Los periodistas taurinos ocuparon la tarde de este viernes con una variada y densa mesa redonda. / J.M. Paisano
Este viernes concluía el denso programa de comunicaciones, ponencias y conferencias que han vertebrado las Jornadas Internacionales de Tauromaquia celebradas en el Salón de los Carteles de la plaza de la Maestranza desde el pasado miércoles. La sesión matinal, coordinada por Rogelio Reyes y Jacobo Cortines, giró en torno a la rica y extensa relación entre la Tauromaquia y la Literatura. Las obras de Lope de Vega, Leandro Fernández de Moratín o el teatro del Siglo de Oro mostraron sus lazos con la cultura del toro. Sin dejar el palo de las letras, la sesión vespertina estuvo ocupada fundamentalmente por una intensa e interesante mesa redonda protagonizada por periodistas especializados -Elena García, Verónica de Haro, Álvaro Acevedo, Paco Aguado, Juan CarlosGil y Álvaro Rodríguez del Moral en la que se abordó el eco del toreo en los medios de comunicación, desde las agencias de noticias hasta las nuevas tecnologías.
La aportación del filósofo francés Francis Wolff, que cuestionó y definió la dimensión artística y estética de la corrida de toros puso el broche de oro a un programa que se ha cumplido con precisa sincronía y ha reunido a más de 60 expertos en torno al estudio de la Historia, el Arte y la Literatura en Europa y América convocados por la Fundación de Estudios Taurinos, que ha contado con el apoyo desacomplejado de la Universidad de Sevilla y la hospitalidad de la Real Maestranza de Caballería. Estas jornadas han concluido, además, con la redacción de una declaración de principios que evoca el origen remoto de la Tauromaquia recordando que la Fiesta de los toros «ha dado lugar a un sinfín de mitos, celebraciones y de obras maestras en las artes y la Literatura». El mismo documento precisa que la Fiesta, en sus diferentes interpretaciones, «refleja la sensibilidad específica de cada uno de los pueblos y comunidades que la comparten pero expresa al mismo tiempo, en el aspecto ético y cultural, ciertos valores fundamentales del hombre en su manera de enfrentarse con la vida, con la muerte y lo efímero».
PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD En esa declaración se recalca la importancia económica, turística y sociocultural de la Tauromaquia y se recuerda que constituye el núcleo de numerosas fiestas locales y juega un papel muy importante para estrechar lazos de afecto y solidaridad entre comunidades y pueblos. De la misma forma, resalta «el respeto que los ganaderos, toreros y aficionados sienten por el toro durante la lidia y durante su cría en condiciones óptimas de libertad en unos espacios preservados que constituyen una reserva ecológica insustituible» además de destacar que «la Fiesta de los toros constituye un patrimonio cultural inmaterial valiosísimo», lo que validaría su reconocimiento por la UNESCO. En esa línea, los organizadores de estas jornadas internacionales de Tauromaquia defienden la inscripción de la Fiesta de los toros en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad e instan a la creación de una plataforma internacional para gestionar ese reconocimiento ante el alto organismo de las Naciones Unidas.
