Primer día de clase. El desencuentro de la Consejería de Educación con los sindicatos a cuenta del adelanto del curso escolar ha provocado una situación un tanto insólita entre los representantes de los docentes: forman un bloque compacto, pese a la variada procedencia de cada central sindical y la desunión con la que han actuado hasta ahora. Junta y sindicatos se acusan de lo mismo: de no querer negociar. Los sindicatos incumplieron el plazo que se dieron para dar una respuesta y la Junta siguió adelante con una medida que los padres aplauden. ¿Pero empezará el curso el 7 de septiembre? Aún no está dicha la última palabra.
Evitar discordancias. Las declaraciones públicas de dirigentes del PSOE de Sevilla y Málaga a cuenta de la sede de la gran caja provocaron el enfado de Manuel Chaves. El toque de atención ha surtido efecto. Las direcciones provinciales buscarán un acuerdo para evitar que el ruido impida la fusión de Unicaja y Cajasol. Todo apunta al que el documento que pacten dejará al margen la ubicación alegando que no es el momento de tratar este asunto. Lo que está por ver es si lograrán que el asunto, ligado a los intereses locales de cada cual, pase a un segundo plano.
Capital de la crisis. Lo que parece claro es que Málaga sí va a ser el domingo próximo la capital de la crisis. Allí tiene convocada el PP-A una manifestación contra el paro que pretende que sea la más multitudinaria que nunca ha organizado en Andalucía. Como contraprogramación, el PSOE-A llevará a la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, a la misma ciudad y a la misma hora. Ella explicará las medidas del Ejecutivo ante la recesión económica.
Créditos. En el Gobierno andaluz dicen estar tranquilos tras la reunión del presidente de la Junta con los presidentes de las cajas sobre el bloqueo del crédito pese al recelo de Braulio Medel, en nombre de todos los cajeros, a admitir que se haya cerrado el grifo a proyectos serios. Chaves lo dio por hecho.
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