Cultura

«La austeridad es libertad y conquista de la alegría»

El uruguayo Rafael courtoisie se hizo con el premio Casa de América 2014 con su último poemario, ‘Parranda’, donde expone no solo su mirada estética, sino también ética sobre el mundo que le rodea

el 01 ene 2015 / 20:41 h.

Escritor de larga trayectyoria, Rafael Courtoisie (Montevideo, 1958) conquistó el premio Casa deAmérica de poesía 2014 con Parranda, publicado por Visor. —A veces, leyendo sus narraciones y sus versos, a uno le parece estar ante dos personas distintas. ¿Siente esa cierta esquizofrenia? —Creo que un poeta es siempre muchos. No lo digo yo, está claro en Pessoa, y en Machado. En mi caso, esas dos voces, la del poeta y la del narrador, confluyen y vienen entrelazadas. Lo bueno de la narrativa es que puedes hacer hablar a un personaje con mayor impunidad que en la poesía. Pero en la poesía se puede trabajar con algo fundamental como la sinceridad y la verdad. —Con la que está cayendo, ¿cómo se le ocurre titular un libro Parranda? —La idea es precisamente que la fiesta de la poesía y de la cultura es imprescindible en momentos de crisis, de cambio de paradigma, también de proyección para construir un futuro diferente. Es una fiesta donde está el trago, la música, el bullicio, pero también el silencio, el lenguaje, la enorme riqueza de la austeridad. En Latinoamérica se puede hacer una parranda con poco más que una botella de ron, una guitarra y la jocundia más profunda. Ni cava caro, ni autos, ni hiperconsumo: como decía Rimbaud, la vida está en otra parte. —La palabra austeridad se emplea hoy como castigo... —Es una misión de la poesía, resignificar: y austeridad tiene más que ver con la libertad y la conquista de la alegría. No es pobreza, pobres de esopíritu y de vida son muchos ricos que ven de un día a otro cómo los valores inmobiliarios o de cambio de moneda estallan, o son manipulados. Claro que, cuando es impuesta, la austeridad también es injusticia. Si tú tienes todo y me obligas a ser austero, no vale. Si lo decido para ser libre, sí. —El modelo de Pepe Mújica, que gusta mucho en España, ¿es un buen modelo? —Sí: no solo el de Mújica, sino el modelo uruguayo actual, y no quiero que se me entienda como una declaración partidaria o política. Hay muchos países latinoamericanos para los cuales la única forma de riqueza y sostenibilidad ecológica es una feliz y gozosa austeridad. El modelo consumista bulímico no es sutentable en el mundo, y además es injusto, porque supone un complemento anoréxico de otra parte del mundo, que implica ébola, inequidad... –¿La poesía puede ser una forma de idealismo utópico? –Sin duda es una forma de idealismo, pero no utópico. Hay una razón poética, que tal vez sea más legítima que otras para diseñar el nuevo milenio. Por ejemplo, que la razón de una modernidad positivista, ilusoria. –Para terminar, ¿cómo sería su parranda ideal? –Una fiesta en la que no falte el vino –si fuera malo,Jesucristo nunca habría hecho el milagro de las bodas deCanaá–, el tequila, el vodka a los que lo beben; y que no me falte agua fresca, potable, para mí, porque un día descubrí el milagro de poder embriagarme con agua. Y siempre la alegría.

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