El Tesoro del Carambolo ya está de nuevo al completo en Sevilla en su cámara de seguridad. Una vez terminada su aventura americana, que llevó a tres de las 21 piezas del conjunto encontrado en Camas (el collar con los siete sellos, un brazalete y uno de los frontiles) al Museo Metropolitano de Nueva York, donde se exhibió entre el 22 de septiembre y el 4 de enero acompañado de otras piezas del Museo Arqueológico hispalense. Éstas (el Bronce Carrizo y la Astarté sedente) ya pueden verse en sus vitrinas; el Carambolo también ha vuelto a su sitio de siempre, que es a su encierro de seguridad que impide ver el conjunto original.
El presidente del Ateneo, Alberto Máximo Pérez Calero, impone la insignia de la institución al alcalde de Camas, Rafael Recio. / Manuel Gómez
Así las cosas, la intención del Ayuntamiento es exhibir el famoso tesoro en sus propias dependencias, aprovechando que en este 2015 se cumple el medio siglo de su adquisición por la Consistorio hispalense. Así lo anunció el alcalde, Juan Ignacio Zoido, y así se refrendó en diciembre, cuando se remitió a la Junta el preceptivo plan de seguridad para su exposición. La Consejería de Cultura dio el oportuno acuse de recibo anunciando que se está estudiando, situación que se mantiene tal cual transcurrido un mes.
Con este telón de fondo, ahora se ha inaugurado en el Ateneo una exposición en la que puede verse una réplica del Carambolo, cedido para la ocasión por los talleres de Marmolejo. La muestra lleva por título In finibus Tartessorum (En los confines de Tartesos) y propone un recorrido explicativo desde los orígenes míticos a la realidad histórica y arqueológica. La exposición se enmarca en el Ciclo de Mitología Andaluza que, coordinado por José María Cabeza Méndez, presidente de la Sección de Defensa del Patrimonio Histórico y Cultural del Ateneo, se viene celebrando en la sede de la institución en la calle Orfila. La muestra (que puede visitarse hasta este viernes en horario de 11 a 13.30 y de 18 a 21 horas) se completó ayer con la conferencia Camas y su mitología, que ofrecieron la delegada de Cultura camera, Eva María Pérez, y Manuel Casado, licenciado en Historia y Arqueología.
Con esta exposición, durante unos días los sevillanos pueden ver dos recreaciones del Carambolo, la del Ateneo y la que se exhibe en el Museo Arqueológico. Lo del original es otro cantar, porque una cosa es la exposición que prepara el Ayuntamiento (a la espera de los referidos permisos patrimoniales) y otra muy distinta que las piezas que se encontraron en Camas en 1958 puedan admirarse por fin de manera permanente.
¿Qué es lo que hace falta? Pues que arranque de una vez la anunciada y luego eternamente retrasada ampliación del Museo Arqueológico, un proyecto que, firmado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, prevé instalar el tesoro en una cámara acorazada que garantice su seguridad. El problema, como no puede ser de otra manera, es meramente económico, ya que los recortes presupuestarios del Gobierno central paralizaron unas obras que tendrían que haber empezado hace cinco años. Desde entonces el Carambolo ha sido cíclico objeto de pugna política entre el Ayuntamiento, propietario del tesoro, y la Junta, que gestiona el Arqueológico por delegación estatal, mientras duerme el sueño de los justos en su cámara acorazada.
