Economía

Ganaron los números sin acoso y derribo

Se asiste a un ejemplo más de la ‘bancarización' de las cajas.

el 16 jul 2010 / 21:38 h.

Ha ganado la economía, no la política. Han ganado los mercados mundiales, que miraban con extremo recelo qué hacía el Banco de España con Cajasur, y cabe recordar que la intervención de la entidad, en mayo pasado, se dio en el peor momento, con los ataques de la jauría de especuladores a la deuda española y al euro. Ha perdido, por lo demás, la configuración del nuevo mapa de las finanzas andaluzas.

En la decisión final del órgano supervisor, por la que ha adjudicado Cajasur a la caja de ahorros vasca BBK, han pesado los números, no las presiones que llegaban desde los partidos y sindicatos andaluces y, sobre todo, desde el presidente regional, José Antonio Griñán.

Sus relaciones con el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, se enturbiaron a raíz de la intervención de Caja Castilla-La Mancha en la primavera de 2009 tras no prosperar las negociaciones de fusión con Unicaja. No en vano, el jueves en el gabinete de Griñán, a quien tampoco le gusta la reciente reforma estatal para las cajas, temblaban con la decisión que fuera a adoptar finalmente Mafo, por mucho que intentaran trasladar el convencimiento de que Cajasur iría para alguna de las dos andaluzas que acudían a la puja: Unicaja y Cajasol.

Ya aparecieron los comentarios sobre la posibilidad de que Cajasur haya sido el peaje pagado por José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno central, para que el PNV le preste el necesario respaldo a los Presupuestos del Estado, cuya aprobación tiene complicada ante la soledad parlamentaria del PSOE.

Pero lo cierto y verdad es que, a tenor de los escasos datos suministrados por el FROB, la oferta económica de la BBK era tentadora y la menos costosa para el erario público de la media docena registrada.

No hay que olvidar que la BBK es la entidad más solvente de toda España y cuenta con un fuerte músculo financiero para afrontar con garantías la absorción, tras convertir a Cajasur en un banco, aunque manteniendo la marca y la Obra Social. Un esquema parecido a la adjudicación, por parte del Banco de España, de CCM a Liberta, filial de Cajastur.

Y es que el mapa del sector ha cogido la senda de la bancarización. Así lo demuestra el hecho de que los SIP (fusiones frías) escojan la figura jurídica de un banco como sociedad central. Tal senda, además, la fomenta la reforma de la Ley de Cajas.

No ha trascendido el ajuste laboral que aplicará la vasca, aunque será necesario para una entidad, la cordobesa, de las menos productivas del sector. Haberlo lo habrá. Y otro aval para la BBK: no hay solapamiento de oficinas entre ésta y la andaluza.

El pasado pasado está, queda analizar el futuro. Vaya por delante que el máximo ejecutivo de la BBK, Mario Fernández, deberá dedicarle tiempo a la cuestión laboral, más que el que le prestara Braulio Medel (Unicaja).

Pero el futuro no estará exento de sobresaltos en Cajasur, morlaco de grandes cuernos financieros... y laborales.

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