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De la calle Feria a la ciudad almohade

Francisco Gallardo recrea la Sevilla de al-Andalus en ‘La última noche en esta tierra', premio Ateneo de novela histórica.

el 13 may 2012 / 21:10 h.

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Francisco Gallardo recorre los rincones de la Sevilla almohade junto a sus lectores.
Francisco Gallardo (Sevilla, 1958) irrumpió en el panorama literario hace cuatro años con El rock de la calle Feria, una novela que volvía la mirada hacia los años 70 y los cambios que ocurrieron en España a la muerte del dictador. Ahora, este especialista en medicina deportiva apasionado con la literatura vuelve a meterse en la máquina del tiempo, pero se remonta mucho más atrás: concretamente, a la Sevilla de al-Andalus. Su nueva obra lleva por título -tomado de un poema de Darwish- La última noche en esta tierra, obtuvo el premio Ateneo de novela histórica en su última edición y acaba de ver la luz en el sello Algaida.

El autor cree que esta nueva obra sorprenderá a quienes leyeron la primera: "Inevitablemente, el tema requería otra cosa, pero espero que algo de estilo parecido haya entre ambas", explica. "Lo que más me ha costado encontrar ha sido el tono, porque la tarea de documentación ya la tenía muy avanzada: el tema de mi tesina fue la medicina en al-Andalus, y vi la posibilidad de desarrollar narrativamente el material que había acumulado".

La novela se ambienta en la mitad del siglo XII, entre Sevilla y el Norte de África. Allí su protagonista, Sara, niesta de Avenzoar, escribe siendo una anciana sus memorias de juventud, durante el cual aplicó la medicina a las mujeres de Marrakech. En la historia, entretejida de curiosas relaciones personales, y dotada con un sensible punto de vista sobre el mundo femenino, aparecen no pocos personajes históricos, entre los que destaca el mismísimo Averroes. En la época, una mujer podía ejercer la medicina si era de familia noble y obtenía permiso del califa.

"Algo que me llamó la atención y me animó a acometer la novela fue el hecho de que la saga de los Avenzoar, que sumó seis generaciones sucesivas de médicos al servicio de los emires árabes, fueran tan poco conocidos. Fueron personajes de lo más pintorescos, y quisiera que mi novela fuera una contribución a difundir su legado", explica.
El escritor ha pasado tres años dándole vueltas a la trama de esta obra, "leyendo mucho sobre ciencia y medicina andalusí, pero también sobre la vida cotidiana en la época" para no dejar suelto un solo detalle.

UN PASEO GUIADO. Siendo Sevilla una ciudad de capital importancia en el mundo andalusí, Francisco Gallardo se ha visto obligada a redescubrirla para descifrar sus claves y tomar eso que los artistas llaman apuntes del natural. Gracias a esta atenta observación, ayer invitó a sus lectores a hacer un recorrido por la Sevilla almohade, con su novela como guía, acompañado por los especialistas Fátima Roldán, Juan Clemente Rodríguez Estévez y Magdalena Valor Piechotta, pasando por puntos clave como la catedral, que fue alguna vez mezquita, las torres de la Plata y del Oro, o los puentes de Triana y de Barcas.

Finalmente, Gallardo asegura que el éxito de esta obra no ha anulado la modestia que le caracteriza. "Tengo mucho respeto por la palabra escritor, es un trabajo muy duro y serio, de modo que todavía me considero un médico que escribe", asegura. "Lo que sucede es que, en la larga tradición de médicos-escritores, hay dos categorías: quienes desertan de la medicina y se dedican solo a escribir, como Pío Baroja, y los que continúan ejerciendo y lo compaginan con la literatura, como Miguel Torga o Chéjov. Yo pertenezco a estos últimos".

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