-La Junta está trabajando en una normativa para reducir la contaminación por olores. ¿En qué consiste esta polución?

-Tiene una particularidad: no se trata de que pueda dañar la salud sino que causa molestias al ciudadano. El problema es cómo cuantificarla. Es necesario realizar una medición objetiva de los olores y hasta ahora no había tecnología. Como ya existe ha llegado el momento de plantear una normativa para la materia.

-¿Qué iniciativas hay ya en esta dirección en otros países o comunidades españolas?

-Es un campo muy novedoso y apenas tienen algo, aunque aún poco específico, Austria e Inglaterra. La UE y, en España, Cataluña y Andalucía, ya hemos empezado a trabajar en una norma.

-¿Cuáles son, en Andalucía, las principales fuentes de contaminación por olores?

-Las granjas, las plantas cerveceras, las de residuos, las almazaras, la industria química, la agropecuaria y las depuradoras.

-¿Hay denuncias por esta contaminación en Andalucía?

-Es más causa de quejas porque aún el ciudadano no tiene consciencia de que puede denunciar. Está ocurriendo como al principio con el ruido, primero hay más quejas hasta que el asunto se regula y empiezan a proliferar las denuncias por encima de las quejas.

-¿Cuáles serían los ámbitos que regularía la futura norma?

-Se trataría de definir las sustancias que pueden provocar malos olores, fijar umbrales, concretar técnicas de medición objetivas, fijar elementos sancionadores y correctores y elaborar un registro de quejas y denuncias que estandarice la actuación de la administración.

-¿Ha actuado ya la Administración autonómica en algún caso a pesar de no existir legislación sobre esta polución?

-Andalucía lleva tiempo trabajando en este problema, sobre todo a raíz de episodios como el de la celulosa de Huelva. A esta empresa se la obligó a implantar una tecnología de corrección a pesar de que no había ninguna norma específica al respecto.

-Usted es, dentro de la Consejería de Medio Ambiente, la responsable del desarrollo del Plan de Acción por el Clima de Andalucía, que se aprobó hace un año y medio. ¿Qué balance realiza de esta medida?

-Estamos cosechando resultados positivos. En 2008 las consejerías de la Junta consignaron 735 millones de euros a acciones específicas relacionadas con la lucha contra el cambio climático y el 60% de las 140 medidas del plan ya habían sido iniciadas.

-¿Y qué hay de las emisiones de CO2 a la atmósfera? El último dato, de 2007, fue negativo, a pesar de las previsiones de la Junta de Andalucía.

-Si este año hemos reducido o no las emisiones lo sabremos en torno a marzo o abril, cuando el Ministerio dé los datos nacionales y desagregados por comunidades. Las previsiones que manejamos apuntan a una reducción de hasta el 15% de las emisiones globales, considerando tanto las fuentes concretas (industria) como difusas (tráfico).

-¿Por qué las previsiones no se cumplieron en 2007?

-Ese año, a pesar de que todo apuntaba a lo contrario, las emisiones de CO2 aumentaron un 5% porque se produjo un incremento inesperado de las emisiones de la generación eléctrica, que alcanzaron el 8% (el precio del gas subió y se empleó más carbón) y esto tiró del balance global a pesar de que en el resto de sectores el descenso fue del 15%.

-¿Por qué espera la Junta que el balance de 2008 se cierre con una reducción del 15%?

-Se debe a la aplicación de los planes nacionales de emisiones de la Junta y del Estado para grandes instalaciones, la bajada del precio del gas, que en torno al 30% de la energía que consume Andalucía procede ya de fuentes renovables y que de las tres centrales de carbón de Andalucía dos de ellas (Puente Nuevo, en Córdoba; y Algeciras) estuvieron cerradas el año pasado por remodelación. Junto a esto, la crisis ha hecho que el tirón energético sea menor. También la crisis ha tirado de todo esto para abajo.

-¿Cómo valora las medidas anunciadas por Obama para introducir a EEUU en la lucha contra el cambio climático?

-La actitud de Obama es muy positiva porque cuantos más estemos en esta lucha mejor y si es EEUU quien se suma, mejor todavía. Sus propuestas supondrán un cambio de actitud muy grande en la población estadounidense. Hay que tener en cuenta que si cada andaluz emite al año 8 toneladas de CO2, cada español vierte 9 y en la UE el dato asciende a 10? ¡Estados Unidos llega hasta 20 toneladas por habitante! Fíjate que una de las medidas que ha propuesto Barack Obama es que la flota de vehículos del país tenga un consumo de seis litros cada cien kilómetros y eso es lo que ya gasta un coche en Europa.