Economía

"Si vas a montar un proyecto industrial se van, pero si es un bar te dan dinero"

Juan Aponte Luis es director general de Ontech, que gracias al desarrollo de la tecnología de los campos magnéticos se está abriendo camino con proyectos con Airbus, el CNI y el Ministerio de Defensa.

el 05 oct 2014 / 13:15 h.

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Sevilla 01 10 2014: Director GEneral De Ontech.FOTO:J.M.PAISANO Juan Aponte, director general de Ontech. / J.M. PAISANO En cuanto rentabilice la inversión realizada en Ontech, su segunda compañía, su objetivo será crear más empresas. Así es Juan Aponte (Lepe, 1983), ingeniero superior electrónico por la Universidad de Sevilla que lamenta lo duro que es poner en marcha un proyecto en Andalucía. La inversión en Estados Unidos es «diez veces mayor», así que ya planea dar el salto. Por ahora, en su sede en el parque Aerópolis ya trabajan 25 personas. ¿Ontech nació de su idea de llevar al campo civil y doméstico la tecnología de campos magnéticos para detectar explosivos? En la multinacional Radetec empecé a trabajar con los campos magnéticos y después creé mi primera compañía, I&Don Tecnology, en 2011. Luego me presenté a dos concursos nacionales: Yuzz y otro de la EOI y La Caixa. Quedé segundo en los dos. Eso me hizo creer más en la idea, visité el IESE y allí encontré un inversor, Isidoro Sánchez Tejada, que ahora es el presidente de la compañía. Empezó como coach y le pedí que se metiera más en mi proyecto, le propuse ser accionista y empezamos la aventura conjunta de Ontech, fundada en 2012. La primera sede era mi piso. Empecé de cero. ¿Cuántas personas forman la plantilla de Ontech? Tenemos 25 trabajadores, 17 de ellos ingenieros. ¿Los concursos sirven para obtener financiación o sólo son un escaparate? Validan tu modelo de negocio, te aseguras a ti mismo que vas por buen camino, pero no te dan de comer. En mi caso hicieron que llegase a IESE, sirven para que los inversores vean que hay interés por tu idea, como marketing, pero lo fundamental es lograr financiación. Gracias al concurso Yuzz fue a Silicon Valley y vio su sistema de trabajo, ¿lo ha implantado en su empresa? Sí. Desde el principio en la empresa no hay horarios. Sólo unas horas intermedias para reuniones o visitas de clientes en las que debemos estar todos, pero no hay obligación de trabajar ocho horas. Cada uno trabaja lo que necesita para cumplir los objetivos. No hay que picar. Además del sistema de trabajo, ¿qué otras diferencias hay entre España y Estados Unidos? Creo que la filosofía de montar empresas es distinta y el apoyo a la gente que monta empresas. La palabra emprendedor no me gusta, es mucho más grande. Lanzar un proyecto industrial potente es difícil. Abrir un bar es mucho más fácil, pero si tienes un proyecto que aporta algo no tienes apoyos. Si dices que vas a montar una empresa aeronáutica se van corriendo, pero si montas un bar te dan dinero. Ése es el problema del país. En los últimos tiempos han surgido muchas iniciativas para ayudar al empresario a encontrar financiación, ¿sirven para algo? La inversión en España es ridícula. En Estados Unidos si confían en ti te dan cuatro o cinco millones rápidamente. Aquí la media de financiación que te dan es de 150.000 euros, que no tienes ni para dos meses. Con 150.000 euros puedes abrir un bar, pero no desarrollar un proyecto industrial. La inversión en Estados Unidos es diez veces mayor. ¿Cuáles son sus clientes y líneas de negocio? Tenemos tres líneas de negocio: la doméstica, la industrial y la de defensa. En cuanto a la primera, tenemos ya un producto, Wardiam, que vamos a sacar al mercado a final de año y en el que están interesadas varias multinacionales que quieren comercializarlo. Tenemos un producto de seguridad único en el mundo con tres características: es preventivo, es discriminativo y es 24X7. Preventivo porque pones el sistema dentro de la vivienda pero es capaz de detectar a un intruso fuera, se anticipa al momento de partir la puerta y entrar. Es discriminativo porque trabaja con campos magnéticos controlados y diferencia entre el cuerpo humano y el de cualquier otro objeto. Y sólo se genera el campo magnético en la puerta o ventana a proteger, por lo que puede estar activo siempre y sólo lo desactivas cuando entras o sales. No tiene sentido tener un sistema de seguridad con una cuota mensual que no funciona cuando tú estás dentro de la casa. Nuestro sistema funciona las 24 horas del día, los siete días de la semana. ¿Y el precio? El sensor y la central estarán entre 500 y 600 euros, precio final para el cliente. No tiene ninguna complejidad y se instala fácilmente. No tiene nada que ver con los actuales sistemas de seguridad que dependen de una central externa. Con este sistema tú controlas tu sistema de seguridad, no depende de Prosegur ni de nadie. Inviertes ese dinero pero ya no tienes que pagar nunca más por tu seguridad. ¿Cómo lo va a comercializar? Por internet y a través de multinacionales de la seguridad, pero aún no puedo citarlas. ¿Qué capacidad de producción tiene esta sede de Aerópolis? 50.000 cajas de seguridad al año. ¿Ontech se va a externalizar? Tenemos colaboradores en México y Estados Unidos y tendremos una sede, no muy a largo plazo, en San Francisco porque una de las empresas interesadas en Wardiam es Google y para vender en Estados Unidos hay que ser americano. Estos inversores no suelen invertir en empresas europeas, a no ser que estén muy consolidadas. Así que nos vamos a tener que ir allí. Es triste, porque aquí, en tu país, no te apoyan. ¿Cuánto se invirtió en Ontech? Unos dos millones de euros, que para estar en España es mucho (sonríe). Y tenemos prevista una ampliación de capital de otro millón de euros pronto. ¿Cuánto es público? Sólo medio millón. ¿La ampliación de capital es gracias a inversores andaluces? No, son inversores de Madrid, Barcelona, Bilbao…, sobre todo, ejecutivos de grandes compañías. ¿Qué hará cuando recupere la inversión y vengan los beneficios? Mi objetivo es montar más empresas, pero apoyando a otros, no partiendo desde cero como con Ontech porque es demasiado duro. Su línea de negocio industrial está relacionada con Airbus. Tenemos un proyecto lanzadera que consiste en un sensor para robótica colaborativa. Detecta cuando una persona está cerca de un robot industrial. Sólo detecta personas, así que puedes hacer eficiente una planta en la que robot y personas trabajen de forma colaborativa. Y en esto está interesado Airbus, sí. ¿Cree que el auge del sector aeronáutico es real o está exagerado? Es real. Para nosotros es una línea estratégica. En 2016 más del cincuenta por ciento de la facturación será del sector aeronáutico. ¿Y la línea de defensa? Estamos empezando un proyecto con el Ministerio de Defensa para detectar minas enterradas en zonas de conflicto por campos magnéticos conectados a un vehículo militar. Sería como una pértiga o pez martillo que detectará minas delante de los vehículos, evitando así que los soldados tengan que hacer ese peligroso trabajo a pie, como se está haciendo ahora. También estamos trabajando con el CNI para aplicar nuestra tecnología. ¿En qué exactamente? Parece de película, pero aún no lo sabemos. Por seguridad no nos han dicho aún para qué la quieren.

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