Obama se puso pronto a trabajar en sus promesas electorales tras conquistar la Casa Blanca, pero eso no ha evitado que la polémica le haya salpicado tras sólo 15 días en el Gobierno. Cuatro miembros de su equipo han sido señalados por fraude fiscal y corrupción y tres de ellos han renunciado a su cargo.

Tan solamente en el día de ayer hubo dos ceses: el de Nancy Killefer, propuesta por Obama para supervisar la eficiencia del Gobierno, y el del candidato a ocupar la secretaría de Sanidad, Tom Daschle, que anunció que retira su candidatura después de que se conociera que había dejado de pagar más de 128.000 dólares en impuestos.

Killefer, por su parte, desistió de jurar su nuevo cargo tras salir a la luz que debió al fisco 900 dólares, informó ayer la Casa Blanca. El presidente estadounidense aceptó la decisión de Killefer, de 55 años. La mujer había dejado de pagar durante un año y medio cerca de 900 dólares en impuestos correspondientes a personas que trabajaban para ella. Debido al impago, las autoridades de la ciudad de Washington habían colocado en 2005 un embargo sobre su vivienda por ese valor. Killefer tardó aún casi cinco meses en desembolsar su deuda. En su carta de renuncia a Obama, distribuida por la Casa Blanca, Killefer indicó que sus problemas de impuestos podrían servir de "distracción" e impedir que el Gobierno se centrara como debe en los graves problemas económicos que afronta el país. "Por ello, y muy a mi pesar, debo pedirle que retire mi nombre de su consideración", concluyó.

En cuanto a Daschle, ayer en un comunicado conjunto con Obama el presidente indicó que acepta la renuncia "con tristeza y pena". Daschle, por su parte, dijo que ha tomado esta decisión porque no cuenta con la completa confianza del Congreso y no desea que su nombramiento se convierta en una distracción.

Hasta ahora, la Casa Blanca había defendido enérgicamente la candidatura de Daschle. En una comparecencia el lunes, Obama aseguró que defendía "absolutamente" a su candidato.

El portavoz presidencial, Robert Gibbs, también indicó el mismo día que la Casa Blanca reconocía que se trataba de algo "grave" pero indicó que, pese a todo, Daschle, seguía siendo la persona idónea para ocupar esa cartera. En una comparecencia a puerta cerrada ante el Comité de Finanzas del Senado, Daschle dijo estar "profundamente avergonzado" por su retraso en el pago.

Así, son ya tres las renuncias en el equipo de Obama y cuatro las personas de su gabinete que han tenido problemas con las autoridades fiscales. A Daschle y Killefer se añade el ya confirmado como secretario del Tesoro, Timothy Geithner, que fue ratificado en el cargo tras dar muchas explicaciones sobre un pago atrasado. Por último, Bill Richardson, candidato a secretario de Comercio, renunció el pasado 4 de enero al estar implicado en una investigación judicial.

Designación. Por otra parte, Obama designó ayer al senador republicano Judd Gregg como nuevo secretario de Comercio, cargo que estaba vacante desde que la nueva Administración entró en funciones el 20 de enero, y se convierte así en el tercer republicano del nuevo gabinete.

"Judd es un especialista en conseguir que las cosas se hagan", afirmó el presidente al anunciar su designación en la Casa Blanca, en lo que los analistas interpretan que Obama quiere que el nuevo secretario ayude a convencer a su partido de la importancia del plan de estímulo contra la crisis económica.

El Senado comenzó el lunes el debate sobre un plan de recuperación de casi 900.000 millones de dólares, con algunas modificaciones a la propuesta inicial de Obama, que cuenta con pocos apoyos en las filas republicanas.