Hay noticias que causan estupor en la ciudadanía. La mayoría tendrían que ver con sanidad y educación pública. Acaparan la mayor parte del empleo y dinero público andaluz. Cualquier desvarío sobre sus puntales son percibidos como una agresión a la quintaesencia del estado de derecho, del bienestar colectivo que cubren necesidades esenciales.
En poco menos de un año nada menos que tres personas han conocido en la delegación sevillana de educación por sucesivas dimisiones. La más escandalosa fue la de Miguel Martín León a los cinco días de dirigir el CEIP La Motilla. El docente ocultaría su imputación en sumario, en fase de juicio oral, por presuntas estafa continuada y apropiación indebida junto a familiares y colaboradores. Agárrense al sillón, la querellante es una empresa que comercializa -con éxito mundial- vaginas artificiales y juguetes sexuales para hombres.
Martín León imitaría, en su mutis sobre el banquillo que le acechaba, a Eugenio Pizarro, Doctor y Profesor de Derecho en la UPO. Dimitió en 2018 ipso facto como Director General de Justicia de la Junta del anterior gobierno socialista tras aceptar días antes de acceder al cargo condena de un año de cárcel y reembolso dinerario por joyas robadas a su suegra.
Al parecer, al recién dimitido delegado de educación le pesó para su designación ser entrenador de baloncesto. El Consejero de Educación es Javier Imbroda (Cs), un millonario ex seleccionador español de baloncesto que entrenó 17 temporadas en equipos de la ACB. Como vemos la meritocracia para el cargo que ocupó fugazmente Martin León de alcanza lo no esencialmente educativo.
Fleshlight International es una multinacional que creó Steve Shubin y lidera la fabricación patentada de vaginas artificiales con fábrica en Fuente del Rey-Dos Hermanas, entre otras que tiene por el mundo. Debe tener la empresa buenos abogados. Quien defiende, desde 2015, a Martín León no logró apartarlo del sumario que le señala, aunque no se llevara un céntimo de patrocinio, cifrado en 42.000 euros, para un equipo de baloncesto. La presunción de inocencia, pues no hay condena, ya le ha costado el cargo a Martín León. Dudamos pueda regresar a la dirección escolar, aunque todo puede pasar por la lentitud de la justicia.
Fleshlight ya terminó muy mal, en 2018, con su anterior cúpula española al acusarla de competencia desleal y despedirla casi al completo. Se bate el cobre en el Juzgado Mercantil 2 de Sevilla sobre patentes presuntamente usurpadas y muchos millones de euros en danza de perjuicio. También por presunta apropiación indebida, falsedad documental, organización criminal que instruyen los Juzgados de Instrucción 3 y 4 de Dos Hermanas.
Anteriores delegados
El pasado diciembre la fue nombrada, como delegada de educación en Sevilla, la ‘no militante’ de Ciudadanos e Ingeniero Técnico Marta Escrivá. Había dimitido anteriormente como Viceconsejera de Educación y Deporte. Escrivá admitió que ‘no esperaba’ su cese y reconoce que su sustituta, la hasta ahora delegada de Educación de Almería, Carmen Castillo, ‘tiene más edad, más experiencia y un perfil más técnico’.
El último septiembre Escrivá es cesada por ‘falta de experiencia’ como delegada de Educación por el Consejero del ramo, Javier Imbroda. Nos preguntamos –entonces- si carecía de experiencia para ser delegada de educación ¿Por qué la nombraron antes Viceconsejera?. Obviamente es un cargo de más rango.
Escrivá sustituyó Joaquín Pérez Blanes en el cargo de delegado sevillano de educación. El reputado docente y escritor dimitió del cargo por razones ‘familiares y personales’. Pocos días después fue nombrado Director de Formación en la Consejería de Empleo. Más preguntas surgen ante posible oferta o hartazgo de una Consejería, la de Educación, que registra vaivenes.
El gobierno PP-Cs andaluz que apoya Vox como vemos sufriría los mismos vicios que el PSOE en el gobierno andaluz. Los ceses y dimisiones en cargos importantes no los entiende la ciudadanía. Sí comprende que un imputado o condenado por delito grave salga del despacho rápido. Pero no se atinan las componendas de los partidos para seguir en la poltrona. Dan igual las ideologías, habilidades o currículum. La fidelidad al ‘aparato’ o al sueldo del cargo es lo que vale. Ahí estarían varios ‘quids’ de la cuestión.
Que se lo digan a un delegado, en época socialista, de educación sevillana. En el cargo duró casi lo mismo que Escrivá, apenas meses, tras lograr movilización de padres, proliferación de caracolas, incremento de la violencia y auge de fraudes en escolarización en centros concertados etc....
La versión ‘no oficial’ del cese no fue lo esgrimido por la Consejería de Educación entonces, que lo situó en una decisión de quien lideraba el órgano de la Junta. Había, también, un dossier de unos detectives privados sevillanos. Documentaba nexos societarios ‘incompatibles’ del cargo dimitido con el padre de un alumno no expulsado por fraude de escolarización en un colegio religioso concertado. Padres de los afectados -por la presunta prevaricación y cohecho pasivo- amagaron con querella; quien dirigía la delegación de educación dejó de serlo por voluntad propia. La verdad oficial sería otra. Fin de la historia.