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El agresor de Los Pajaritos acumulaba 8 denuncias por lesiones

Pedro C.M., el vecino de Los Pajaritos que confesó haber matado a su mujer, acumula una decena de denuncias anteriores, varias de ellas por lesiones. En una de las riñas la ahora fallecida se vio implicada, pero fue absuelta.

el 15 sep 2009 / 22:34 h.

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R. Velis / I. Comesaña

Pedro C.M., el vecino de Los Pajaritos que confesó haber matado a su mujer, acumula una decena de denuncias anteriores, varias de ellas por lesiones. En una de las riñas la ahora fallecida se vio implicada, pero fue absuelta. El hombre, que tras el crimen se tiró por la ventana, era según su familia adicto a la droga.

Las denuncias por malos tratos que Cristina Maestre Real presentó contra su marido por malos tratos no eran las únicas que Pedro C.M., que mató a la joven la noche del lunes y 15 horas después lo confesó antes de tirarse de un cuarto piso, acumulaba. A sus 28 años ha sido denunciado en otras ocho ocasiones más, la mayoría de ellas por faltas de lesiones y daños, que han pasado por diferentes juzgados de Instrucción.

El historial judicial de este joven, que se encuentra en estado muy grave en la UCI del Hospital Virgen del Rocío, comenzó en 2001, con una denuncia presentada en mayo, a la que se han ido sumando dos en 2004, otras tres en 2005, dos en 2006, una en 2007, y la más reciente que es de junio de 2008. Ésta ultima la interpuso Cristina, pero la retiró al día siguiente.

Por una de estas denuncias Pedro fue condenado por el Juzgado de Instrucción 14 en octubre de 2007 "a la pena de un mes, con cuota diaria de seis euros" por dos faltas de lesiones y a indemnizar a dos mujeres con 200 y 140 euros. No obstante, por estos hechos también recibió una indemnización de 900 euros, como perjudicado, al cruzarse las denuncias por una riña, en la que también fue denunciada Cristina, pero no el juez la absolvió "por falta de pruebas". Incluso un hermano de la joven también fue denunciado y condenado a una multa.

Un historial que revela el carácter conflictivo del joven y que ayer refrendaba la familia de Cristina. En eso se apoyarán para pedir que los padres de la joven asuman la custodia de los dos hijos de la pareja, de 2 y 6 años. "En su familia no hay nadie cuerdo, él era el que parecía más normal, parecía una mosquita muerta y mira lo que le ha hecho a mi hermana", insistía su hermano Julio.

Los menores están pasando estos días con parientes, alejados lo máximo posible del dolor que vive la familia, que espera el momento más propicio para empezar a darles alguna información. Psicólogos del Ayuntamiento no se han separado ni un momento de ellos y han compartido los momentos más difíciles; técnicos municipales han ayudado incluso a agilizar los trámites del entierro, que se celebró ayer por la mañana en el cementerio de San Fernando, tras un sepelio en el tanatorio de la SE-30.

La familia acudió, a pesar del estado de nervios de los padres. "Mi madre está destrozada, que te maten a una hija con 29 años, eso es..." decía su hermano Julio. Cristina tenía nueve hermanos, aunque uno de ellos falleció hace poco. Se había casado con Pedro hacía unos ocho años, embarazada de su primer hijo, que falleció con sólo dos meses.

Luego habían tenido dos más en una vida matrimonial plagada de peleas por el dinero, ya que Pedro no trabajaba y Cristina llevaba el peso de sacar adelante a la familia. La noche del lunes, sin que aún se conozcan las causas, él la acuchilló en el corazón y, 15 horas después, se tiró por la ventana provocándose numerosas fracturas y lesiones que dejarán graves secuelas, pero que no hacen temer por su vida.

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