Por el puente de El Horcajo, que une ambos muros de contención alrededor del municipio por el sureste, pasan a diario más de 2.000 vehículos. La mayoría, de agricultores que van y vienen de sus explotaciones cargados de las frutas y verduras típicas del manchón palaciego. «Por aquí, a las horas punta, hay más tráfico que en la N-IV», aseguraba el miércoles Manuel Rodríguez, uno de esos propietarios de invernaderos situados al otro lado del muro que, desde que comienza la temporada de lluvias, se ve obligado en demasiadas ocasiones a dar un rodeo de seis kilómetros porque el arroyo que supera el puente va tan cargado de agua que es imposible arriesgarse con la furgoneta. De hecho, cada año se registran accidentes por conductores inexpertos o con prisas que terminan en el arroyo, al no distinguir los límites del puente, desaparecido, cuando el agua supera el metro. «Lo peor no es hacer seis kilómetros más, que multiplicado por cuatro veces al día es un dinero en gasoil, sino que el otro camino es impracticable y se carga los coches», lamenta. La mayoría de los agricultores de la zona, varios miles, llevan resignados más de una década, desde que muchos iniciaron recogidas de firmas para presentárselas a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), competente en estas aguas y caminos de la periferia. Pero aunque en alguna ocasión este organismo amagó con solucionar el problema, nunca se ha hecho lo que parece que se hará a partir de marzo, según ha asegurado el concejal de Agricultura del Ayuntamiento palaciego, Jesús Condán: un puente de dos metros de alto lo suficientemente ancho y seguro como para soportar el tránsito de vehículos que hasta ahora circula por una piedra de hormigón a modo de pasarela cuyas aguas del arroyo, como mínimo, van siempre al límite. Pero, afortunadamente, ya hay presupuesto 156.000 euros, empresa Tragsa- y fecha principios de marzo. «Teníamos desde el año pasado el proyecto y la consignación, pero no terminaban de arrancar», asegura el alcalde, Juan Manuel Valle (IP-IU), quien aañade que «los hemos obligado a visitar el puente y se han dado cuenta del peligro cada vez que llueve». ~
