El comisario europeo de Asuntos Económicos, Almunia, -que tal vez como su antecesor Solbes acabe de ministro del Reino, de lo mismo-, ha tenido la feliz idea de avisarnos de que el G-20 ( ese grupo que se reúne a veces en Washington provocando pelea de sillas, que no acaba de refundar el capitalismo mundial, ni tampoco terminar con los paraísos fiscales que ellos fundan), puede proponer la creación de "bancos malos", a saber, aquellos en los que se vierta la basura tóxica y que no tengan por objetivo dar préstamos a familias y pymes. Es decir, lo contrario de los bancos buenos, que son aquellos que no tienen, ni mucho menos han creado, activos tóxicos, que son víctimas de la economía y no la economía víctima de su rapacidad e incompetencia, y que, además, llevan ya tiempo con las puertas abiertas para dar créditos a los unos y los otros, antes citados; lo que pasa es que su bonhomía no les permite contribuir a acrecentar el endeudamiento ciudadano y empeorar así, su caótica situación.

Los "amigos de ZP", en palabras del máximo dirigente popular -parece que provisional para desesperación de los socialistas-, Mariano, han ganado en 2008 sólo 48 millones de euros al día. Por eso, no es de extrañar que quieran ganar más. Pero, el problema, según se ha sabido de fuentes de los bancos buenos, es que las empresas piden créditos sólo para tirar en el día a día y no para nuevos proyectos. Y tienen razón, nuestros empresarios no aprenden, y menos de los banqueros buenos que, sabido es, reciben ayudas gubernamentales y de los bancos centrales de allén de los infestados mares mundiales -por piratas se entiende- con destino a obras pías económicas- también se entiende-. En esa categoría pía hay que incluir no sólo las regalías de los banqueros de Wall St sino las de los de Castellana St.; algunos de ellos, mujer en este caso, sólo gana tres millones de euros y pico y su consejo sólo ha podido subir su retribución un 37%. Poco porvenir para los "Bancos Malos" o como dice el pueblo: "más perdíos que el banco del arroz".

Licenciado en Derecho y Antropología

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