No era el premio más deseado, pero a muchos sevillanos les ha venido como agua de mayo. Dos quintos premios llenaron de felicidad la Macarena y La Campana a falta de el Gordo. El 39.199 y el 30.227 repartieron más de 4,5 millones de euros. Además, quince trabajadores de una multinacional recibieron 1,5 millones del segundo premio.

A falta de el Gordo, bueno son dos quintos premios. Aunque la suerte no eligió Sevilla para repartir los tres millones de euros del primer premio de la Lotería de Navidad, al menos dejó un pellizquito de más de 4,5 millones con dos quintos premios (5.000 euros al décimo) que recayeron en el 36.199 y el 30.227. Los más afortunados fueron los 15 trabajadores de la delegación sevillana de Wolters Kluwer que fueron agraciados con 100.000 euros. La empresa siempre jugaba el 78.400, agraciado con el segundo premio y vendido íntegramente en Madrid.

La alegría llegaba muy temprano, tanto que la administración número 41 de la calle Muñoz León, en la Macarena, aún no había abierto sus puertas cuando, sobre las 9.45 horas, el 39.199 era cantado por los niños de San Ildefonso como uno de los ocho quintos premios. Rápidamente, los periodistas se arremolinaban ante el establecimiento esperando la llegada de la lotera que había vendido, "uno a uno en ventanilla", un billete (diez décimos), según explicaba la propietaria de la administración María Dolores Triguero, es decir, han repartido 50.000 euros. En los 21 años que lleva abierta no había dado un premio, pero ayer la varita de la suerte les tocó. "Se lo dedico a mi marido que se fue sin poder dar un premio", decía María Dolores con lágrimas en los ojos, aunque a ella no le ha tocado nada.

Ni a ella ni a la mayoría de sus clientes habituales, que ayer se lamentaban. "Llevo diez números de aquí, del uno al cero, pero no el que ha tocado", explicaba a los medios Carmen de la Rosa, que pese a todo, se alegraba por la lotera. Como ella, muchos vecinos que se acercaban a la administración para dar la enhorabuena y con la esperanza puesta en que aún saliera su número, pero ni rastro de los agraciados, aunque eso no impidió que el cava corriera.

Dos horas después, la suerte volvía a dejarse ver por Sevilla. Esta vez en La Campana, donde la administración número 51 repartía 4,5 millones de euros con el 30.227, del que vendió 900 décimos. También allí estalló la alegría y se abrieron varias botellas de cava entre las miradas de curiosos y despistados que preguntaban si había tocado el Gordo.

"No se ha devuelto nada", decía José Carrasco, el lotero, quien recordaba que esta administración no es novata en esto de la suerte, pues en 1998 repartió el primer premio.

Poco a poco los premiados fueron llegando hasta la administración, la mayoría de ellos incrédulos. Otros decían que habían comprado allí algún décimo, pero no recordaban el número; mientras hubo quien, tras confirmar que la suerte le había sonreído, salía espantado ante tanta cámara. Y poco a poco se fue conociendo que varios comercios se habían llevado el número.

Es el caso de la tienda Kiddy Class, en el centro comercial Plaza de Armas, o el café Nueva York, en el parque empresarial Nuevo Torneo, donde se vendieron 470 de los 900 décimos. Allí, una de las camareras aseguraba que tenía la corazonada de que "ese número iba a tocar. Más cerquita, en la sede de Seguros Reale en La Palmera, también hubo fiesta pues jugaban diez décimos; la misma felicidad que experimentó un grupo de funcionarios de la Consejería de Agricultura y Pesca y los trabajadores de la Óptica Delgado, muy próxima a La Campana.