Juan Carlos Gómez, pensativo en el banquillo del Mairena. / inma Flores Francisco Sánchez no sopesa destituir a Juan Carlos Gómez como técnico del Mairena. La derrota encajada en el Miguel Román ante la Peña Deportiva Rociera ha decepcionado al presidente de la directiva alcoreña y a su grupo de colaboradores, aunque en las oficinas de la Calle Capuletti no se ha planteado la posibilidad de proceder a su despido fulminante en el caso de que el San Juan de Juan Carlos Menudo profane el San Bartolomé. La confianza, al menos de momento y salvo que se produzca una hecatombe, es de carácter ilimitado. El máximo responsable del ejecutivo y el núcleo duro del staff consideran clave mantener la confianza en el tercer técnico que asume los designios del cuadro albinegro, al que anteriormente dirigieron Eusebio Navarro, que formalizó su dimisión, y Rogelio Sánchez, que decidió abandonar el banquillo por temas laborales. La imperiosa necesidad de dotar de una alta cuota de estabilidad a los entrenamientos diarios de los jugadores ha pesado en que en las dependencias del San Bartolomé ningún integrante de la junta haya planteado a Sánchez el extremo de una posible y repentina destitución. Además, y según ha podido conocer El Decano Deportivo, en el hipotético y caso extremo de que se optara por cercenar el vínculo contractual del exsevillista con la entidad alcoreña, el elegido para tratar de evitar el descenso al grupo II de Primera Andaluza sería uno de los preparadores que pertenecen a los escalafones inferiores. Javier Ortigosa, que ejerce en el filial de Tercera Andaluza, o Ángel Domínguez, que comanda al Juvenil A, que milita en Segunda Andaluza, serían los favoritos.