Gustavo de Medina, Rosamar Prieto-Castro y Juan Espadas, ayer en Abades Triana.Juan Espadas, candidato del PSOE a la Alcaldía de Sevilla, realizó ayer una de sus primeras promesas electorales a varios meses vista de que arranque la campaña. Y lo hizo ante el único motor económico potente que le queda a Sevilla en la peor crisis de la democracia: el sector turístico. Invitado por la Asociación sevillana de organizadores profesionales de congresos, Espadas se comprometió a "echar más gasolina" [entiéndase más recursos económicas] en el turismo sevillano. "Confiad en mí que así será, incluso desde el punto de vista presupuestario", sentenció el ex consejero de Vivienda, que, eso sí, reclamó la participación activa e ineludible del sector privado en las iniciativas turísticas.

Espadas acudió al encuentro con la lección bien aprendida. Por eso, prometió tres cosas que el sector lleva reclamando años: más coordinación entre las administraciones para que haya una única referencia y puedan agilizarse los permisos burocráticos, conseguir ampliar el número de días que los turistas pasan en Sevilla y "ensanchar" los espacios turísticos.

En este último punto puso incluso ejemplos: el nuevo eje Casco Antiguo-Casco Norte (la zona de la Alameda), la Fábrica de Artillería, la Universidad de Sevilla... El presidente de la asociación, Gustavo de Medina, fue más allá y reclamó a Espadas que, en caso de convertirse en el nuevo alcalde de Sevilla, "meta en vereda a la Iglesia". "No es posible que más de 14.000 metros cuadrados de Santa Paula sean sólo para seis mujeres de Zimbabwe".

"Queremos cosas sencillas, pero cosas que se puedan cumplir", apostilló Gustavo de Medina, que alabó la decisión de Espadas de dar entrada al dinero privado en el sector. "Se acabó la sopa boba. Esta ciudad está ensimismada y tiene que abrirse a la iniciativa privada, aunque en Sevilla ésta es muy pequeñita". Espadas, por último, se comprometió a perfilar un programa "ambicioso pero asumible".