El impacto del turismo en los casinos españoles

El Casino Admiral Sevilla reabrió oficialmente sus puertas el pasado mes de junio después de un año de reformas en todas sus instalaciones para unificar espacios y crear nuevos restaurantes. El establecimiento de juego ha experimentado una gran transformación desde la compra del casino por parte del gigante austríaco Novomatic, líder en el sector del juego a nivel europeo. Actualmente, el nuevo Casino Admiral Sevilla, uno de los casinos más importantes de Andalucía, ofrece una oferta completa de entretenimiento con 7.000 metros cuadrados con mesas de juego, restaurantes, espacios dedicados al póker y salas de espectáculos. Un completo espacio para el ocio que constituye un gran aliciente para los jugadores sevillanos y también para los turistas, los cuales pueden disfrutar de experiencias y sensaciones inolvidables en un destino turístico como es Sevilla.

El turismo es el principal motor económico de España. Según los últimos datos del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC por sus siglas en inglés), el turismo aportó 178.000 millones de euros a la economía española en 2018, representando un 14,6% del producto interior bruto (PIB). Además, el sector turístico también es uno de los principales generadores de empleo en el territorio nacional, ya que durante el pasado año sumó 2,8 millones de trabajadores, lo que supone un 14,7% del empleo total del país. Tradicionalmente, España es reconocida a nivel mundial por el turismo de sol y playa, el principal producto turístico nacional. A pesar de ello, el turismo de casinos está cobrando cada vez más protagonismo dentro de esta oferta turística.

El turismo de casinos es un fenómeno reciente que vive una época dorada en España. Los millones de turistas que pasan cada año por nuestro país, como por ejemplo los más de 38 millones de personas del primer semestre de 2019, es uno de los factores principales del crecimiento de este tipo de turismo. Al mismo tiempo, los casinos españoles también han intentado adentrarse en el sector turístico creando importantes complejos de ocio y entretenimiento de primer nivel para atraer a los turistas. Una relación beneficiosa para ambas partes que condiciona cada vez más las vacaciones de las personas en función de la oferta de juego del destino turístico.

No es casualidad que los principales casinos que controlan el juego físico en España estén ubicados en zonas con mayor afluencia turística. Lugares como Sevilla, Madrid, Barcelona, Alicante, Málaga o Ibiza cuentan con algunos de los casinos presenciales más importantes del panorama nacional. Unos establecimientos de juego que reciben cada año a millones de turistas que llegan para disfrutar de los juegos de azar, restaurantes y espectáculos tradicionales de estos espacios de ocio durante sus días de vacaciones. Una llegada de turistas que también beneficia económicamente a todos los establecimientos presentes en las ciudades que cuenten con casinos físicos.

Esta novedosa forma de hacer turismo es cada vez más popular entre los turistas. Un crecimiento que ha provocado que las agencias de viajes cuenten con paquetes turísticos dedicados exclusivamente a todas aquellas personas que quieren visitar ciudades con casinos. En los últimos años, el Casino Cirsa Valencia se ha consolidado como un reclamo turístico. De hecho, la afluencia de turistas provocó que se tomara la decisión de abrir durante las 24 horas del día para ofrecer una oferta nocturna completa a la altura de las grandes capitales turísticas europeas. De hecho, el 32% de los visitantes de este establecimiento de juego son extranjeros procedentes, principalmente, de países como Bulgaria, China, Francia, Italia y Rusia.

La relación establecida entre los casinos y el aumento del turismo es bidireccional, por lo que cuanto mejor sea la infraestructura turística existente en el destino, más posibilidades habrá de que el establecimiento de juego tenga un impacto positivo en el turismo de una determinada área geográfica. Un casino no es suficiente para generar más turismo, sino que hace falta una mayor oferta turística para atraer a los jugadores. De esta forma, los complejos de ocio tienen que fusionarse con un contexto turístico más amplio, aunque la transformación de los casinos en centros de entretenimiento durante los últimos años ha provocado que los turistas permanezcan cada más tiempo en estos lugares.

Uno de los ejemplos más significativos de la relación entre los casinos y el turismo lo encontramos en Macao, la región más densamente poblada del planeta. Ubicada al sudeste de China, esta pequeña península de tan sólo 30 kilómetros cuadrados, cuyo centro histórico es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2005, se ha convertido en la capital mundial del juego. Macao es el único lugar de China donde está permitido el juego, por lo que los operadores de casinos más importantes del mundo se han instalado allí. Un destino mundial de turismo y ocio que durante 2018 recibió la visita de casi 19 millones de turistas, siendo la cuarta ciudad del mundo más visitada según los datos recogidos en el informe Top 100 City Destinations 2018 elaborado Euromonitor International, empresa de investigación global.