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Los conductores de los concejales protestan vistiendo sólo ropa deportiva

Coche oficial, chaqueta y corbata, maletín, guardaespaldas... y un conductor en chándal y con calzado deportivo. La escena se pudo ver ayer en la Delegación del Gobierno, en la Gerencia de Urbanismo, en la Plaza de la Encarnación o en la propia Plaza Nueva.

el 15 sep 2009 / 22:05 h.

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Coche oficial, chaqueta y corbata, maletín, guardaespaldas... y un conductor en chándal y con calzado deportivo. La escena se pudo ver ayer en la Delegación del Gobierno, en la Gerencia de Urbanismo, en la Plaza de la Encarnación o en la propia Plaza Nueva. Era la protesta de los 37 empleados que conforman el cuerpo de conductores de capitulares del Ayuntamiento de Sevilla, los que trasladan de un sitio a otro a todos los miembros de la Corporación, excepto al alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, que dispone de un servicio distinto.

La medida se anunció la pasada semana y contó con el respaldo de la sección sindical de UGT en el Ayuntamiento. Desde el jueves se han sucedido las llamadas a los conductores para que desistan en su protesta. Pero ayer se inició y continuará siempre y cuando no se cumplan las reivindicaciones del sector: estos empleados reclaman desde hace un trimestre la adquisición por parte del Ayuntamiento del vestuario adecuado a su labor. Según ellos, por convenio debe aportarlo el Consistorio a través de la Delegación de Educación y Gobierno interior. Pero no ha sido así. Durante meses han llevado sus ropas, hasta que ahora han decidido tirar de su armario más deportivo como protesta.

El acto ha tenido sus consecuencias. Los conductores -muchos de los cuales se reunieron en la Plaza de la Encarnación a primera hora de la mañana- relataban a media tarde los avatares de la jornada. Ha habido respaldo de algunos concejales, y una cierta resistencia de otros. "Uno -contaba uno de los trabajadores- al ver al conductor vestido de chándal le respondió que así no montaba en el coche.

Al no tener otra opción acabó subiéndose". Con otro edil, siempre según el relato de los conductores, la situación fue más tensa: "Le dijo que si seguía con esa ropa no le firmaría el parte -el documento que acredita que ha cumplido sus horarios de trabajo". Hubo que reclamárselo.

Pese a ser un colectivo pequeño, los conductores pretenden acentuar sus protestas y convertirlas en actos lo más llamativo posible. Ya preparan el próximo. En el Pleno del mes de febrero convocarán una asamblea a primera hora. Entre las nueve y las once de la mañana. Los ediles, por tanto, tendrán que buscarse sus propios medios de transporte a la Plaza Nueva. Los trabajadores se concentrarán a continuación frente al Consistorio. Aprovecharán sus números, 36 personas. Da para un partido de fútbol once contra once, con unos cuantos reservas. "Y así aprovechamos la ropa deportiva", señalaba uno de los conductores.

El conflicto laboral depende de la Delegación de Educación y Gobierno Interior, dirigida por la edil Esther Gil. Desde este área declinaron ayer realizar cualquier tipo de declaración. Únicamente emplazaron a una mesa de trabajo convocada para el próximo miércoles con el objetivo de resolver el conflicto del vestuario de los conductores capitulares.

Éstos admiten que hay una reunión convocada, aunque subrayan que no es la primera. Y afirman con rotundidad que las protestas se mantendrán mientras no se les conceda el nuevo vestuario. No es un uniforme -por motivos de seguridad- sino un traje adecuado a la labor que desempeñan. Acompañar a los ediles a todos sus actos oficiales.

Las protestas coinciden con las movilizaciones de la plantilla municipal por el desencuentro con el Gobierno local debido a una serie de acuerdos de creación de empleo que no se han ejecutado. Durante toda la pasada semana, varios servicios municipales pararon un día debido a que los sindicatos convocaron a todos los trabajadores para que no acudiesen a sus puestos.

Aunque la movilización de los conductores no está vinculada a estas protestas, los trabajadores han querido hacerla coincidir para expresar el malestar de los trabajadores del Ayuntamiento con la gestión municipal. Las protestas no se suprimirán aunque se cierre el acuerdo presupuestario para la creación de empleos.

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