Ángel Pulido, director del Puerto / José Luis MonteroEl director del tercer Puerto más grande de España, del cuarto en tráfico ferroviario, de la segunda zona de actividad logística española, del primero en conexión con Canarias... Ángel Pulido, cree que los sevillanos deben tener constancia de la importancia de su Puerto para valorarlo, al igual que defiende que el dragado es vital para mantener la actividad industrial.—¿Cree que en seis meses da tiempo de licitar y adjudicar las obras del dragado para no perder los fondos europeos?—Todo lo tenemos preparado para eso. El proyecto está redactado y la documentación ambiental preparada.—Estamos a finales de enero, ¿siguen en plazo?—Todavía estamos en plazo. Cuando nos den la luz verde, empezamos.—¿Cree que el proyecto de protección de las márgenes previo al dragado obtendrá el visto bueno del Consejo de Participación de Doñana?—El proyecto es completo, solvente, creemos en él. No esperamos otra cosa. No vemos ningún motivo para que no sea así. Es un proyecto integral de la protección de todo el tramo de Doñana.—¿En qué se diferencian el primer proyecto, que fue rechazado, y éste?—Se ha incluido un documento ambiental en el que se evalúa el efecto de la protección. Este nuevo proyecto lo ha desarrollado Tragsatec, la consultora del Ministerio de Medio Ambiente y también de la Junta en materia ambiental, la que hizo el primer proyecto de proyección de márgenes de Doñana, antes de prepararse el proyecto del dragado. Un documento incluido en la Declaración de Impacto Ambiental. Damos respuesta a una cuestión histórica. Y, como dice la DIA, no da respuesta sólo a la protección frente al oleaje que genere el mayor buque, que no es el efecto principal de la evolución de las márgenes. Este proyecto contempla un modelo hidrodinámico matemático en el que se comprueba la situación actual, a qué es debida, las causas, se ofrecen soluciones y se comprueba cómo funcionan una vez que se draga. Son siete millones de presupuesto y conlleva un plan de vigilancia y seguimiento. También cambió la filosofía: de una defensa pasiva a una activa. Los paramentos se reforzaron con pantallas de pilotes de madera, con sistemas de geomallas y, sobre todo, se cambia el régimen hidrodinámico a partir de espigones perpendiculares que generen playas y amortigüen la velocidad. Es muy completo y no debe tener ningún pero. Y para el resto de las márgenes también tenemos otros siete millones de euros.—¿Con qué apoyos cuentan en el Consejo de Participación de Doñana?—No se lo sé decir.—¿Los ayuntamientos les respaldan?—Están interesados en que se protejan las márgenes. Es independiente del dragado. El que haya una administración que lo proteja es una de las demandas del estuario.—¿Cree que el Puerto está haciendo cosas que le competen a otras administraciones, Junta o Estado?—En su día el Puerto era Junta de la Ría del Guadalquivir y Puerto de Sevilla. Ahora hay distintas administraciones con competencias y nosotros hemos cogido una labor que a lo mejor no somos los competentes para eso, pero ofrecemos apoyo. De ahí esos catorce millones para márgenes.—Pero ejercen esa labor porque quieren dragar.—Es una responsabilidad que hemos cogido. Queremos ser la Autoridad Portuaria del Estuario y esos siete millones son una prueba.—Porque ninguna administración coge las riendas.—El Puerto es milenario y aspiramos a seguir en él. Se trata de conjugar, de involucrarnos en nuestro territorio. La protección de las márgenes está asociada al dragado, pero otras partes que desarrollamos, como los estudios científicos, son una contribución, un ofrecimiento a la sociedad. El primer estudio del CSIC que promovimos no era para el dragado, era sobre las acciones humanas en el estuario.—Y ahora es bandera en contra del dragado.—El informe dice lo que dice, no hay que interpretar. Dice que el dragado no tiene influencia significativa ni en la salinidad ni en la turbidez del estuario, que necesita que se actúe para mejorarlo y en eso estamos trabajando. En la erosión de las márgenes podría tener influencia, y por eso están ahí los 14 millones de euros de inversión.—¿Cree que el estuario está tan mal como dicen ecologistas y científicos?—Pienso que se puede y se debe mejorar el estuario.—Si no obtienen el visto bueno del Consejo de Participación de Doñana, ¿seguirán adelante?–No nos cabe otro escenario que el informe positivo y autorización para dragar. Esos son los planes.—Y si no se draga, ¿hay un plan B?–No es un escenario que contemplemos.—¿Por qué se llegó a esta situación? ¿Falta decisión política?—El de Sevilla es el único puerto interior de España, marítimo interior, no costero. En Europa los tres principales: Rotterdam, Hamburgo y Amberes son o han sido puertos interiores. Hamburgo está a 120 kilómetros en el interior y es el segundo puerto en contenedores de Europa. Todo se hace por vías navegables y muchas adyacentes a zonas Ramsar. Si en Europa se hace, en España también se puede compatibilizar esas cosas. Ángel Pulido, director del Puerto. / José Luis Montero—El dragado que promueven, ¿qué magnitud tiene?—Con la tecnología de última generación los errores son de cinco centímetros en los levantamientos. El cauce tiene 400 metros de media, pero actuaremos en el canal de navegación, de 80 metros de ancho, y en ciertos puntos, sólo allí donde la profundidad es menor de la requerida. Se retira con dragas de succión con capacidad de 3.000 metros cúbicos, que son pequeñas, porque las grandes tienen veinte veces esa capacidad. Estamos hablando de un dragado muy pequeño. En Hamburgo el canal de acceso son 16 metros de dragado, y nosotros hablamos de 85 centímetros en esta anualidad. En Hamburgo se draga millones de metros cúbicos al año. Los dragados de mantenimiento que se plantean en otros sitios son tremendamente superiores hasta al proyecto de profundización en su conjunto.