La Fiscalía del estado brasileño de Sao Paulo recomendó a la justicia federal que procese por presunto homicidio en segundo grado a once personas por el accidente en el que murieron 199 personas al estrellarse un avión en el aeropuerto de Sao Paulo en 2007.

Entre los responsables se encuentran la directora de la Agencia Nacional de Aviación Civil (Anac), Denise Maria Ayres Abreu; el presidente de la Infraero (administradora de los aeropuertos), José Carlos Pereira, y varios directivos de la aerolínea TAM, propietaria del avión que protagonizó el más trágico accidente aéreo de Brasil.

El informe fiscal encaminado a la Fiscalía federal, que será el organismo que determine las acusaciones, indica que la responsabilidad de los implicados es en segundo grado, sin intención de matar. La acusación no se ha conducido en la justicia ordinaria del estado de Sao Paulo porque en los días previos al accidente, el espacio aéreo del aeropuerto de Congonhas, en el que sucedieron los hechos, estaba "bajo riesgo sistémico", según explicó la Fiscalía en un comunicado. "La pista de aterrizaje no presentaba condiciones de seguridad para operar bajo lluvia", explica el informe, que califica esta falta como un delito de jurisdicción federal.

El 17 de julio de 2007, un Airbus A-320 procedente de Porto Alegre derrapó al aterrizar en Sao Paulo, se salió de la pista y se estrelló contra un almacén de la propia aerolínea TAM fuera del recinto del aeropuerto. Entre pasajeros, tripulación y personas que trabajaban en el almacén, fallecieron 199 personas.

El instructor del caso, Mario Luiz Sarrubbo, apunta a tres factores que contribuyeron al accidente. La primera, el posicionamiento equivocado de una de las manecillas de propulsión, una estaba en posición de aceleración y otra en la de frenado. La segunda, la textura de la pista para facilitar el frenado no estaba dentro de los parámetros de seguridad exigidos. Y, finalmente, apuntó fallos en la administración de riesgos realizados por la Anac, la Infraero y la TAM.

El instructor también afirmó que pedirá al Ministerio de Justicia que envíe su informe al Gobierno de Francia para que sugiera a la fabricante Airbus que tome medidas para mejorar el sistema de manecillas que falló en el siniestro de Congonhas.