Pilar Eyre, del periodismo a la literatura como finalista del premio Planeta. / José Luis MonteroComo ya ocurriera en otras ediciones, la gran sorpresa de los premios Planeta de este año no la dio el ganador, el mexicano Jorge Zepeda Patterson, sino la finalista. Cuando el jurado dio a conocer su nombre, Pilar Eyre, un murmullo de asombro corrió de punta a punta del gran salón del Palacio de Congresos de Cataluña. Todo el mundo conocía a la periodista, pero muy pocos conocían su faceta de escritora de ficción.

Mi color favorito es verte, título de la novela ganadora, ya está en las librerías, y su autora ha viajado por toda España defendiéndolo como su título más personal. «En mis libros anteriores yo no estaba. Siempre he metido en ellos algún detalle mío o de mi familia, pero en este me he atrevido a ser la protagonista. Está todo lo mío, mis frustraciones, mis defectos, mis miedos. Soy yo en carne y hueso.me desnudo por fuera y por dentro», asegura la barcelonesa, y a renglón seguido añade con buen humor: «Me expongo tanto, que me ha llamado gente cercana para decirme: oye, que tú no eres así, ni estás tan mal».

Sin embargo, Eyre asevera que ha sido despiadada consigo misma, «como lo he sido también con los personajes. A mí en mi vida me han llamado de todo, impúdica, pornógrafa... Pero sé que hubiera sido muy fácil maquillar quién soy. Sin embargo, no me parecía un ejemplo de honestidad. He preferido flagelarme con dureza, aunque también entra en juego la ternura. Destapo todas las miserias que reconozco en mí, y al mismo tiempo me reservo un poco de indulgencia», añade la autora de títulos como Franco confidencial, La soledad de la reina, Dos borbones en la corte de Franco, Pasión imperial o Ricas, famosas y abandonadas, entre otros ensayos.

La novela arranca cuando una periodista madura «y aún presa de una gran pasión por la vida», trasunto de la propia Eyre, conoce en la Costa Brava a Sébastien, un corresponsal de guerra francés de gran atractivo. Entre ellos surge un amor inesperado que los lleva a vivir «tres días de intensa relación erótica y sentimental». Cuando Sébastien desaparece repentinamente, Pilar lo busca con desesperación siguiendo las pistas ambiguas que el periodista ha ido dejando a su paso, y que la llevarán a situaciones inimaginables antes del romance.

de faulkner a Knausgård. El caso es que Eyre sostiene que todo lo que contiene su novela, hasta en los detalles más espectaculares, es la pura verdad de los hechos. «Hay quien me ha dicho en broma, ¡menuda campaña de márketing te has montado!», comenta. «El día del premio, cuando dije que había escrito la historia de una gran pasión, me sentí muy cursi, pero así lo viví. Parece que a la hora de escribir, todo tuviera que girar en torno a los grandes temas, pero ya lo dijoVan Gogh: lo que mueve el mundo es la pasión del amor. y me encantaría que la pasión volviera a ponerse de moda», agrega.

En cuanto a sus autores preferidos, Pilar Eyre se reconoce de lo más ecléctica: «Mi último gran amor literario, incluso más allá de lo que escribe, es el noruego Karl Ove Knausgård», confiesa. «Sus libros son muy sinceros, además de lo atractivo que es él. Pero también me gustan mucho Thomas Mann, William Faulkner,Somerset Maugham... Leo de todo y trato de aprender de cada uno», concluye.