—¿Cuánto dragan al año?—Una media de 500.000 metros cúbicos para el mantenimiento y este proyecto son unos 4 millones de metros cúbicos, que es el 60 por ciento del proyecto total, ya que se prevé profundizar un metro y medio y sacar unos 6,5 millones de metros cúbicos. Con el anterior dragado de mantenimiento, de 2013, inicialmente se iban a extraer 400.000 metros cúbicos, pero llovió muchísimo y tuvimos que dragar entre 700.000 y 800.000 metros cúbicos.—¿A qué se debe la reducción del proyecto a esos 85 centímetros? ¿Al coste, a la falta de tiempo o al intento por convencer a los sectores contrarios al minimizarse los riesgos?—Hay varias razones. Una, son obras técnicamente bastante lineales, si haces el 60 por ciento de la obra tardas el 60 por ciento de tiempo en hacerla y acortas riesgos. Dos, porque, fundamentalmente, esos 85 centímetros permiten que los barcos que ahora entran no tengan que desembarcar mercancías para poder llegar a Sevilla. No se trata de que entren barcos más grandes. Con esos 85 centímetros, buques que ahora dejan parte de la carga que viene a Sevilla en otros puertos del entorno podrían llegar. Con 85 centímetros sacamos más rendimiento al canal de navegación, ofrecemos una ventaja competitiva al tejido productivo. La razón de ser del Puerto no es mover toneladas, es un medio para la actividad económica.—¿Cuánto le cuesta a las empresas que no se drague?—El paso de un barco de 5.000 a 15.000 toneladas representa cinco euros por tonelada de reducción de costes para la empresa. Un ahorro de 100.000 euros por buque. Son números. Algunos completan la carga, de 13.000 a 15.000 en otros puertos, en Huelva o Cádiz. Y descargar 6.000 toneladas, entre 15 toneladas por camión, requiere 400 camiones, que se quitarían de la carretera. A la empresa le cuesta estos 400 camiones unos 60.000 euros adicionales. Dejan de ser competitivas y cierran. 100.000 euros por buque, más 60.000 euros de gastos adicionales: 160.000 euros. El dragado mejoraría la competitividad de las empresas, del tejido productivo, que es el que genera empleo. Sólo queremos dotarnos del calado necesario para los barcos habituales, de 20.000 toneladas.—En el caso de perder los fondos europeos, ¿habría dinero para dragar?—No contemplo esa posibilidad.—Si no se draga, ¿qué pasaría?—No contemplo ese escenario.—¿Hay empresas que se hayan ido o no hayan llegado por el tema del dragado?—Hay empresas que están pendientes de la inversión del dragado para lanzarse. Y otras sí se han instalado.—¿Hay más empresas que se vayan a instalar en el Puerto próximamente?—Hay varias interesadas. En la Zona Franca y en distintos sitios del Puerto. De almacenamiento, de producción...—¿Hay ya más movimiento?—Sí, hay más movimiento. 2014 ha sido un año de mantenimiento, no hay sido malo. Y en cuanto a los números económicos del Puerto, hemos aguantado, tuvimos reducción de ingresos por la bajada de tasas pero tampoco fue un mal año económicamente, estamos cerrando los datos.—¿El dato negativo del año vino de los cruceros?—Bajaron los pasajeros, pero no las escalas. Para 2015 tenemos previstos más escalas que en 2014 y más pasajeros.—¿Para cuándo la conexión ferroviaria directa?—El Estado incluyó en el programa Feder 2014-2020 esa conexión directa. Además, planteamos el cierre del anillo ferroviario que licitaremos en breve y la ampliación de la terminal ferroviaria, que pasará de dos a tres vías operativas. En este año se harán estas obras. La inversión es de once millones de euros para el cierre del anillo y de 3,8 para la terminal.—¿Qué retos se plantea?—La mejora del acceso marítimo, el desarrollo tecnológico para sacar más rendimiento a las infraestructuras, por ejemplo, con el proyecto Tecnoport y otro con el Cedex, una mayor integración con el estuario, la sensorización de la vía navegable, así como la mejora de las instalaciones portuarias y, como línea de negocio, incrementar la presencia del Puerto dentro del sector logístico, queremos que más empresas trabajen para el Puerto.—¿Cómo?—Haremos un nuevo Plan Estratégico muy enfocado en ello para involucrar a toda la comunidad logística y portuaria, abrir el Puerto al entorno y ser un instrumento de competitividad.Perfil. Mirando al mar desde el interiorÁngel Pulido, nacido en 1974 en Zamora, es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid, máster en Ingeniería y Gestión Portuaria por la Universidad Politécnica de Cataluña y MBA Executive por IESE Business School. Desde 2012 fue el jefe de Infraestructuras de la Autoridad Portuaria de Sevilla y, de 2004 a 2012, jefe de división de Planificación del Desarrollo Sostenible del Puerto. Desde que llegó a Sevilla, hace once años, casi todo su trabajo estuvo relacionado con el dragado, este proyecto vital para el Puerto que no acaba de cuajar. Pero su relación con el Puerto nació mucho antes. Desde los tres años veranea en Cádiz y recuerda con cariño cómo iba a comer a Bajo de Guía y veía las boyas y los barcos. Aunque gran parte de su vida la pasó en Madrid (un año en Londres), asegura que una de las cosas que más le gustan de Sevilla es su cercanía al mar y «el estado de agitación» de una ciudad en la que nacieron sus dos hijos. «Aquí se vive muy cómodo», comenta.