El guarda de la finca Quitapesares, Francisco Domenech, de 55 años, murió después de que un toro que había escapado le seccionara de una embestida la femoral. El dueño de la finca y su hijo -que es médico y trató de auxiliar al fallecido- fueron heridos por el astado, que también mató a un caballo.

Dicen los expertos que en el campo un toro bravo es un animal dócil y noble y, a pesar de que quienes trabajan con ellos están habituados al trato, al cabo del año son muchos los accidentes que se producen en las fincas. Es lo que ocurrió ayer en Quitapesares, una ganadería aspirante a la Unión de Criadores de Toros de Lidia.

La casualidad hizo que en el camino del toro huido se cruzase el fallecido, según contó ayer su hermano, Ramón Domenech. Era pensionista y vecino de Villanueva del Río y Minas, donde se ubica la finca. "Le gustaba la caza, pero los toros, ni en la televisión", relató su hermano.

Era mediodía cuando un grupo de personas, entre ellos el dueño de la finca y su hijo, se dispusieron a apartar una corrida. La faena campera es habitual y consiste en sacar a los toros de su cerrado para embarcarlos en el camión. Fue en ese momento cuando un astado de cuatro años y 600 kilos se espantó e hirió al dueño de Quitapesares y a su hijo. El toro corneó a un caballo, que murió por las heridas, y huyó hacia el camino por donde venía el guarda en su motocicleta. La cornada fue mortal y ni siquiera la asistencia médica pudo salvarle. "Fue una cornada como la que mató a Paquirri", lamentó su hermano. El cuerpo fue trasladado a las 15.20 horas al Instituto Anatómico Forense de Sevilla.

Por su parte, el dueño de la finca sufrió un desgarro en el muslo y su hijo resultó herido leve, según relataron el hermano del fallecido y un portavoz de la Guardia Civil. El astado fue sacrificado.

La esposa del fallecido fue atendida por una crisis de ansiedad y su hermano explicó que tanto sus tres hijas como el resto de la familia estaban "desolados". Mientras, la alcaldesa del pueblo, María José Cervantes (PSOE), lamentó la pérdida y aseguró que el fallecido era "un hombre muy querido por todos".

La familia del fallecido, nacido en El Castillo de las Guardas, llegó a Villanueva del Río y Minas cuando los hermanos eran "muy pequeños". El fallecido se dedicaba a la minería, la misma profesión que su padre.

Ya jubilado, sus conocidos le recuerdan "siempre en el campo". La familia se trasladará hoy a Sevilla para hacerse cargo del cadáver.