andaluces

vicenteplural@hotmail.es

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