Policías franceses, ayer durante la operación contra la cúpula de la banda terrorista ETA, en la que cayeron cuatro terroristas.

La Gendarmería francesa, en colaboración con la Guardia Civil, detuvo ayer en el sur de Francia a cuatro presuntos etarras, entre ellos Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, alias Ata (pato, en euskera), considerado el jefe del aparato militar de ETA. Las detenciones tuvieron lugar en un piso de Bayona, cercano a la frontera con España. Sarobe fue quien alquiló la furgoneta cargada con explosivos interceptada por la Guardia Civil en Zamora el 9 de enero de este año.

Además de él, fue apresado otro de los etarras más buscados, Arkaitz Agirregabiria del Barrio, uno de los terroristas que participaron en el asesinato de un gendarme en las afueras de París, la última víctima de ETA. La tercera detenida es Maite Aranalde, una etarra huida cuando se encontraba en libertad bajo fianza; la cuarta persona fue arrestada en otra localidad francesa. Es Benoit Aramendi, posible colaborador. La quinta capturada es la ciudadana francesa Laettitia Chevalier, pareja de Aramendi.

Una conversación entre dos colaboradores de ETA acerca de prestarse "las llaves del piso de Bayona", interceptada por el CNI, levantó las sospechas. A partir de ella, se intensificaron las tareas de vigilancia sobre Aramendi ante las sospechas de que la citada vivienda fuera a ser utilizada para albergar alguna reunión de miembros de ETA.

El Ministerio del Interior aseguró por medio de una nota oficial que Carrera Sarobe sustituyó a Garikoitz Azpiazu Rubina, alias Txeroki, al frente del aparato militar de ETA tras la detención de éste en noviembre de 2008 e incluso le sitúa como "el autor intelectual de todas las acciones terroristas cometidas por la banda desde esa fecha". Según esta explicación, Ata sería el inductor de una larga lista de atentados que van desde el asesinato del empresario vasco Inazio Uría, el 3 de diciembre de 2008, el atentado que acabó con la vida de Eduardo Puelles en Arrigorriaga, el 19 de junio de 2009, o el más reciente en el que el murió un agente galo cerca de París. Sin embargo, la misma nota informativa, al igual que el ministro, Alfredo Pérez Rubalcaba, en su comparecencia de prensa de ayer, tan sólo vinculan a este terroristas con el traslado a Portugal de una furgoneta cargada de material para fabricar explosivos que fue intervenida en Bermillo de Sayago (Zamora) en enero, así como el atentado en el cuartel de la Guardia Civil en Burgos o el asesinato en Palma de Mallorca de los agentes del Instituto Armado Carlos Sáenz y Diego Salva el pasado verano.

Asimismo, el papel atribuido ayer a Carrera Sarobe choca con las funciones que en su día achacaron a otros destacados dirigentes de ETA que tras sus arrestos también fueron presentados como sucesores de Txeroki, como Aitzol Iriondo, Jurdan Martitegi e Ibon Gogeaskoetxea.

Pero ayer el ministro sí que se felicitó porque en dos años han sido detenidos hasta siete altos dirigentes de la banda, concretamente desde el arresto en mayo de 2008 del ex número uno de la banda, Javier López Peña, alias Thierry. Rubalcaba aseguró que la detención de Carrera es más importante que la de Txeroki. El ministro destacó que era el quinto miembro del ZUBA -comité de dirección de la banda- que decidió romper la tregua y le definió como "especialmente peligroso". "Era el objetivo número uno", se atrevió a decir el ministro.

trabajando. Rubalcaba explicó que en el piso que ocupaban en Bayona, los terroristas guardaban tres pistolas y material informático que tendrá que ser analizado. "Estaban reunidos, trabajando, eso demuestra que ETA sigue en lo que sigue, está en lo que está", insistió el ministro, quien apostilló que "no estaban, precisamente, rezando el rosario".

Este nuevo golpe a ETA llega en un momento en el que el PP, sutilmente, ha resucitado los fantasmas de la negociación del Gobierno con la banda. Ayer, la portavoz popular Soraya Sáenz de Santamaría felicitó a la Policía, aunque opinó que ésta es "la senda" para acabar con la organización terrorista, y no la negociación. Por su parte, la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, confió en que los populares no vuelvan "a poner en duda" la lucha antiterrorista "evidente" del Gobierno.